22 de enero de 2010

Pedir perdón no absuelve



El presidente Funes no puede pensar, en ningún momento, que todo el Estado ha quedado lavado de toda culpa. Incluso, en la parte final del discurso, llega a agradecer algo que no ha tenido lugar: “Gracias a las víctimas y sus familiares por recibir mi petición de perdón en nombre del Estado salvadoreño”. En esto hay precipitación y, en cierta medida, abuso.


Pedir perdón es un acto de contricción, es un enunciado que se dirige al ofendido, a la víctima. En el ámbito privado este enunciado espera respuesta. La respuesta puede ser “acepto tu pedido de perdón y te lo otorgo”. Llega la reconciliación. Pero a este pedido puede seguir un silencio pesado y luego llega la negativa de perdón. En el ámbito privado esto conduce a la separación, es el caso, por ejemplo, de los divorcios. El que ha ofendido, el que ha faltado no puede darle a su pedido de perdón el carácter de performativo(1). Qué significa esto? Un enunciado performativo es aquel con el cual el que denuncia realiza el hecho mismo a través de sus palabras. Por ejemplo, “doy por abierta esta reunión”, “te bautizo”, “te prometo”, etc. El que pide perdón no puede imponerlo, pues entonces ya no es un pedido. Considerar que este pedimiento de perdón concluye el acto, es una manera abusiva de interpretar el contenido de lo que se ha enunciado.

El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, ha pedido perdón, en su función de máxima autoridad del Estado, en nombre del Estado mismo. Lo pidió ante las víctimas, los familiares y amigos de las víctimas. Muy bien, pero la respuesta a este pedido, quién puede dársela? Quién puede atreverse a hablar en nombre de los niños masacrados, en nombre de los ancianos asesinados, en nombre de las mujeres violadas y asesinadas?

Crímenes contra la humanidad

Esto significa que el acto ha tenido y sólo puede tener un significado simbólico. Pero qué es lo que simboliza? En esto las interpretaciones pueden divergir. Estas divergencias se manifestaron inmediatamente, pues el acto fue, sobre todo, político. El presidente ha dicho lo que todos sabíamos, lo que todos sabemos: “Reconozco que agentes entonces pertenecientes a organismos del Estado, entre ellos las Fuerzas Armadas y los Cuerpos de Seguridad Pública, así como otras organizaciones paraestatales cometieron graves violaciones a los derechos humanos y abusos de poder, realizaron un uso ilegítimo de la violencia, quebrantaron el orden constitucional y violentaron normas básicas de la convivencia pacífica. Entre los crímenes cometidos se cuentan masacres, ejecuciones arbitrarias, desapariciones forzadas, torturas, abusos sexuales, privaciones arbitrarias de libertad y diferentes actos de represión. Todos estos abusos fueron ejecutados, en su mayoría, contra civiles indefensos y ajenos al conflicto”.

Tal vez lo que se ha logrado con este acto, es que con el reconocimiento de estos crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra, se admita asimismo, por parte del Estado y por primera vez, como efectivamente ocurridos. El presidente ha enunciado también su iligitimidad. Ambas cosas son de suma importancia. No obstante, repito, son actos eminentemente políticos. La negación de justicia que ha perdurado todo este tiempo, puede comenzar a retroceder. Ha retrocedido un paso, pues hasta ahora los representantes del Estado nunca reconocieron la efectividad de esos crímenes. Es decir, los hombres políticos de la derecha -que han asumido el poder político hasta hoy- no reconocían como crímenes, ni como actos ilegítimos la barbarie de la que fue víctima la nación salvadoreña.

La polémica que este reconocimiento ha suscitado se ha centrado en otro terreno, se cuestiona el derecho del presidente Funes a pedir perdón en nombre del Estado. Al mismo tiempo, al cuestionar este derecho se persiste en negar la evidencia de los hechos y su ilegitimidad.

La justicia tiene que volverse efectiva

Justamente porque hasta hoy perdura la negación de Justicia, no podemos equivocarnos en la interpretación del acto simbólico que se realizó en el décimo octavo aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz. La cuestión de la justicia se vuelve de actualidad. Reconocer los crímenes no basta. Pedir perdón no absuelve.

Las comisiones sobre las que habló el presidente no pueden remplazar a la justicia, al establecimiento de la verdad, a la verdadera reparación moral, a la real dignificación de las víctimas. No entro en el detalle de su composición y sus fines. Creo que el rector de la UCA, José M. Tojeira, en un artículo salido en el Co-Latino, ha hecho al respecto señalamientos pertinentes que comparto.

El presidente Funes pretende pedir perdón en nombre del Estado. Muy bien. Lo pide también en nombre de la Asamblea, lo pide en nombre de los órganos judiciales? No estoy buscándole la cuarta pata al gato. El presidente, cuando se trata de la ignominiosa ley de Amnistía, limita la extensión de su poder al Ejecutivo, declinando la responsabilidad de esto a los otros poderes. Levanto esta incoherencia no por afán polémico. Porque existe otro aspecto político subyacente y no enunciado cabalmente. El presidente Funes no puede pensar en ningún momento que todo el Estado ha quedado lavado de toda culpa. Incluso en la parte final del discurso, llega a agradecer algo que no ha tenido lugar: “Gracias a las víctimas y sus familiares por recibir mi petición de perdón en nombre del Estado salvadoreño”. En esto hay precipitación y, en cierta medida, abuso.

Los salvadoreños lo hemos escuchado. Pero eso no significa que hemos asistido a un acto de exorcismo colectivo. La República tiene sus órganos que fallaron durante años a sus obligaciones, que cometieron delitos y crímenes, que siguen sin coumplir hasta hoy con su deber. Y en esto incluyo, a pesar del perdón pedido, al Ejecutivo.

Ahora se trata realmente de dignificar a las víctimas dentro del cuadro de la legalidad republicana. Los crímenes no pueden quedar impunes. Ningún crimen, sobre todo los que se cometieron durante la guerra que perfectamente pueden ser catalogados como crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra. Es decir que son imprescriptibles.

Realmente no entiendo aquellos que frente a estos crímenes piden, reclaman, exigen cierta tolerancia. La justicia salvadoreña tiene que volverse efectiva.

La derecha no pide perdón

El presidente ha pronunciado una frase peligrosa al final de su discurso, pues, sin ser muy explicito, le quiere dar al pedimiento de perdón más significado del que realmente tiene y al mismo tiempo le arroja un anatema a quien no se quede conforme con el acto simbólico que presidió. Lo cito: “Este reconocimiento de procederes ilícitos, su consecuente aceptación de responsabilidad y el necesario pedido de perdón que hoy formulamos, no debe ser aprovechado por ningún sector minoritario para intentar llevar discordia y divisiones al seno de la comunidad salvadoreña”.

No podemos quedarnos conformes con un primer paso, para que las cosas sean completas hay que llegar hasta la última página, sólo entonces podemos cerrar este doloroso capítulo de nuestra historia. Exigir que la ley de amnistía sea derogada, que se erijan los tribunales necesarios y que se imparta justicia no puede ser considerado como un acto de sembrar cizaña en la sociedad salvadoreña.

El presidente nos habla insistentemente de “unidad nacional”, lo volvió a hacer en esta oportunidad. Nos habla, incluso, de que somos todos hermanos y hermanas. Vaya, qué cosa! Resulta que el presidente nos hermana de un jalón con todos aquellos que no quieren reconocer que hubo crímenes en El Salvador, que piensan que los cometieron con todo derecho, que sus criminales acciones eran en defensa de la libertad y en beneficio del país. Porque la actitud de la derecha, lo que ha expresado en sus declaraciones, no significa otra cosa. La derecha tiene sus órganos de prensa y de difusión radial y televisiva; en esos medios hasta hoy se ha defendido que el Ejército y todos los órganos represivos “defendían la libertad y los valores occidentales”. La derecha, toda la derecha, se ofusca ahora porque el presidente ha enumerado los crímenes cometidos y los ha declarado como efectivamente ocurridos.

La actitud de la derecha durante todos estos años, su reacción actual, no sólamente refuta la posible existencia de la “unidad nacional”, sino que confirma que no se arrepiente, que ella no pedirá perdón, que no lo desea, que no puede reconocer como crímenes contra la humanidad todas las fechorías que perpetraron durante la guerra. Es ese el significado de la reacción de la derecha.

En el fondo, no nos equivoquemos: la derecha sigue pensando que Funes en la presidencia es una aberración de la historia, es una usurpación de su legítimo poder. Es ilusorio, muy peligroso para las fuerzas de izquierda pensar que la derecha va a abandonar su agresividad. Para la derecha la unidad nacional ha desaparecido desde el momento en que fue derrotada en las urnas. Se volverá a restablecer la “unidad nacional” cuando de nuevo considere que el poder político esté en sus manos. Para la derecha, para la gente de la derecha, “unidad nacional” no significa otra cosa que el sometimiento de los trabajadores a los intereses económicos de la oligarquía.

Carlos Abrego
http://cosastanpasajeras.blogspot.com/

(1) Los enunciados performativos son uno de los tipos posibles de enunciados descritos por John Langshaw Austin, filósofo del lenguaje en su obra Cómo hacer cosas con palabras, en la que se recogía de modo póstumo su teoría de los actos de habla.

Austin llama enunciado performativo al que no se limita a describir un hecho sino que por el mismo hecho de ser expresado realiza el hecho. Se pueden encontrar muchos tipos de enunciados performativos, aunque entre los más comunes están aquellos que derivan de determinados verbos, como es el caso de "prometer". Cuando alguien expresa un enunciado del tipo "Yo prometo", éste no puede evaluarse en términos de verdad o falsedad. Este rasgo es lo que distingue a un enunciado perfomativo de una aseveración descriptiva, que fue el objeto de estudio del Movimiento Verificacionista. En efecto, no se trata de evaluar la sinceridad del locutor, puesto que eso excede los límites del análisis lingüístico. El hecho de prometer se realiza en el instante mismo en el que se emite el enunciado, no se describe un hecho, sino que se realiza la acción.


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16 comentarios:

  1. Anónimo4:22 a. m.

    DON CARLOS: PEDIR PERDÓN DE CORAZÓN ES ALGO TAN SUBLIME E INDESCRIPTIBLE EN TODOS LOS IDIOMAS Y DIALECTOS TERRENALES.

    PEDIR PERDÓN DE CORAZÓN Y NO SER PERDONADO POR EL OFENDIDO, CAMBIA POR COMPLETO EL PANORAMA SICOLÓGICO DEL OFENSOR; PUES ÉSTE SE VUELVE EL HÉROE Y AQUÉL EL VILLANO.

    FUNES, DE BUENA FE, --SUPONEMOS--, PIDIÓ PERDÓN A TODA LA NACIÓN SALVADOREÑA. EL SEÑOR PRESIDENTE DE CUALQUIER PAÍS NO ES MAGO DE OZ PARA RETORNAR AL PASADO Y DEJAR TODO COMO ESTABA HASTA 1992; --AÑO EN EL CUAL INICIÓ LA FUNESTA GUERRA CIVIL NUESTRA AL SERLE ARREBATADA LA PRESIDENCIA A LA "UNIÓN NACIONAL OPOSITORA" (UNO); INICIÓ CON EL ASESINATO DE UN OLIGARCA APELLIDADO REGALADO DUEÑAS.

    PEDIR PERDÓN EN ESTE CASO NO SÓLO ES UN ACTO DE CONTRICCIÓN POLÍTICA, MUCHO MENOS RELIGIOSO; ES, CARLITOS, PERO TÚ NO LO DICES: INICIO DE LA VERDADERA RECONCILIACIÓN NACIONAL. LUEGO VENDRÁ LA DEROGACIÓN DE LA MONSTRUOSA LEY DE IMPUNIDAD; BÚSQUEDA DE TANTOS DESAPARECIDOS: NIÑOS Y ADULTOS; INDEMNIZACIONES ECONÓMICAS A LAS PRINCIPALES VÍCTIMAS DEL GENOCIDIO DEMÓCRTA CRISTIANO Y ARENERO, QUIENES SON RESPONSABLES DE HABER CONVERTIDO EN JAURÍA AL EJÉRCITO SALVADOREÑO Y A PARAMILITARES, ETC.

    RAMÓN F CHÁVEZ C.-

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  2. Anónimo7:39 a. m.

    "Para la derecha, para la gente de la derecha, “unidad nacional” no significa otra cosa que el sometimiento de los trabajadores a los intereses económicos de la oligarquía".....

    Y lo más triste es que para muchos trabajadores, asi "es como debe ser"

    Los pueblos tienen el gobierno que merecen, porque somos nosotros los que los eleginos, somos nosotros los que nos dejamos embaucar...

    Si bien es cierto que el pedir perdón es un acto simbólico y político, también es cierto que es importante hacerlo porque le da un poquito de dignidad a los familiares de las víctimas. Si éstos quieren perdonar o no, es cosa de ell@s, yo, personalmente, decido perdonar y dicho sea de paso, creo, que a pesar de ciertas situaciones, Mauricio Funes es un buen presidente (al menos hasta el momento)...

    Gracias por el post


    Mireya

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  3. Anónimo8:33 a. m.

    Con pedir perdon, no se soluciona nada. Eso es algo subjetivo. El Salvador lo que necesita es meter a la carcel a tanto ladrón, que se han hecho millanarios robando los bienes del pueblo. Mientras esto no se de jamás van a cambiar las cosas. POR EN EL sALVADOR; LA DELINCUENCIA Y LA CORRUPCION HAN SOBREPASADO SUS LIMITES. En la delincuencia para nadie con dos dedos de frente, es un secreto, aquí poderosos intereses económicos.
    A MARIONA LOS CUATRO EXPRESIDENTES LADRONES DE ARENA.

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  4. Anónimo9:11 a. m.

    Precisamente, para la derecha la unidad nacional es la unidad de los explotadores en contra de las mayorías, pero sobre eso hay que buscar la unidad, sin espectativas mas alla de las posibles. Los ricos con los ricos y la solidad de los pobres que es lo más importante.
    Estoy totalmente de acuerdo con el señor Carlos Abrego que no tiene sentido un esfuerzo del presidente de hermanamiento si no hay justicia. Mauricio Funes y sus inteligentes asesores deben de terminar con esa farsa de buscar la unidad sobre heridas aun abiertas. No porque se decrete algo va a suceder. Es verdad que al perdir perdón por los crimenes cometidos se acepta entonces que los hubieron, eso es mucho, no estamos mintiendo. Hay una inteligencia colectiva que reconoce que mencionarlos es restaurar la integridad de buenos salvadoreños a los familiares y amigos que lucharon por un mundo mejor, pero no somos tontos, eso no sustituye los juicios.
    Para darle vuelta a la página de la historia y decir con orgullo que se ha hecho justicia debe este gobierno emprender el camino legal.
    Hasta cuando va a entender el señor presidente que además de sus buenas intenciones hay procesos que deben asumir. No hay otra, es solo uno el camino a la reconciliación.

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  5. Anónimo12:31 p. m.

    Y asi como esta ahora la asamblea, puede el fmln derogar la ley de amnistia? o es una ley que solo el presidente puede derogar? que alguien me explique por favor! Muchas Gracias

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  6. Anónimo4:50 p. m.

    Vean esta noticia, en el fondo no suena tan descabellada:
    http://www.peru.com/noticias/portada20100119/76627/Gobierno-venezolano-dice-que-Estados-Unidos-provoco-terremoto-en-Haiti

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  7. Anónimo5:37 p. m.

    Queremos hechos "DON MAURICIO FUNES"
    si quiere en verdad que en este pais exista la paz, y que las heridas cicatricen, cumpla lo que nos prometio, ya en nuestros corazones o sea en los del pueblo, empieza una fogata de coraje por las cosas MALAS que usted esta haciendo en contra de los que lo tenemoss tomando licor fino y con guaruras...
    derogue esa infame ley de amnistia que es el escudo que protege a los asesinos de miles, y miles de salvadoreños, en cuenta su hermano;
    no se acobarde, y sobretodo no nos traicione..

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  8. Anónimo7:15 p. m.

    los que tienen que pedir perdón son otros, los autores materiales e intelectuales de las masacres y la represión, me da risa com escriben sobre ese perdón, no se vale, incluso están en los actos, a lo mejor riendose internamente, por esa broma de mal gusto o sea que los parientes de los muertos que perdonen a funes, por favor.

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  9. Anónimo9:38 p. m.

    Parece que Funes está copiando a Obama otra vez. Éste ha hecho varios señalamientos públicos al efecto de que "América" ha cometido errores: en una entrevista con Al Arabiya, en Francia, en Cairo, y en Trinidad y Tobago. Cuandó la confesión no se refería al gobierno de Bush, se refería a otros presidentes anteriores que no nombraba. Funes tampoco precisó nombres o cargos. Esencialmente reconoció lo que todo el mundo ya sabía, no para que se empezara a hacer justicia, sino para que su declaración sustituyera a la justicia. ¿Qué cosa más fácil que decir que se cometieron crímenes? Y luego advertir a las víctimas que no se atrevan a pedir que se haga algo sustancial, es el colmo de cinicismo.

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  10. Anónimo3:11 a. m.

    No estamos en una epoca para pedir perdon por los crimenes cometidos po la oligarquia durante durante el conflicto que vivio el pais antes de los acuerdos de paz. Estamos en una epoca de comenzar a castigar a los culpable de quienes se saben sus nombres y apellidos y algunos de ellos ya estan siendo procesados en cortes afuera de nuestras fronteras por crimenes de lesa humanidad. La medida es superflua y superficial y no logra mas que el rechazo inmediato de las victimas y hacer notar la ingenuidad revestida de arrogancia del manadatario quien ha sido mal asesorado. Esta bien. Se sabe que muchos jefes de estado y primer ministros han pedido perdon por las atrocidades cometidas en contra de habitantes naturales de ciertos paises como por ejemplo en contra de los indios norteamericanos en Canada, la gente Maori en Nueva Zelandia y los Aborigenes en Australia, para citar algunos casos. Pero esas atrocidades fueron cometidas por generaciones pasadas y los ejecutores de los hechos no existen mas. Mediante estos procesos se trata de curar heridas que han permanecido abiertas durante un largo tiempo y no existe otra forma practica que reconocer los errores pasados y cerrar en buena medida resentimientos y traumas de los descendientes de las victimas asi como de los grupos de la poblacion ofendidos por lo causado a sus ancestros. Pero el perdon del presidente Funes es risible simple y sencillamente porque los hechores estan vivos y andan sueltos a sus anchas; todavia formando parte de partidos politicos o militares en retiro. Pedir perdon en estas circunstancias es risible y tonto. Funes ha sido mal asesorado y su perdon se quedadara con el y para mismo y no trascendera porque las victimas y el verdadero pueblo lo que reclama a gritos es justicia. Los criminales no han muerto en su totalidad y es estupido pedir perdon a nombre del gobierno sin intentar siquiera hacer justicia. saludos

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  11. Anónimo10:27 a. m.

    Yo creo que FUNES, a hecho parte de lo que tiene que hacer, en nombre del estado pide perdón; también hay que ver el resarcimiento moral y económico de las victimas; y aprovechar para solicitar a la asamblea legislativa reforme la ley de la carrera administrativa hecha a imagen y semejanza de Norman Quijano, que otras alcaldesas supuestamente rojas han utilizado a su favor como la de Ayutuxtepeque. Sería bueno que esta alcaldesa también pida perdón al municipio de Ayutuxtepeque por sus CRAZOS ERRORES Y ATAQUES A INDEFENSAS MUJERES DESPEDIDAS.

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  12. Para todas las clases dominantes EL PODER, es suyo y de nadie mas. Los Reyes o Tzares NO querian compartir el poder con la burguesia emergente, y sin embargo fueron derrotados y fusilados o decapitados.Los Reyes inteligentes (Inglaterra, Suecia) hoy viven un retiro parasitario bien cachinbon y le sedieron por las buenas el poder a la burguesia. Ahora en el capitalismo salvaje, las burguesias-oligarquias consideran EL PODER como de su propiedad, y en El Salvador no lo quisieron compartir nunca ni con el PAR, ni con la UNO en las elecciones con Duarte (1972) y luego con el Cnel. Claramount (1977). Estas dos ultimas elecciones fueron ganadas por la UNO, pero el poder militar-oligarquia lo negaron a sangre y fuego: y vino la GUERRA. Los asesinatos de Monsenor Romero, de los sacerdotes Jesuitas, las masacres durante el sepelio de Mons. Romero, las Masacres en la Iglesia el Rosario (77), las masacres del Mozote,los secuestros, torturas y ejecuciones selectivas etc. fueron ejecutadas por la derecha arenera y sus escuadrones de la muerte quienes jamas han pedido ni pediran perdon,porque como dice Carlos Abrego lo hicieron para preservar SU PODER, que segun ellos es SOLO SUYO por obra y gracia del Espiritu Santo, y Dios Todopoderoso. Funes para la oligarquia claro es una aberracion y estan tratando de jalarselo, de entuturutarlo, con cantos de sirena y quien sabe si con money. Por la plata baila el mono o sea poderoso caballero es don dinero. Ojala que Funes y su sequito sean honestos y no sean tentados por el diablo con vestido de ARENA. Y ojala tambien que los del Frente sean honestos. Amen.Ricardo

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  13. Estimado Carlos Ábrego: muy acertadas las palabras de su artículo; sin embargo, y haciendo uso también de los porcentajes, estoy de acuerdo con usted sólo en un 95%. El otro 5% lo guardo para decirle que no hay que restarle importancia al pedido de perdón que hizo Mauricio Funes. Aunque lo que dijo sobre las atrocidades que se dieron durante la guerra era algo que ya todos sabíamos, también el que lo haya dicho un Presidente en un acto público fue algo inédito en nuestra historia. Muy importante también fue la solicitud de perdón por parte del FMLN, a través de Salvador Sánchez Cerén. Lo que quiero decir es que pedir perdón como primer paso para alcanzar la justicia que tanto anhelamos los salvadoreños ha sido algo muy importante. Ese reconocimiento público y oficial de tanta barbarie, respalda de alguna manera los subsecuentes e inevitables llamados de justicia que las víctimas han estado haciendo durante tantos años, llamados de justicia que estoy seguro seguirán.

    En la parte del 95 % en que estoy de acuerdo con usted me gustaría recalcar que, como lo escribimos en LA ESQUINA DE ÉRIKA Y ÓSCAR, «lamentamos, eso sí, la falta de análisis de autoconciencia que sólo demuestran la soberbia y la insensibilidad egoísta de quien no quiere que el país progrese para todos, y las expresiones tan negativas por parte de algunos sectores de la derecha, como la referida por el ex Presidente salvadoreño y actual miembro de ARENA, Armando Calderón Sol, quien dijo –refiriéndose al pedido de perdón-: “Yo lo interpreto como algo sin mayor trascendencia, porque no tiene por qué pedir perdón el Estado” ».

    Lo cual implica tácitamente que la derecha se reserva el derecho de volver a utilizar, cuando así lo necesite, lo mismos métodos sucios y violentos del pasado, lo cual es muy triste y decepcionante. Por eso creo también, Carlos, que es muy acertada la conclusión de su artículo.

    Gracias por permitirme opinar.

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  14. Para todas las clases dominantes EL PODER, es suyo y de nadie mas. Los Reyes o Tzares NO querian compartir el poder con la burguesia emergente, y sin embargo fueron derrotados y fusilados o decapitados.Los Reyes inteligentes (Inglaterra, Suecia) hoy viven un retiro parasitario bien cachinbon y le sedieron por las buenas el poder a la burguesia. Ahora en el capitalismo salvaje, las burguesias-oligarquias consideran EL PODER como de su propiedad, y en El Salvador no lo quisieron compartir nunca ni con el PAR, ni con la UNO en las elecciones con Duarte (1972) y luego con el Cnel. Claramount (1977). Estas dos ultimas elecciones fueron ganadas por la UNO, pero el poder militar-oligarquia lo negaron a sangre y fuego: y vino la GUERRA. Los asesinatos de Monsenor Romero, de los sacerdotes Jesuitas, las masacres durante el sepelio de Mons. Romero, las Masacres en la Iglesia el Rosario (77), las masacres del Mozote,los secuestros, torturas y ejecuciones selectivas etc. fueron ejecutadas por la derecha arenera y sus escuadrones de la muerte quienes jamas han pedido ni pediran perdon,porque como dice Carlos Abrego lo hicieron para preservar SU PODER, que segun ellos es SOLO SUYO por obra y gracia del Espiritu Santo, y Dios Todopoderoso. Funes para la oligarquia claro es una aberracion y estan tratando de jalarselo, de entuturutarlo, con cantos de sirena y quien sabe si con money. Por la plata baila el mono o sea poderoso caballero es don dinero. Ojala que Funes y su sequito sean honestos y no sean tentados por el diablo con vestido de ARENA. Y ojala tambien que los del Frente sean honestos. Amen.Ricardo

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  15. Anónimo12:00 a. m.

    ¿Hay alguien que pueda explicar por qué Sánchez Cerén también pidió perdon por los que sufrieron por las acciones militares del FMLN? Porque parece decir que los dirigentes hicieron mal al llamar al pueblo a levantarse en armas. Tampoco entiendo eso de que los efectivos de las fuerzas armadas dieron sus vidas por el pueblo. Esto está en el bolitín de la comisión política, que reproduce el discurso de Sanchéz Cerén durante la conmemoración de los acuerdos de paz.

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  16. Anónimo10:09 a. m.

    La comision de la verdad dice que el FMLN es responsable del 5% de errores cometidos en la guerra, que tuvieron como resultado muertes evitables. Claro, ahi se echa en cuenta los asesinatos de los alcaldes pedecista en el oriente del pais. Sin embargo hay que subrayar que esos asesinatos fueron ordenados por los comandantes del ERP, entre ellos Ana Guadalupe Martínez, quien recientemente expresó que ella siempre aspiró a ser miembro de ese partido. Paradójico, no?

    No hay que olvidar tambien, Diana, que la soldadezca no eran "profesionales", como un Guardia Nacional o un Policía de Hacienda. Los soldaditos eran reclutados a la fuerza y eran lavados del cerebro y programados para matar. Ellos, a pesar de su error, iban a la guerra pensando en defender "los puntos cardinales" y la "sagrada patria", como les gritaban los jefes.

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