El gobierno salvadoreño tiene un solo rumbo: la derecha

"Un año perdido", han dicho algunos; "un año de mediciones", dicen otros; "un año de un gobierno de izquierda", dice la derecha. Pero qué está a la base de que este gobierno aparezca cada vez más débil y que tal amenaza ponga al borde de una crisis política a nuestro país.

En primer lugar, el gobierno está derrotado con esa idea errónea de que son un gobierno de “Unidad Nacional”, cuando las y los salvadoreños sabemos que no es así. En El Salvador nadie está pensando en construir unidad, bajo una sociedad tan abismalmente dispar, con tanta acumulación de riqueza concentrada en tan pocas manos, y con tanto empobrecimiento en los sectores populares. Quién le dijo a Mauricio Funes que la llegada de un gobierno crea por arte de magia algo que se puede construir sólamente luego de la confrontación y después de superar la extrema voracidad de los sectores transnacionales y de la oligarquía? O sucede que el presidente se estaba refiriendo a la unidad de la derecha, porque todo parece que en el seno de la derecha todo va por ese camino.

En segundo lugar, es necesario plantear que el gobierno de Funes es un aplicador más voraz de las medidas neoliberales y un peón más acérrimo de la política imperialista de Washington que, incluso, el mismo Tony Saca. Saca fue un poco digno frente a los Estados Unidos, pero Funes ha mostrado que su “pragmatismo” es, en realidad, una entrega total al rumbo desesperado de los Estados Unidos por remendar su tan destrozada política exterior y promueve al golpista “Pepe” Lobo en el SICA (Sistema de Integración Centroamericana) como quien fuera alguien digno de exaltar y necesario para la integración centroamericana. Quizás no se da cuenta que el está haciendo el trabajo más sucio.

En tercer lugar, parece que Funes juega bien con la falacia de la violencia y la criminalidad, los índices de asesinatos, si bien es cierto, son escandalosos. Pero si revisamos los homicidios de los años anteriores, estos andan en el mismo rango. En el 2009 se reportaron 4,365 homicidios, y en el 2010, con el promedio actual. se llegaría a unos 4371, según un cable de la DPA (1). Los años anteriores, las cifras han rondado esa tendencia. Según el periódico digital El Faro (2), los asesinatos en el 2006, llegaron a 3928. La “ola” de asesinatos que los medios de comunicación tanto nos recuerdan, lleva más de 8 años. En el 2002 los asesinatos llegaron a 2933, con un crecimiento proporcional año con año y la relación es correcta: a más neoliberalismo, más violencia y delincuencia.

Pero ahora la saña con la que la derecha está desarrollando su estrategia para atemorizar a las y los salvadoreños, es más atroz y ante esto el gobierno aparece bien dócil, casi necesitando actos como los acaecidos para justificar que haya más militarización de la sociedad. Por su puesto que los medios de comunicación de derecha están haciendo su mejor teatro y según una encuesta virtual de la Universidad Francisco Gavidia con la pregunta “¿Estaría de acuerdo en que se Criminalice a las Pandillas en el país?(3) , el 98.7% de los encuestados están de acuerdo. Una política más vieja, más arenera y más inefectiva que cualquier otra que se haya implementado, pero más fracasada también. La derecha feliz de seguir en su camino trazado.

A lo mejor, si el rumbo siguiera así todo fuera muy bueno, porque al final el aletargamiento de los sectores populares se disiparía de un plumazo y quedaría de nuevo al desnudo el nivel de confrontación que se había alcanzado antes de las elecciones de marzo de 2009. El problema fundamental es que la derecha es la que controla todo el escenario de nuevo, fácilmente lo recompuso, tiene un gobierno debilitado que ni si quiera el ejercito le es fiel, tiene a los militares en la calle listos para cualquier situación anómala y a los Estados Unidos más metidos en El Salvador, como jamás nunca. En ese contexto un estallido social seria menguado rápidamente.

Debemos saber que la situación extrema que vive El Salvador solo se va a lograr cambiarla con la confrontación y que si esta sociedad va a cambiar, ha ser precisamente luego de que la sociedad entera ponga contra la pared al neoliberalismo y que las fuerzas oligarcas que controlan el poder del Estado, queden como las provocadoras de esta ominosa realidad.

1] http://www.emol.com/noticias/internacional/detalle/detallenoticias.asp?idnoticia=419572

[2] http://archivo.elfaro.net/secciones/Noticias/20080602/noticias1_20080602.asp

[3] http://ufg.edu.sv/index.php

Jorge Castaneda
Tendencia Revolucionaria
 
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