Los vendedores de almidón y alcohol se alborotan!

No voy a ahondar en lo que muchos ya sabemos, los estudios y los hechos dan cuenta que El Salvador es el país en la región latinoamericana y quizá mundial, con los precios más altos en lo que a medicamentos se refiere. Estudios recientes han develado la forma inescrupulosa en la que los cárteles de los medicamentos se han estado haciendo millonarios a costa del bolsillo de la población y de las remesas que llegan del exterior.

Como en todo hay excepciones y quizá hayan empresas responsables que hacen bien su trabajo de desarrollo de medicamentos o de importación, pero considerando los precios tan altos, no hay forma que se vislumbre algo bien hecho en esta cadena de distribución. Cadena en la que están involucrados una serie de agentes que en lugar de aportarle al producto algún tipo de beneficio, se encargan de aportarle incrementos.

Fíjate, compatriota, que solo en este país es posible y permitido que un pseudo-empresario pase de envenenar con plomo a una gran población, deje inservibles e inhabitables grandes extensiones de terreno y, luego, bien campante y sin ninguna repercusión, cambie su giro de negocio por el de la venta de medicamentos. La gente que conoce estas situaciones, me dice que muchos de los genéricos son la más descarada venta de almidón que se pueda dar. A mi que me registren!

Pero hay más tela que cortar. Solo en este país se permite que pseudo-empresarios dedicados a este comercio de las medicinas tengan como salida a sus inventarios vencidos, la venta de estos venenos a entidades estatales. Así es bien fácil convertirse en multimillonario, no crees?

Están aquellas empresas que se han enriquecido con la venta de alcohol a los “bolitos”. Aunque ustedes no lo crean, compatriotas, este nefasto negocio de embrutecer a la población es un negocio redondo.

Me cuenta un amigo que otra forma “ingeniosa” de hacer dinero en este negocio sin ningún tipo de control, es la venta de medicamentos vencidos, disfrazándolos de contrabando o falsificación. Los mismos empresarios inescrupulosos los llevan a la plaza publica y comienzan a gritar: "cachada, cachada!"

Existe un sector minúsculo, prioritariamente médicos y visitadores, que se dedica a la venta de muestras médicas. Están los funcionarios que trabajan en los hospitales de la red pública, que hacen su agosto comercializando tambien esos medicamentos. Al final de la cadena estamos vos y este servidor, que nos vemos sometidos a la voracidad de los encargados de “curarnos” nuestras dolamas.

Pero lo bonito aparece en un periódico en donde la ANEP y empresas relacionadas a este rubro están pegando el grito en el cielo por la llegada de medicamentos con fines humanitarios. Hablamos de retrovirales para el VIH, con un precio de referencia de $13.83 pero que el MINED los ha adquirido a $2.05 la unidad. Las preguntas obligadas son: quiénes ganan? Quiénes pierden?

Podríamos seguir detallando más situaciones similares, pero nos “saca la piedra” ver tanta sinvergüenzada en este sector económico, que lo mejor es entrarle a las recomendaciones.

Desde acá le apuntamos a que el estado ponga a disposición de la población los medicamentos, pero de forma expedita, oportuna, en buena calidad y cantidad, para que no tengamos, compatriotas, la necesidad de ir a caer en las manos de esos parias.

Y no hablo de papá gobierno! Es más, mejor llamémosle "nuestro hijo gobierno", ya que con nuestros impuestos cubrimos estas y otras situaciones. A la ministra de Salud le digo: mientras más gritos peguen en la ANEP cuando el ministerio compre medicamentos, mejor estará haciendo su trabajo!

Kvernicola

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