El incómodo ex-ministro

Antes de escribir este comentario, quise esperar las variopintas reacciones que se han expresado alrededor de la renuncia del ahora ex ministro de agricultura y ganadería, Lic. Sevilla. La mayoría de ellas han significado un franco apoyo al ex funcionario. Pero, como es natural en estas coyunturas, siempre existirán reacciones adversas que intrínsecamente implicarán raja política y, quizá, hasta raja electoral.

Más allá de lo expresado en las reacciones, creo que hay dos situaciones que observar y de las cuales se puede, en primer lugar, aprender mucho y reír un poco. En segundo lugar, se puede tomar esta coyuntura como base para comenzar a exigirle al presidente, con más fuerza y contundencia, cuentas claras y cumplimiento de promesas.

Vamos por partes. Seguramente ustedes pudieron observar en la TV, la forma en que el presidente Funes se iba “descomponiendo” al escuchar los diferentes cuestionamientos de la prensa, respecto a la renuncia del Lic. Sevilla.

Las respuestas que brindó el mandatario fueron vagas y, poco a poco, en la medida que el tiempo pasaba, se fueron tergiversando y configurando de forma extraña. En cuestión de minutos el presidente Funes brindó diferentes versiones de la renuncia del Lic. Sevilla. Estas confusas declaraciones ponían de manifiesto el estado colérico y de orgullo herido en el que había quedado el mandatario, luego de los incómodos interrogatorios.

No les voy a negar que por un momento llegué a pensar que Funes se convertiría en "Hulk" -y no es joda-  y que comenzaría a agarrar a guamazos a los inquisidores periodistas.

Y es que no me voy a cansar de decirles, compatriotas, que este Mauricio es un gran necio, arrogante, narcisita y un intolerante. Ya le ha recomendado Lula que cuente hasta diez, pero parece que el mandatario sólo puede contar hasta tres.

Fíjense cómo soy de buena gente: voy a volver a aconsejar al mandatario: “Mauricio, sino podés contar hasta diez, al menos toma aire; dejá de mover tanto la cabeza al expresarte y, por favor, desconéctate el hígado al hablar. Rápidamente se ve que estás perdiendo el cache con estas minucias, mi presidente”.

El segundo tema del que se debe aprender ensenanza moral de este curioso “evento”, es que a pesar de que el mandatario exprese que no va a permitir que nadie le manche su gestión, lo que realmente no se puede permitir es que siga la corrupción y que siga él asolapándola, fomentándola y encibriéndola.

Si el incomodo exministro del presidente Funes, ha destapado la olla de la corrupción en su gobierno, lo menos que se puede esperar de la Fiscalía y del mismo mandatario es la investigación.

Kvernicola

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