En cierta ocasión en que visité Canadá para hablar sobre la economía solidaria, un viejo intelectual me manifestó: "Lo que necesitamos para cambiar este mundo es actuar with heart, with head y whit hand!" (con el corazón, la cabeza y las manos). Ahora que lo recuerdo, y a raíz de los sucesos actuales, veo cuanta razón había en su planteamiento. Necesitamos indignarnos, lo cual tiene que ver con nuestros sentimientos, con el corazón. Pero la indignación exige el comprender la razón, el por qué de aquello que nos indigna, y para ello necesitamos hacer uso de nuestro cerebro, de nuestra mente. Pero de muy poco servirá la indignación y la comprensión de las causas que nos han llevado a indignarnos, si no hacemos nada para cambiar la realidad, esa que motiva nuestra indignación. Pues bien, de eso trata este artículo y, en cierta forma, buscamos a su vez, fastidiar a los neokeynesianos y socialdemócratas quienes con sus recetas de ¨alta cocina¨ pretenden alargarle la vida al sistema. Dedicado también a cierta izquierda acomodaticia y pusilánime que no se atreve a proponer soluciones radicales. Y, por supuesto, animar y animarnos a quienes somos consecuentemente anticapitalistas!
1. La indignación
Ciertamente es necesario indignarse ante las injusticias, ante las arbitrariedades, ante la destrucción del planeta, ante la cultura patriarcal, ante la pérdida de la vivienda, del trabajo, de los onerosos intereses de las tarjetas de crédito, ante la necesidad de servicios de salud y de educación gratuitos y de calidad, ante la opulencia y el despilfarro de los ricos, ante la desinformación de los grandes medios de comunicación, ante los bombardeos de la población civil indefensa, ante la destrucción de la Amazonia, ante el hambre de los pueblos del Tercer Mundo, ante el derroche de los recursos energéticos, ante el encarecimiento del precio de los alimentos, ante el uso de transgénicos, ante la explotaciones mineras, ante el uso de la energía nuclear, ante la caza de ballenas, ante la mendicidad, ante la corrupción, ante el irrespeto a los derechos humanos, ante el bloqueo a Cuba, ante la muerte de niños y adultos por inanición, ante la extinción de especies animales y vegetales, ante la farsa de las elecciones y los políticos, ante el engaño de la democracia, etc. etc. Pero mientras no comprendamos las causas, mientras no vayamos a la raíz última de toda esa problemática, será muy poco lo que podamos hacer.
2. La comprensión
Si un sistema socioeconómico no es capaz de garantizar la reproducción material y espiritual de las personas, si no es capaz de asegurar la equidad de género, si no es capaz de preservar la naturaleza, debería de ser obvio que es un sistema que no tiene razón de existir y que deberíamos de encontrar la forma de acabar con él y crear un nuevo sistema.
Pero es necesario que nos preguntemos: ¿por qué este sistema, el sistema capitalista, presenta tal incapacidad? Y una primera respuesta la encontramos en su racionalidad económica, la cual se reduce a la búsqueda insaciable de maximizar los beneficios, o para evitar cualquier posible equívoco, a maximizar las ganancias de los capitalistas.
Ciertamente es necesario indignarse ante las injusticias, ante las arbitrariedades, ante la destrucción del planeta, ante la cultura patriarcal, ante la pérdida de la vivienda, del trabajo, de los onerosos intereses de las tarjetas de crédito, ante la necesidad de servicios de salud y de educación gratuitos y de calidad, ante la opulencia y el despilfarro de los ricos, ante la desinformación de los grandes medios de comunicación, ante los bombardeos de la población civil indefensa, ante la destrucción de la Amazonia, ante el hambre de los pueblos del Tercer Mundo, ante el derroche de los recursos energéticos, ante el encarecimiento del precio de los alimentos, ante el uso de transgénicos, ante la explotaciones mineras, ante el uso de la energía nuclear, ante la caza de ballenas, ante la mendicidad, ante la corrupción, ante el irrespeto a los derechos humanos, ante el bloqueo a Cuba, ante la muerte de niños y adultos por inanición, ante la extinción de especies animales y vegetales, ante la farsa de las elecciones y los políticos, ante el engaño de la democracia, etc. etc. Pero mientras no comprendamos las causas, mientras no vayamos a la raíz última de toda esa problemática, será muy poco lo que podamos hacer.
2. La comprensión
Si un sistema socioeconómico no es capaz de garantizar la reproducción material y espiritual de las personas, si no es capaz de asegurar la equidad de género, si no es capaz de preservar la naturaleza, debería de ser obvio que es un sistema que no tiene razón de existir y que deberíamos de encontrar la forma de acabar con él y crear un nuevo sistema.
Pero es necesario que nos preguntemos: ¿por qué este sistema, el sistema capitalista, presenta tal incapacidad? Y una primera respuesta la encontramos en su racionalidad económica, la cual se reduce a la búsqueda insaciable de maximizar los beneficios, o para evitar cualquier posible equívoco, a maximizar las ganancias de los capitalistas.
Una segunda respuesta, la encontramos en su lógica operacional, la cual se fundamenta en la explotación del trabajo asalariado y en la expoliación de los trabajadores no asalariados. Esto es en la subsunción del trabajo en el capital, ya sea directa o indirecta.
Una tercera respuesta la encontramos en la necesidad que presenta el capital de acumular, lo cual tiene como resultado la concentración y centralización del capital, cuya manifestación empírica la constituyen en la actualidad las corporaciones transnacionales y, según un estudio reciente de las 43,000 corporaciones a nivel mundial, apenas 147 compañías controlan el 40% de la riqueza mundial.
Una cuarta razón la encontramos, en la necesidad que presenta el capital de incrementar su composición orgánica, a fin de elevar su productividad, lo cual tiene, al menos, dos implicaciones: primera, cada vez se demanda menos trabajadores en relación a la inversión en medios de producción o de circulación. Segunda, es que al volverse más productivo el capital insume más recursos, produce más mercancías y exige mayores niveles de consumo. Esto es que genera el consumismo, a la par que agota los recursos naturales.
Una quinta razón la encontramos en que al demandar cada vez menos trabajadores en la economía real, se genera una menor demanda, la cual temporalmente se supera con el crédito. No es casual que el capital financiero esté más interesado a ofrecer créditos para el consumo que para la producción. Pero al tener el capital industrial más dificultades para darle salida a la producción y contar con capital dinero en abundancia, acude a la inversión o a la especulación en las actividades financieras, las cuales terminan en las crisis que recién hemos visto.
Una tercera respuesta la encontramos en la necesidad que presenta el capital de acumular, lo cual tiene como resultado la concentración y centralización del capital, cuya manifestación empírica la constituyen en la actualidad las corporaciones transnacionales y, según un estudio reciente de las 43,000 corporaciones a nivel mundial, apenas 147 compañías controlan el 40% de la riqueza mundial.
Una cuarta razón la encontramos, en la necesidad que presenta el capital de incrementar su composición orgánica, a fin de elevar su productividad, lo cual tiene, al menos, dos implicaciones: primera, cada vez se demanda menos trabajadores en relación a la inversión en medios de producción o de circulación. Segunda, es que al volverse más productivo el capital insume más recursos, produce más mercancías y exige mayores niveles de consumo. Esto es que genera el consumismo, a la par que agota los recursos naturales.
Una quinta razón la encontramos en que al demandar cada vez menos trabajadores en la economía real, se genera una menor demanda, la cual temporalmente se supera con el crédito. No es casual que el capital financiero esté más interesado a ofrecer créditos para el consumo que para la producción. Pero al tener el capital industrial más dificultades para darle salida a la producción y contar con capital dinero en abundancia, acude a la inversión o a la especulación en las actividades financieras, las cuales terminan en las crisis que recién hemos visto.
Existe una sexta razón que nos permite comprender los impactos negativos en la clase trabajadora, y es que el capital busca incrementar su valorización y, a la vez, ampliar su órbita de valorización. Para lograr lo primero acude a disminuir, evadir o a eludir impuestos. Para lo segundo, promueve las privatizaciones.
Una séptima razón es que busca desvalorizar la fuerza de trabajo, la cual la logra con las privatizaciones, con las fusiones y absorciones y con la disminución del gasto público. Y adicionalmente genera una sobrepoblación relativa o, para ser más claros, un contingente de personas desempleadas o subempleadas que están dispuestas a cualquiera cosa con tal de paliar su miseria. Toda esta situación es caldo de cultivo para el narcotráfico, la delincuencia, la xenofobia y el racismo. Y, la gran paradoja, que voten por partidos de derecha facistas.
Una octava razón es que Capitalismo ha funcionalizado la cultura patriacal para su beneficio y se aprovecha de la misma para sobreexplotar a las mujeres. Las maquilas en El Salvador y en el resto del Tercer Mundo son un claro ejemplo de este fenómeno. Pero no es el único, pues en cualquier país capitalista desarrollado o subdesarrollado las mujeres tienen salarios inferiores a los hombres, por trabajos iguales.
Una novena razón tiene que ver con la degradación, contaminación y agotamiento de los recursos naturales, con la extinción de especies animales y vegetales. Para el capital, lo único que importa es la ganancia, aunque en su búsqueda loca, irracional y salvaje de la misma ponga en riesgo la vida de la humanidad.
Una décima razón tiene que ver con la alienación, con la desinformación y la robotización de los seres humanos. El capitalismo nos ha deshumanizado, nos ha hecho seres infelices, desgraciados, que ya no trabajamos para vivir sino que vivimos para trabajar. El trabajo no nos realiza y mucho menos nos hace felices.
Bien, para no alargar demasiado este escrito, pero para que hagamos de él un trabajo lo más completo posible, los animo a que añadan ustedes cuales quiera otras razones que, a vuestro juicio, debe de contener. Por mi parte pasaré al otro apartado que me he propuesto presentarles, desde el submundo para el mundo capitalista, no sin antes añadir que vivimos una época dominada por la locura del capital ficticio que doblega países, gobiernos y que precariza a los pueblos. Los grandes financistas actúan con el mismo código de la mafia: "o pagas o te mueres".
3. La acción...o la destrucción de los ídolos.
El primer ídolo que debemos derrumbar es el del capital. Todo capital es plusvalía capitalizada o trabajo no pagado. La clase trabajadora es la única que crea riqueza, aunque en este sistema sólo tenga acceso a las migajas. Pero vean ustedes cómo son las cosas: los productos del trabajo se convierten en mercancías, las mercancías se desdoblan en mercancías y dinero, el dinero deviene en capital, y el capital en su forma más abstracta se transforma en capital ficticio. Esta es su forma más fetichizada, pero es un fetiche que mata. A lo largo de la historia los pueblos han derrumbado a tales ídolos y para acabar con éste, basta con no pagar. ¿Será esto algo tan terrible como para que no lo podamos hacer? Los sumos sacerdotes nos amenazarán con toda forma de desgracias, su imaginación no tiene límites para pintarnos un mundo trágico, pero la razón es que nos quieren seguir manteniendo doblegados, sumisos, explotados y expoliados.
El segundo ídolo que es preciso derrumbar es el del poderío militar que dirige y controla, obviamente, el capital. O, si ustedes así lo prefieren, las 147 super corporaciones que han privatizado el planeta y al hacerlo nos han privado al resto de la humanidad de cualquier posibilidad de vida digna. Ustedes seguramente dirán: ¿Quién puede detener el poderío militar de USA, de la UE, de Japón, de Rusia o de China? Cuando existía la URSS, la cosa era diferente, pero ahora! Hay una frase en nuestros pueblos ‘subdesarrollados’, como nos ven los del primer mundo, que tiene mucho de verdad: Solo el pueblo salva al pueblo.
Pues bien, los pueblos están comprendiendo que sus mandatarios, que los políticos, que los medios de comunicación, que los tribunales de justicia, que la libertad, que la democracia, que las elecciones, que los derechos humanos, que la ONU, etc., no responden a los interés de las mayorías populares y que han sido estafados. No hay cosa que indigne más a la gente que la tomen por idiotas. Y es, precisamente, ante esta realidad, cuando el capitalismo se ha desnudado, cuando estamos viendo a los burgueses con sus vientres pronunciados y las huellas de tantas cirugías estéticas que se han realizado, que el pueblo, la clase trabajadora, las mayorías populares optan por la desobediencia civil, como primera medida. Recuérdese lo que logró Ghandi ante el poderoso imperio de su época, o las luchas de Martin Luther King en USA, o las protestas contra la guerra en Viet-Nam. La Historia está pletórica de ejemplos. Los pueblos, por muy sometidos que estén, lo único que no pierden nunca es el derecho desobedecer órdenes. ¿Qué harán los generales ante la insubordinación de la tropa?
Una séptima razón es que busca desvalorizar la fuerza de trabajo, la cual la logra con las privatizaciones, con las fusiones y absorciones y con la disminución del gasto público. Y adicionalmente genera una sobrepoblación relativa o, para ser más claros, un contingente de personas desempleadas o subempleadas que están dispuestas a cualquiera cosa con tal de paliar su miseria. Toda esta situación es caldo de cultivo para el narcotráfico, la delincuencia, la xenofobia y el racismo. Y, la gran paradoja, que voten por partidos de derecha facistas.
Una octava razón es que Capitalismo ha funcionalizado la cultura patriacal para su beneficio y se aprovecha de la misma para sobreexplotar a las mujeres. Las maquilas en El Salvador y en el resto del Tercer Mundo son un claro ejemplo de este fenómeno. Pero no es el único, pues en cualquier país capitalista desarrollado o subdesarrollado las mujeres tienen salarios inferiores a los hombres, por trabajos iguales.
Una novena razón tiene que ver con la degradación, contaminación y agotamiento de los recursos naturales, con la extinción de especies animales y vegetales. Para el capital, lo único que importa es la ganancia, aunque en su búsqueda loca, irracional y salvaje de la misma ponga en riesgo la vida de la humanidad.
Una décima razón tiene que ver con la alienación, con la desinformación y la robotización de los seres humanos. El capitalismo nos ha deshumanizado, nos ha hecho seres infelices, desgraciados, que ya no trabajamos para vivir sino que vivimos para trabajar. El trabajo no nos realiza y mucho menos nos hace felices.
Bien, para no alargar demasiado este escrito, pero para que hagamos de él un trabajo lo más completo posible, los animo a que añadan ustedes cuales quiera otras razones que, a vuestro juicio, debe de contener. Por mi parte pasaré al otro apartado que me he propuesto presentarles, desde el submundo para el mundo capitalista, no sin antes añadir que vivimos una época dominada por la locura del capital ficticio que doblega países, gobiernos y que precariza a los pueblos. Los grandes financistas actúan con el mismo código de la mafia: "o pagas o te mueres".
3. La acción...o la destrucción de los ídolos.
El primer ídolo que debemos derrumbar es el del capital. Todo capital es plusvalía capitalizada o trabajo no pagado. La clase trabajadora es la única que crea riqueza, aunque en este sistema sólo tenga acceso a las migajas. Pero vean ustedes cómo son las cosas: los productos del trabajo se convierten en mercancías, las mercancías se desdoblan en mercancías y dinero, el dinero deviene en capital, y el capital en su forma más abstracta se transforma en capital ficticio. Esta es su forma más fetichizada, pero es un fetiche que mata. A lo largo de la historia los pueblos han derrumbado a tales ídolos y para acabar con éste, basta con no pagar. ¿Será esto algo tan terrible como para que no lo podamos hacer? Los sumos sacerdotes nos amenazarán con toda forma de desgracias, su imaginación no tiene límites para pintarnos un mundo trágico, pero la razón es que nos quieren seguir manteniendo doblegados, sumisos, explotados y expoliados.
El segundo ídolo que es preciso derrumbar es el del poderío militar que dirige y controla, obviamente, el capital. O, si ustedes así lo prefieren, las 147 super corporaciones que han privatizado el planeta y al hacerlo nos han privado al resto de la humanidad de cualquier posibilidad de vida digna. Ustedes seguramente dirán: ¿Quién puede detener el poderío militar de USA, de la UE, de Japón, de Rusia o de China? Cuando existía la URSS, la cosa era diferente, pero ahora! Hay una frase en nuestros pueblos ‘subdesarrollados’, como nos ven los del primer mundo, que tiene mucho de verdad: Solo el pueblo salva al pueblo.
Pues bien, los pueblos están comprendiendo que sus mandatarios, que los políticos, que los medios de comunicación, que los tribunales de justicia, que la libertad, que la democracia, que las elecciones, que los derechos humanos, que la ONU, etc., no responden a los interés de las mayorías populares y que han sido estafados. No hay cosa que indigne más a la gente que la tomen por idiotas. Y es, precisamente, ante esta realidad, cuando el capitalismo se ha desnudado, cuando estamos viendo a los burgueses con sus vientres pronunciados y las huellas de tantas cirugías estéticas que se han realizado, que el pueblo, la clase trabajadora, las mayorías populares optan por la desobediencia civil, como primera medida. Recuérdese lo que logró Ghandi ante el poderoso imperio de su época, o las luchas de Martin Luther King en USA, o las protestas contra la guerra en Viet-Nam. La Historia está pletórica de ejemplos. Los pueblos, por muy sometidos que estén, lo único que no pierden nunca es el derecho desobedecer órdenes. ¿Qué harán los generales ante la insubordinación de la tropa?
Luego vienen las otras acciones que han ido madurando en las concentraciones, en las tomas de parques y plazas, en las reuniones, en las discusiones, en las comunicaciones interpersonales, porque de lo que se trata es de que rueden por el fango los ídolos que nos han dominado y aparezcan otras acciones de resistencia: no trabajar, no comprar, no pagar, no reprimir, no votar, apagar los televisores y las radios, no leer los periódicos, y optar por articularse masivamente en las redes sociales vía internet.
La segunda parte de la acción: la creación.
Ocupar parques y plazas estuvo bien para elevar la conciencia revolucionaria, pero de lo que ahora se trata, lo que ahora procede es ocupar fábricas, bancos, empresas comerciales, supermercados, aeropuertos, hospitales, universidades, estaciones de policía, destacamentos militares, oficinas gubernamentales. Se trata de ocupar todo. Los trabajadores y trabajadoras deben asumir el control de la sociedad en su totalidad.
En un primer momento, para sobrevivir se impone el trueque y poco importará el origen de lo que usted esté dispuesto a intercambiar, mucho menos el valor comercial, las cosas se verán como lo que son: valores de uso, objetos que satisfacen necesidades.
En un segundo momento, se crearán las empresas autogestionarias en cualquier ámbito de la actividad económica, ya sea en la producción de bienes materiales o inmateriales. La economía se orienta hacia una actividad social en beneficio de la sociedad. Una sociedad que practica la austeridad en el consumo, no como una virtud sino como una necesidad. Necesidad de satisfacer su reproducción material y espiritual, pero a su vez con la necesidad de preservar los ecosistemas que sustentan la vida, cualquier tipo de vida.
En un tercer momento y cuando se tenga el control de la sociedad fruto de la organización, la autogestión, la cooperación y la solidaridad, se comenzará el proceso de construcción de la Nueva Sociedad: la Sociedad Solidaria. Viviremos en una sociedad austera, a fin de satisfacer las necesidades de todos los humanos, a la vez que se preserve el entorno natural que lo sustenta.
Las diferencias sociales: raza, religión y género serán superadas. Si bien los seres humanos no somos iguales, la desigualdad no debe de ser motivo de discriminación, sino de respeto, e, incluso, de admiración.
En una sociedad solidaria, o si usted prefiere llamarle, en una Sociedad Comunista, las relaciones de poder y de propiedad desaparecerían. El poder pasaría a ser reemplazado por la solidaridad y la propiedad, por la tenencia.
Para finalizar este escrito, debo de citar algo que ya sostuve en otra ocasión. Dos cuestionamientos que suelen ser tradicionales cuando se realiza cualquier tipo de propuesta son los referidos a la viabilidad y a la factibilidad, con el agravante que suelen usarse en el mismo sentido y con la misma intencionalidad: esto es lo inútil, lo inoficioso y lo sin sentido que resulta andar haciendo propuestas utópicas. Y calificar de utópico a algo significa descalificarlo a priori. A la utopía -al realismo utópico, diríamos nosotros- se contrapone el falso realismo pragmático, el cual no es realista, ni pragmático, ya que, sencillamente, se trata de una modalidad de conservadurismo interesado.
En un segundo momento, se crearán las empresas autogestionarias en cualquier ámbito de la actividad económica, ya sea en la producción de bienes materiales o inmateriales. La economía se orienta hacia una actividad social en beneficio de la sociedad. Una sociedad que practica la austeridad en el consumo, no como una virtud sino como una necesidad. Necesidad de satisfacer su reproducción material y espiritual, pero a su vez con la necesidad de preservar los ecosistemas que sustentan la vida, cualquier tipo de vida.
En un tercer momento y cuando se tenga el control de la sociedad fruto de la organización, la autogestión, la cooperación y la solidaridad, se comenzará el proceso de construcción de la Nueva Sociedad: la Sociedad Solidaria. Viviremos en una sociedad austera, a fin de satisfacer las necesidades de todos los humanos, a la vez que se preserve el entorno natural que lo sustenta.
Las diferencias sociales: raza, religión y género serán superadas. Si bien los seres humanos no somos iguales, la desigualdad no debe de ser motivo de discriminación, sino de respeto, e, incluso, de admiración.
En una sociedad solidaria, o si usted prefiere llamarle, en una Sociedad Comunista, las relaciones de poder y de propiedad desaparecerían. El poder pasaría a ser reemplazado por la solidaridad y la propiedad, por la tenencia.
Para finalizar este escrito, debo de citar algo que ya sostuve en otra ocasión. Dos cuestionamientos que suelen ser tradicionales cuando se realiza cualquier tipo de propuesta son los referidos a la viabilidad y a la factibilidad, con el agravante que suelen usarse en el mismo sentido y con la misma intencionalidad: esto es lo inútil, lo inoficioso y lo sin sentido que resulta andar haciendo propuestas utópicas. Y calificar de utópico a algo significa descalificarlo a priori. A la utopía -al realismo utópico, diríamos nosotros- se contrapone el falso realismo pragmático, el cual no es realista, ni pragmático, ya que, sencillamente, se trata de una modalidad de conservadurismo interesado.
Para finalizar, y ahora sí de verdad, debo manifestar que las propuestas realizadas no son fruto de mi imaginación, sino experiencias reales que han ocurrido y otras que existen vivitas y coleando. Experiencias de Economía Solidaria existen en todo el mundo, los cambios culturales que han experimentado sus integrantes son asombrosos, sus potencialidades son maravillosas en términos ambientales, de equidad de género, de realización humana, etc. Si bien, como decía Rosa Luxemburgo, no podemos hacer de la necesidad una virtud, sí que podemos hacer de la virtud una necesidad. La solidaridad la practican los pobres, no por virtuosos, sino por necesidad. Y para esta humanidad, la solidaridad es una necesidad.
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Aquiles montoya, permiteme saludarte y felicitarte por este exelente escrito es sin duda el inicio didáctico a la educación de las masas, para preparar las condiciones necesarias para la insurrección!!!...Aquiles te sugiero orientar sobre el origen de LA DEUDA!!!... El sistema capitalista desde sus inicios esta marcado con "sangre y lodo"!!!...Y es producto del robo del saqueo de los mas pobres... Los mercaderes los bolsistas modernos, como la familia ROTHSCHILD que datan desde el siglo pasado con poderes globales sobre todos los sistemas económicos del planeta controlan desde Estados Unidos la "FED" que es un banco privado de esta familia, son ellos los que después que explotan las burbujas financieras que inventan, son ellos mismos los que mandan a salvar el sistema con los famosos rescates de millones de millones que tiene que pagar el pueblo, ellos utizan a banqueros delincuentes que operan desde estructuras financieras como GOLDMAN SACHS, los cuales no son mas que las grandes máquinas de la creación de las burbujas especulativas(burbujas de las acciones tecnólogicas,la vivienda, e,t,c,)... Estos banqueros inventaron la creación de la deuda otorgando préstamos sin ningún tipo de respaldo, desde los bancos privados los bancos centrales les facultan para facilitar la deuda con los intereses que se pacten, estos bancos le prestan a la banca de consumo familiar y a los gobiernos, los estados emiten deuda apoyandose en instrumentos financieros como los bonos soberanos de deuda estatal, pero sobre todo estos ladrones inventaron los "PRÉSTAMOS DE RESERVA FRACCIONARIA", ellos los "BANCOS" generan la plata de la nada el truco esta en el fraccionamiento!!!...Por esa razón es de que somos esclavos de la deuda!!!... Contrariamente a la creencia popular el dínero que circula por el mundo "NO ES CREADO POR LOS GOBIERNOS", si no por la banca privada en forma de préstamos que es el origen de la deuda!!!... SI LOS ESTADOS IMPRIMIERAN SU MISMO DINERO ESTE INSTRUMENTO DE CAMBIO DE HACER NEGOCIOS, "NO", TENDRIA A NADIE QUE PAGARLE INTERESES!!!... Entonces es posible crear LA SOCIEDAD SOLIDARIA, de la cual nos hablas en tu exelente escrito...
ResponderEliminarSaludos,
Trompudos a estudiar el origen del capitalismo!!!...
Muy interesantes tu análisis y tus propuestas, sinceramente creo que antes de pensar en fórmulas para cambiar el mundo (algo imperativo, claro) debemos empezar por modificar la engorrosamente torcida moralidad que nos han inculcado y que tan malos resultados nos da.
ResponderEliminarEstoy consciente de el ritmo al que se está depredándose el planeta, de la asombrosa impunidad y desvergüenza con la que los dueños del capital (y su séquito de lame-esfínteres) se inmiscuyen en todos los ámbitos de nuestra existencia para manipular, podrir, estropear, coaccionar, etc, con la única finalidad de aumentar su rango de acción y, por así decirlo, su poder.
Para solucionar los problemas de la humanidad es necesario que antes se rompa el compromiso matrimonial que, como humanidad, hemos adoptado con un paradigma, un modus vivendi.
Definamos acciones puntuales y específicas en contra de este sistema hediondo y podrido hasta el tuétano, comenzando por cambiar nuestras aspiraciones, conductas y acciones, cuando éstas dañen a nuestro entorno o a nuestros semejantes. Fomentemos y defendamos un adecuado sistema de valores en el que se respete al planeta como el ser viviente que es, y al prójimo como nuestro igual, con idénticos derechos e iguales deberes. Sólo así avanzaremos en el camino evolutivo, proceso que dejó de ser meramente orgánico hace ya bastante tiempo, y garantizaremos un futuro a nuestros descendientes.
Felicidades por tu blog, da gusto saber que todavía hay gente pensante en nuestro terruño.
Saludos
La economía solidaria, una economía de sustento y sostenibilidad es lo más factible y el paso que sigue en una sociedad destruida en todos sus aspectos, sin preparación escolar por lo tanto con poca capacidad de razonar y accionar. Pero nos queda la práctica y el sentido común que es el sentido de la sobrevivencia.
ResponderEliminarEn medio del caos podemos ir poniendo orden que no nos costará ni un centavo, nos costará la organización con las tres virtudes principales HONESTIDAD, RESPETO Y RESPONSABILIDAD. Confía usted en su conciudadano?, es capaz de hacer tratos directos con sus vecinos?.
Empecemos por lo más fácil y alegre, que el cambio sea alegría, que nuestra vida sea unida a la risa como dejó escrito Julius Fucik en su libro REPORTAJE AL PIE DE LA HORCA.
Hagamos los MERCADOS DE TRUEQUES, los tianguis de sábado en las plazas de las colonias, los barrios, los cantones, las avenidas. Esto se puede organizar desde un centro social, una casa comunal, una iglesia si es posible para que de algo bueno sirva la iglesia. No hay que esperar que lo dirija un lider politico, no hay que pedirle permiso a nadie, nadie debe pagar efectivo solo canje, si yo tengo una cacerola que no uso, unos vestidos de mi hija de diez años y ya tiene trece, lo cambio por algo que me ofrezca el vecino, quizá un radio que no tengo, una manguera, un barril, pues a ver como busco lo que necesito no lo que deseo, sino lo que me va a servir, no para acumular y vender sino para darle uso, hay que evitar el gangerismo y la mentira, todo claro, parte de la Honestidad, todos en igualdad parate del RESPETO, todos dando lo que puede ser usado por otros, no basura, parte de la RESPONSABILIDAD. Tratos transparentes equivalentes y sin reclamos.
Ensayemoslo, en la escuela de arte de mi hija hacen cambio de ropa los chicos y chicas, en el internet mi hija mayor deja lo que ya no usa y recoge de otros lo que necesita.NO TODO DEBE SER COMPRADO, ESA ES LA GRAN MENTIRA DEL CONSUMISMO COMPRAR Y TIRAR, NOS HAN VUELTO MALCRIADOS E INCONCIENTES CON EL PLANETA Y EL USO ABUSIVO DE MATERIA PRIMA, NOS HAN VUELTO GASTONES COMPRAMOS POR COMPRAR. TODO SE TRATA DE DINERO, DINERO, DINERO.
NO podemos seguir asi.
ECONOMIA SOLIDARIA, SUSTENTABLE, ECOLÓGICA, RECICLABLE, COMUNAL, quiere decir la capacidad de la gente de resolver en crísis por sí misma, por social que no política.
A ver quien se atreve por este blog y se compromete a organizar en su barrio ésto, pueden ir mandando correos de qué barrio lo va a organizar, no cuesta ni un centavo se pueden poner los productos y los objetos en el suelo
AQUI Y AHORA YO DECRETO QUE SOMOS CAPACES DE CAMBIAR POR NOSOTROS MISMOS FUERA DE LA DEMOGOGIA POLITICA que ofrece y no cumple, o quieren seguir esperando como los veteranos, veinte años sin construir sus vidas, viviendo en una realidad falsa de promesas. DE LAS INSITACIONES A LA VIOLENCIA Y LA CRIMINALIDAD DIARIA, DE LAS AMENAZAS Y LOS MIEDOS DE LA DERECHA, DE LA MILITARIZACION RENOVADA DE NUESTRO PAÍS, DE LA PRESION DE LA PROPAGANDA POR MÁS CONSUMO, DE LOS PREJUICIOS SOCIALES PARA QUE NOS CONSIDEREMOS FEOS Y POBRES. DE LAS METIRAS DE LA PRENSA Y TV Y LA RADIO.
SOMOS DUEÑOS DE NUESTRO DESTINO PONGAMOS EL MOTOR EN MARCHA.
NO ESPEREMOS QUE EL CAMBIO VENGA POR LA POLITICA, EL CAMBIO VIENE POR LA CONCIENCIA, LA ACCION Y LA CIENCIA.
Videos de Estudios culturales presentan un punto de vista interesante para comprender de donde venimos y lo más importante hacia donde vamos como sociedad. No necesariamente hay que estar de acuerdo en todo lo expuesto pero pueden ser puntos para el debate. Como bien dice el artículo indignarse, comprender y tomar acción.
ResponderEliminarperdon si me equivoco, pero tiene un mensaje con olor a zurdos
ResponderEliminarLos Bancos y financieras, como se le quiera llamar, son lo mas asqueroso que existe sobre la faz de la tierra, el capitalismo desalmado e inhumano, combierte en esclavos al ser humano, esto mancomunado con el agravante que compra y somete la voluntad de los gobiernos corruptos y lacayos, permitiendole que hagan las mas tristes aberraciones (intereses exorbitantes, comisiones, cargo de uno, cargo de otro y todo cargo que se les viene en gana y, y el cliente solo tiene que decir "AMEN" por que no hay dios que nos libre de sus leyes, ya que solo las de ellos son leyes)....UNA FORMA DE PODER DEFENDERSE, ES ALEJANDOSE LO MAS POSIBLE DE ESTAS INSTITUCIONES AUTORIZADAS PARA EXTORSIONAR, NO SE DEJEN ENCANTAR POR SUS CANTOS DE SIRENA...CUANDO YA LO TIENE ATRAPADO A UNO SE COMBIERTE EN ARENAS MOVEDISAS, POR MAS QUE QUIERAS SALIR MAS TE UNDES, EN QUE YA ESTA METIDOS, QUE ES UN CHINGO, QUE TRATE DE SALIR, QUE SIMEPRE SE PUEDE Y EL QUE NO ESTA METIDO EN ESO QUE SE ALEJE LO MAS QUE PUEDA.
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