20 de febrero de 2012

La clase media muere de inanición

Vapuleada por poetas y libertinos, idolatrada por moralistas, destinataria de los discursos de políticos, papas, popes y cuantos se suben alguna vez a un púlpito en busca de votantes o de adeptos, adulada por anunciantes, recelosa de heterodoxias y huidiza de revoluciones, santo y seña del llamado centro político, pilar de familias y comunidades, principal sustento de las Haciendas públicas y garante del Estado de bienestar, la clase media tiende a proletarizarse y a desaparecer.



Por Gabriel Otero*

No nacimos monarcas, ni nobles, ni terratenientes para tener resuelta la vidorria y reservar, previo pago de indulgencias, una nube en el paraíso. Tampoco nos heredaron títulos nobiliarios, krugerands o diamantes sudafricanos, ni de chiste unas hectáreas en las Highlands de Escocia, ni siquiera unas finquitas de café en Apaneca.

A ninguno de ellos, a la cúspide de la pirámide social, se les aplicó el castigo divino de ganarse el salario con el sudor de la frente, su sangre siempre ha sido roja y espesa como la de todos.


Los empresarios se cuecen aparte, la abundancia es acaparada por las corporaciones, ¿cómo democratizar algo que es perverso en sí?, la dignidad del trabajo es un alma en pena en el limbo de la especulación.

La lucha por los derechos laborales está a la baja en la espiral de la historia, hoy la clase media, la sustancia esencial y mediadora de cualquier sociedad está a punto de expirar.

La pobreza, gorda y voraz, crece exponencialmente nulificando poderes adquisitivos sin importarle que hayamos estudiado veinte o treinta años y que tengamos familias que mantener.

Su magnitud es mundial, ahorita se puede tener un empleo, dentro de unas horas quién sabe, por eso hay que estar listos para partir y tener guardadas un par de cajas y acomodar las pertenencias en caso de despido porque mañana la seguridad de la empresa nos impedirá la entrada y nos tratará como apestados y potenciales espías de secretos públicos.

Hablar de indemnización es fuera de lugar puro, ¿se puede exigir algo inmerecido si sólo hemos pasado doce o trece horas diarias en el trabajo durante los últimos veinte años?, demanda inadmisible per se, un asalariado honesto siempre trae la camiseta puesta, come y duerme con ella.

La postura de la empresa es clara, utiliza la experiencia mientras sea rentable si no la desecha como triturar documentos, se lleva a la calle vidas enteras, pero esos son detalles menores, bajas previsibles, ausencias que se cubrirán al minuto por suspirantes baratos.

¿Y la familia? a la mujer la vemos porque dormimos con ella, y platicamos con los niños cuando los llevamos a la escuela, tan grave lacera la realidad que las mismas empresas instauran las noches familiares, no les conviene que la mente de sus empleados divague en algo distinto a producir.

Es el capitalismo en su peor cara y la clase media muere de inanición, quieta, sacrificada, pensante, solamente silenciosa y gritona. 

*Salvadoreno radicado en Mexico.

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3 comentarios:

  1. Al neoliberalismo sionista y descarado, mundial o local salvadoreño-guanaco, sólo le interesa estafar por una "cora" o menos, a la fuerza laboral e intelectual del obrero y del pensante; pues, el pensante o intelectual de clases medias económicas, a lo sumo gana dos salarios mínimos mensuales o sea U$S400ºº que ni para cubrir la mínima canasta básica le alcanza, obligándose la esposa a buscar empleo para medio ajustar U$S600ºº que, al haber 03 hijitos, tócanle a cada uno de cinco miembros la ridícula suma mensual de U$S120ºº para: alimentación precaria, salud infra humana, educación incompleta, vivienda mínima, ropa de USA2, Cero en diversiones sanas, etcétera.

    Al obrero le va mucho peor, porque el infeliz hogar proletario con mismo número de integrantes, sólo gana la mitad del hogar constituido por el intectual esclavizado por neoliberalismo ladrón y estafador.

    Bien lo afirma el filósofo alemán Friedrich Nitzsche en su libro "El Anticristo": El cristianismo es la religión de esclavizados o atemorizados por el Nihilismo o la Nada.

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  2. Anónimo10:02 p. m.

    es triste ver que realmente sobre lo que trata este articulo es una cruda realidad, hace veinte años atras el poder adquisitivo de la clase media era muy superior de lo que es hoy en dia, entre la clase media se podia contar a profesionales, microempresarios, y otros que tuvieran mayores ingresos que los empleados con salario minimo.
    Pero despues de veinte años de politicas neolibelares entre las cuales las mas nefastas son las privatizaciones, la dolarizacion, el desempleo, el narcotrafico y las maras para garantizar el perfecto desempeño de este sistema corrupto.
    todo esto ha encarecido la vida y es logico pensar que despues de que acabaron con la clase campesina, artesana, y han llevado a muchas personas a la miseria, a otras las han obligado a irse del pais, ahora es el turno de la clase media es la ultima que le falta exprimir a la burguesia parasita y sacarle hasta el ultimo dolar y despojarla de su ultimo aliento de vida, cuando esto pase habra una crisis muy profunda del capitalismo porque sera cuando se llegue al limite en que la burguesia se quedara con todo y todas las demas clases quedaran arruinadas e incapaces de generar mas riqueza de la cual pueda robarsela la burguesia imperialista

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  3. Anónimo9:41 a. m.

    "El pez más grande se come a los chicos". Este popular adagio se está haciendo efectivo... Al leer la opinión anónima de ayer a 08:02pm, de inmediato se vino a mi mente tal adagio. Trataré de explicarme o darme a entender: En El Salvador de 1821, el criollo medio humillado logró su independencia del peninsular; pues éste, el peninsular tiburón chico, estaba siendo devorado por el tiburón blanco francés llamado Napoleón Bonaparte allá en la ¿madre patria? europea; mientras, la "pérfida albión" estaba al hececho, junto con el tiburoncito de entonces, EEUU ahora, para tragarse despojos o carroña colonial de españoles peninsulares; por supuesto, en connivencia de criollos apátridas como lo fue el "benemérito" padre de la patria y falso arzobispo guanaco llamado "josé matías delgado" quien, en compañía de similar de nombre "josé manuel arce", con otra pareja más, navegaron hasta Wáshington para entregarnos a la perfidia más sanguinaria conocida hasta ahora.

    Así puede pasar, en muy corto plazo, a este "vulgarcito" de América: los tiburoncitos criollos actuales, léase; Poma, simán, Dueñas, Regalado, Salume y poquitos más, remanente del criollo decimonónico, constituyentes después de la con asco recordada oligarquía de las "catorce familias" salvadoreñas y ladronas guanacas (1879), quienes ya se hartaron a clases bajas y medias salvadoreñas. Ahora o mañana, estos tiburoncitos caníbales guanacos ya mencionados, serán, sin misericordia alguna, engullidos por la orca o súper tiburón sionista transnacional: bill gates, carlos eslim, vanderbildt, roquefeler, reina isabel II, agneli, el papado, y pocos más; pues, con venta de bancos guanacos ladrones a la mafia narcotraficante colombiana, ese festín carroñero está iniciándose.
    Chichipate Cañaverales.-

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