El método revolucionario es...

El verdadero método revolucionario es vincularse a las masas
Por Fidel Castro
2 de octubre de 1961

El método burocrático de trabajo es un mal contra el cual todos los revolucionarios debemos estar alertas. Es un mal en el que puede caer fácilmente, incluso, un buen revolucionario.

Debe ser para el revolucionario una cuestión de principios. Es decir que por una cuestión de principios el revolucionario debe evitar caer en el método burocrático de trabajo.

El método burocrático significa gobernar desde arriba. El método burocrático significa decidir desde arriba. Significa la ausencia de contacto entre el que administra entre el que dirige, entre el que gobierna y las masas. El contacto con la base y con las masas hace que se reduzcan al mínimo las equivocaciones que puedan cometer un gobernante o un funcionario administrativo. Además, es lo que hace que cuando una medida sea necesaria, imprescindible, esa medida, su necesidad, sea compartida exactamente igual por la masa. Por los que trabajan como por los que dirigen. Hay medidas que son innecesarias, que si hubiera contacto con las masas no se realizan.

Cuando una medida es imprescindible y necesaria, exige más trabajo. Si las masas están conscientes de esa necesidad, entonces, por difícil que sea, esa necesidad se satisface, esa medida se lleva adelante.

La Revolución nos ha enseñado a todos nosotros que lo que se le plantea al pueblo, y lo que surge del pueblo, inmediatamente cobra una fuerza arrolladora. Sin embargo, cualquier cosa que se haga de espaldas al pueblo, cualquier medida en un sindicato, en cualquier parte que se tome de espaldas a la base, cualquier sacrificio que se le imponga a la base, crea malestar y crea disgustos, en la misma medida en que estaría dispuesto a hacer mucho más cuando se consulta con ella, y cuando se le convence de que es necesario hacer un esfuerzo, o es necesario hacer un sacrificio. Ése es el verdadero método revolucionario

Muchas veces se sabe en la calle, o en el centro de trabajo, lo que no se sabe desde un cargo de ministro, o desde un alto cargo del Estado. Cuando se quiere saber sobre muchos temas, sobre muchas cuestiones, no hay un método mejor que hablar con el pueblo, hablar con el centro de trabajo, conocer las opiniones, conocer los problemas.

Por qué el FMLN ha perdido capacidad de pelea?
Por Roberto García
4 de julio de 2010

Porque el FMLN ahora lee la realidad desde otro ángulo, desde arriba, desde la posición de clase gobernante. En El Salvador no es lo mismo ser gobernante que ser gobernado. Cuando uno es gobernante está arriba y cuando es gobernado está abajo. Quien gobierna toma decisiones, dirige, manda y se impone, aunque se diga que "se gobierna para la gente".
 
Cuando el FMLN se convirtió en partido político en 1992 entró al sistema de partidos y llegó a ser parte de la referida clase gobernante. Tras las primeras elecciones en 1994 ganó los primeros diputados y consejos municipales, siguió participando en elecciones y ganando más poder al obtener más alcaldías y más diputados. En las elecciones anteriores contribuyó a ganar el Ejecutivo. Ahora nadie puede negar que el FMLN es parte del poder que gobierna y corresponsable de las cosas que ocurren y no ocurren en el país, en positivo y negativo.

Cuando el FMLN entró al sistema este influyó en el sistema, pero el sistema influyó también en él, en una relación dialéctica que no puede evadirse. Los  dueños del sistema se las ingeniaron de tal manera que la presencia del nuevo partido les resultara inofensivo y sus planes fueron en la dirección de dividir, debilitar, deformar, degenerar y cooptar a esa fuerza política.

El FMLN, en cambio, no se preparó, la dirección de ese partido pudo haberse planteado que estando dentro del sistema influiría internamente para transformarlo, y puede ser cierto. Pero esos cambios y esa transformación han sido para fortalecer el sistema y ojalá que no fuera para darle al modelo ese rostro humano del que algunos neoliberales hablan. Un balance preliminar de la relación entre el FMLN y el sistema, sería que el sistema se ha fortalecido y el FMLN se ha debilitado, aunque tenga ahora más alcaldías, diputados y puestos en el Ejecutivo. El sistema ahora es tan fuerte que ha construido suficientes anticuerpos, que unas elecciones que pudieran haberlo debilitado, como las anteriores, lo han fortalecido.

Frente a un sistema que se fortalece, vemos a un FMLN que ha perdido las garras. Se las cortaron. Y ¿quién se las cortó? La dirigencia actual no quiere pelea, quiere tranquilidad, gobernabilidad, no quiere ser factor desestabilizador, porque ellos creen que son parte del gobierno y el gobierno necesita gobernabilidad mientras el gobierno se derechiza hasta el extremo. ¿Y el gobierno de izquierda? ¿Y las necesidades de la gente? ¿Y la transformación de la sociedad? El sueño socialista seguirá esperando. Seguramente que esas tareas históricas el pueblo las hará sin el FMLN, porque este partido ya no sirve para eso.

Para que el FMLN recobre su capacidad de lucha, necesita pensar con la gente, desde sus necesidades no satisfechas, desde sus pobrezas y miserias, desde sus angustias y desvelos. Pero eso ya no es posible porque la dirigencia actual no lee la realidad tal como la vive la gente de abajo. No es lo mismo pensar la realidad desde una vulgar mesa en la que hay sólo frijoles y tortillas, que pensar desde una mesa fastuosa de un hotel en el que hay una diversidad de comida, como le ocurre  a la actual dirigencia del FMLN.

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