El último cuestionamiento en mi anterior artículo, ¿cuál puede ser el papel del partido político en la búsqueda de “nuevos modos” de hacer política?, merece una concienzuda reflexión. Pero, este tipo de cuestionamientos no surgen en abstracto, son integralmente dictados por la realidad. En nuestro caso salvadoreño, aparece porque desde que las elecciones han sido más o menos respetadas, en las que no ha habido fraudes masivos y de alguna manera ha desaparecido el partido oficial único, como lo fueron el PRUD y el PCN, que copaban casi a cien por cien todo el aparato del Estado, desde entonces los sucesivos gobiernos le dieron la espalda al interés general. Desde que se firmaron los Acuerdos de Chapultepec y el FMLN pudo inscribirse como partido político, nos han repetido hasta la saciedad que en nuestro país se vive en democracia y que lo que nos toca ahora es afianzarla.
Los gobiernos de ARENA sumieron al país en estos últimos veinte años en una profunda crisis económica y social. La violencia, la inseguridad, la alta criminalidad, tanto de las bandas juveniles, como las agrupaciones mafiosas que trafican con la droga y las armas, el fraude fiscal, las evasiones y fugas de capitales se volvieron durante esos veinte años consubstanciales a nuestra sociedad. El recrudecimiento actual de la violencia es una resultante de ese estado.
Los gobiernos de ARENA sumieron al país en un crisis económica profunda. Cuando se decidieron aplicar el credo neoliberal a nuestra economía, privatizando, vendiendo nuestra soberanía, abandonando la agricultura para suplantarla por la importación de cereales, le vedaron por completo al país la posibilidad de un desarrollo económico armonioso. Toda la gestión del Estado se volcó a propiciar los intereses de un grupo oligárquico y a sus aliados las compañías transnacionales. Los gobiernos de ARENA endeudaron al país sin escrúpulos. Esta política sangró al país, provocando una emigración masiva, hasta tal punto que actualmente la tercera parte de nuestra población se encuentra en el extranjero, principalmente en los Estados Unidos. El cinismo de los políticos de derecha llegó hasta considerar a esta población como una ventaja para el país por el monto de las remesas enviadas. Hubo incluso “técnicos” de las instituciones financieras internacionales, que propusieron como solución a nuestros problemas una mejor “preparación técnica” de la mano de obra exportable. De esta manera los países receptores de mano de obra no impondrían límites a la inmigración salvadoreña y que nuestros compatriotas negociarían mejores condiciones de trabajo y mayor remuneración.
La población salvadoreña dentro de esta situación creyó mayoritariamente en la posibilidad de un cambio de orientación en la gestión gubernamental, en la posibilidad de llevar al poder político a un presidente y a un partido político que propiciaran una política económica radicalmete diferente a la que practicaba el partido ARENA. El voto en las elecciones pasadas manifestó principalmente dos cosas, un rechazo profundo a la política del partido en el poder y la aspiración, la confianza en el candidato Mauricio Funes y en el FMLN en su capacidad de cambiar el rumbo en la gestión gubernamental.
Los gobiernos de ARENA sumieron al país en estos últimos veinte años en una profunda crisis económica y social. La violencia, la inseguridad, la alta criminalidad, tanto de las bandas juveniles, como las agrupaciones mafiosas que trafican con la droga y las armas, el fraude fiscal, las evasiones y fugas de capitales se volvieron durante esos veinte años consubstanciales a nuestra sociedad. El recrudecimiento actual de la violencia es una resultante de ese estado.
Los gobiernos de ARENA sumieron al país en un crisis económica profunda. Cuando se decidieron aplicar el credo neoliberal a nuestra economía, privatizando, vendiendo nuestra soberanía, abandonando la agricultura para suplantarla por la importación de cereales, le vedaron por completo al país la posibilidad de un desarrollo económico armonioso. Toda la gestión del Estado se volcó a propiciar los intereses de un grupo oligárquico y a sus aliados las compañías transnacionales. Los gobiernos de ARENA endeudaron al país sin escrúpulos. Esta política sangró al país, provocando una emigración masiva, hasta tal punto que actualmente la tercera parte de nuestra población se encuentra en el extranjero, principalmente en los Estados Unidos. El cinismo de los políticos de derecha llegó hasta considerar a esta población como una ventaja para el país por el monto de las remesas enviadas. Hubo incluso “técnicos” de las instituciones financieras internacionales, que propusieron como solución a nuestros problemas una mejor “preparación técnica” de la mano de obra exportable. De esta manera los países receptores de mano de obra no impondrían límites a la inmigración salvadoreña y que nuestros compatriotas negociarían mejores condiciones de trabajo y mayor remuneración.
La población salvadoreña dentro de esta situación creyó mayoritariamente en la posibilidad de un cambio de orientación en la gestión gubernamental, en la posibilidad de llevar al poder político a un presidente y a un partido político que propiciaran una política económica radicalmete diferente a la que practicaba el partido ARENA. El voto en las elecciones pasadas manifestó principalmente dos cosas, un rechazo profundo a la política del partido en el poder y la aspiración, la confianza en el candidato Mauricio Funes y en el FMLN en su capacidad de cambiar el rumbo en la gestión gubernamental.
El continuismo
La situación actual no manifiesta realmente un cambio profundo de dirección. El gobierno no ha emprendido ninguna reforma que pueda indicar el deseo de transformar la gestión económica en beneficio del gran capital por una gestión en beneficio de las clases trabajadoras. El reparto de títulos de propiedad, el aumento de las ayudas sociales ya existentes durante las gestiones anteriores, el reparto de uniformes y útiles gratuitos, no constituyen realmente una clara política económica.
El país ha seguido endeudándose, nuestro gobierno sigue plegándose a los mandatos de los grandes usureros internacionales. Los acreedores financieros son presentados como nuestros salvadores, cuando en realidad nos imponen una eterna hipoteca que tendrán que pagar las generaciones futuras, sin que la estructura profunda de la sociedad haya tenido un cambio substancial.
La violencia creada por los gobiernos anteriores sigue agravándose, la reforma fiscal resultó una broma de mal gusto, la corrupción de cuello blanco se ha convertido en un delito perdonable. El hiato entre el presidente y el FMLN es, en realidad, más un hecho comentado que una realidad política, pues la dirección del partido político niega su existencia. La dirección exige, apenas, mejor comunicación entre el presidente y la dirección partidaria y los diputados. El FMLN no manifiesta ninguna impaciencia. El ritmo presidencial es su ritmo, la política nacional como internacional son aceptadas sin protestar. El patronato es asociado a las decisiones ejecutivas, se consulta permanentemente a la organización patronal FUSADES, su opinión es preferida a la de los sindicatos de los trabajadores y del resto de organismos representativos de la sociedad. El partido no protesta por los esfuerzos presidenciales de hacer aceptar por la comunidad internacional el gobierno hondureño salido del golpe de Estado y que sigue reprimiendo criminalmente al movimiento popular. Nuestro país forma parte de una alianza sin nombre con Colombia, México, Perú y Chile que se han vuelto los más obedientes servidores en nuestro continente de la contra-ofensiva imperialista.
Lo que esperaba la gente que votó por Funes era un aumento substancial de los salarios, la drástica disminución del desempleo, un control del precio de la canasta básica, la creación de oportunidades laborales para nuestros jóvenes, la disminución palpable de la criminalidad. Los que votaron por Funes esperaron que el país iniciara por primera vez una política internacional independiente y progresista. Como hemos visto, la realidad es otra.
Lo expuesto escuetamente aquí nos muestra que la crisis política se ha profundizado. La confianza en el voto, en los hombres y partidos políticos se sigue resquebrajando. Esto lo sienten muchos comentaristas, lo expresan en sus comentarios, se manifiesta en los llamados al presidente de volver a sus promesas, de respetar su programa; los llamados que lanzan algunos a la dirección del FMLN para que asuma su responsabilidad en esta difícil coyuntura también muestran una preocupación por esta agravación política.
La situación actual no manifiesta realmente un cambio profundo de dirección. El gobierno no ha emprendido ninguna reforma que pueda indicar el deseo de transformar la gestión económica en beneficio del gran capital por una gestión en beneficio de las clases trabajadoras. El reparto de títulos de propiedad, el aumento de las ayudas sociales ya existentes durante las gestiones anteriores, el reparto de uniformes y útiles gratuitos, no constituyen realmente una clara política económica.
El país ha seguido endeudándose, nuestro gobierno sigue plegándose a los mandatos de los grandes usureros internacionales. Los acreedores financieros son presentados como nuestros salvadores, cuando en realidad nos imponen una eterna hipoteca que tendrán que pagar las generaciones futuras, sin que la estructura profunda de la sociedad haya tenido un cambio substancial.
La violencia creada por los gobiernos anteriores sigue agravándose, la reforma fiscal resultó una broma de mal gusto, la corrupción de cuello blanco se ha convertido en un delito perdonable. El hiato entre el presidente y el FMLN es, en realidad, más un hecho comentado que una realidad política, pues la dirección del partido político niega su existencia. La dirección exige, apenas, mejor comunicación entre el presidente y la dirección partidaria y los diputados. El FMLN no manifiesta ninguna impaciencia. El ritmo presidencial es su ritmo, la política nacional como internacional son aceptadas sin protestar. El patronato es asociado a las decisiones ejecutivas, se consulta permanentemente a la organización patronal FUSADES, su opinión es preferida a la de los sindicatos de los trabajadores y del resto de organismos representativos de la sociedad. El partido no protesta por los esfuerzos presidenciales de hacer aceptar por la comunidad internacional el gobierno hondureño salido del golpe de Estado y que sigue reprimiendo criminalmente al movimiento popular. Nuestro país forma parte de una alianza sin nombre con Colombia, México, Perú y Chile que se han vuelto los más obedientes servidores en nuestro continente de la contra-ofensiva imperialista.
Lo que esperaba la gente que votó por Funes era un aumento substancial de los salarios, la drástica disminución del desempleo, un control del precio de la canasta básica, la creación de oportunidades laborales para nuestros jóvenes, la disminución palpable de la criminalidad. Los que votaron por Funes esperaron que el país iniciara por primera vez una política internacional independiente y progresista. Como hemos visto, la realidad es otra.
Lo expuesto escuetamente aquí nos muestra que la crisis política se ha profundizado. La confianza en el voto, en los hombres y partidos políticos se sigue resquebrajando. Esto lo sienten muchos comentaristas, lo expresan en sus comentarios, se manifiesta en los llamados al presidente de volver a sus promesas, de respetar su programa; los llamados que lanzan algunos a la dirección del FMLN para que asuma su responsabilidad en esta difícil coyuntura también muestran una preocupación por esta agravación política.
¿Qué papel para el FMLN?
El cuestionamiento sobre el papel del FMLN en esta situación no puede concebirse como un problema exclusivamente teórico. Se trata de algo práctico. No obstante, esto no significa que el FMLN debe lanzarse a un activismo irreflexivo, tampoco puede perderse en largas e interminables reflexiones. Hay urgencia. Si en realidad se desea un cambio social, no se puede dejar a los electores que lo llevaron al poder sin explicaciones, sin proponerles soluciones ideológicas consistentes. Hasta hoy la dirección ha sido incapaz de explicar su política, la política del gobierno de Funes. Los electores son ahora espectadores de un melodrama entre aliados, el presidente y el FMLN. ¿Qué propone ahora la dirección del FMLN? Mejor, dicho, ¿qué puede proponer la dirección a los militantes, a los electores, al pueblo en general?
El problema es de capacidad política, aunque también de voluntad. El FMLN, desde hace algunos años, viene abandonando terreno en la batalla de ideas. Su participación en la vida institucional no se distingue realmente de la que llevan los otros partidos políticos. Por lo menos la mayoría de los salvadoreños no los considera como hombres políticos aparte, como diputados y alcaldes enteramente entregados a la defensa de los intereses de las mayorías.
Sin embargo, el FMLN conserva aún intacto el prestigio que adquirió como fuerza revolucionaria durante el periodo de la guerra civil. Este patrimonio es el que se está ahora dilapidando. Es mucho lo que se ha puesto en juego. No se trata de un juego politiquero en el que se pueda apostar "al que reirá por último, reirá mejor". No se trata de mostrarse más astutos en el juego de alianzas y sorpresas, con trucos y candidatos sacados de la manga en el último momento. Lo que está en juego es el destino del país.
Ante nosotros se ha abierto una ventana histórica, a través de la cual podemos vislumbrar un horizonte distinto al que nos ofrece el continuismo optado por Mauricio Funes. Pero para que esta ventana siga abierta, es necesario, desde ahora, mostrar todas las cartas honestamente a los ciudadanos. Es urgente iniciar la organización de la población para que pueda expresarse libremente y autónomamente. Los ciudadanos deben organizarse en todas partes, en el trabajo y en los barrios. Es necesario que de nuevo muestre su creatividad, que haga el inventario de sus demandas, de lo más urgente, de lo que se tiene que resolver ahora, inmediatamente. El partido político puede cumplir un papel en este movimiento para unificar y darle coherencia al movimiento. Pero...el FMLN tiene esta capacidad? Tiene la voluntad de hacerlo?
No tengo ningún interés en oponer la dirección a las bases. No obstante, la dirección parece como paralizada, sin poder enfrentar la realidad política, como si estuviera ante un cataclismo imprevisto. Es cierto que el viraje brusco, repentino, de Mauricio Funes hacia la derecha no era previsible. Pero es ahora un hecho. Por el momento, el jefe del Ejecutivo mantiene en sus puestos a los ministros del FMLN, pero su revocación es una de las posibilidades planteadas.
¿La dirección del FMLN va a aguardar hasta ese momento para reaccionar? La dirección tiene que reunir a sus bases, consultarlas, escucharlas, pulsar el estado de ánimo de sus militantes. Es necesario que los militantes puedan opinar sin temores, abiertamente. Si esta ventana se cierra definitivamente, habrá que esperar de nuevo muchos años para que vuelva a surgir una situación propicia al movimiento popular. Si la derecha vuelve, su revancha será implacable y nefasta para los trabajadores
El cuestionamiento sobre el papel del FMLN en esta situación no puede concebirse como un problema exclusivamente teórico. Se trata de algo práctico. No obstante, esto no significa que el FMLN debe lanzarse a un activismo irreflexivo, tampoco puede perderse en largas e interminables reflexiones. Hay urgencia. Si en realidad se desea un cambio social, no se puede dejar a los electores que lo llevaron al poder sin explicaciones, sin proponerles soluciones ideológicas consistentes. Hasta hoy la dirección ha sido incapaz de explicar su política, la política del gobierno de Funes. Los electores son ahora espectadores de un melodrama entre aliados, el presidente y el FMLN. ¿Qué propone ahora la dirección del FMLN? Mejor, dicho, ¿qué puede proponer la dirección a los militantes, a los electores, al pueblo en general?
El problema es de capacidad política, aunque también de voluntad. El FMLN, desde hace algunos años, viene abandonando terreno en la batalla de ideas. Su participación en la vida institucional no se distingue realmente de la que llevan los otros partidos políticos. Por lo menos la mayoría de los salvadoreños no los considera como hombres políticos aparte, como diputados y alcaldes enteramente entregados a la defensa de los intereses de las mayorías.
Sin embargo, el FMLN conserva aún intacto el prestigio que adquirió como fuerza revolucionaria durante el periodo de la guerra civil. Este patrimonio es el que se está ahora dilapidando. Es mucho lo que se ha puesto en juego. No se trata de un juego politiquero en el que se pueda apostar "al que reirá por último, reirá mejor". No se trata de mostrarse más astutos en el juego de alianzas y sorpresas, con trucos y candidatos sacados de la manga en el último momento. Lo que está en juego es el destino del país.
Ante nosotros se ha abierto una ventana histórica, a través de la cual podemos vislumbrar un horizonte distinto al que nos ofrece el continuismo optado por Mauricio Funes. Pero para que esta ventana siga abierta, es necesario, desde ahora, mostrar todas las cartas honestamente a los ciudadanos. Es urgente iniciar la organización de la población para que pueda expresarse libremente y autónomamente. Los ciudadanos deben organizarse en todas partes, en el trabajo y en los barrios. Es necesario que de nuevo muestre su creatividad, que haga el inventario de sus demandas, de lo más urgente, de lo que se tiene que resolver ahora, inmediatamente. El partido político puede cumplir un papel en este movimiento para unificar y darle coherencia al movimiento. Pero...el FMLN tiene esta capacidad? Tiene la voluntad de hacerlo?
No tengo ningún interés en oponer la dirección a las bases. No obstante, la dirección parece como paralizada, sin poder enfrentar la realidad política, como si estuviera ante un cataclismo imprevisto. Es cierto que el viraje brusco, repentino, de Mauricio Funes hacia la derecha no era previsible. Pero es ahora un hecho. Por el momento, el jefe del Ejecutivo mantiene en sus puestos a los ministros del FMLN, pero su revocación es una de las posibilidades planteadas.
¿La dirección del FMLN va a aguardar hasta ese momento para reaccionar? La dirección tiene que reunir a sus bases, consultarlas, escucharlas, pulsar el estado de ánimo de sus militantes. Es necesario que los militantes puedan opinar sin temores, abiertamente. Si esta ventana se cierra definitivamente, habrá que esperar de nuevo muchos años para que vuelva a surgir una situación propicia al movimiento popular. Si la derecha vuelve, su revancha será implacable y nefasta para los trabajadores
Carlos Abrego
http://cosastanpasajeras.blogspot.com/
REENVIA - IMPRIME - COMPARTE - HAZ PATRIA - COPYLEFT SI SE MENCIONA LA FUENTE
Excelente articulo. Esta en juego el destino del pais y el del fmln como partido mayoritario. Ojala despierten pronto, porque ya anda la bulla de que el sacanas se va a pasar a gana y que luego el funes lo seguira, dando como excusa que el frente no es un partido que trabaja por los salvadoreños.
ResponderEliminarEl frente debería de jarlo antes de que el funes lo haga.
“El FMLN es un partido que ha renunciado a hacer política”
ResponderEliminarLPG - 08.04.2010
Dagoberto Gutiérrez, dirigente de la Tendencia Revolucionaria (TR), explicó ayer durante La Entrevista en Línea de LA PRENSA GRÁFICA que el pueblo necesita otros instrumentos políticos para defender su vida “en este momento de crisis e incertidumbre total”. “El FMLN es un partido político instrumento del Estado que ha renunciado a hacer política y se dedica a participar en política del Estado”, aseguró Gutiérrez, un ex comandante y ex miembro del Partido Comunista que promulga en convertir a la TR en partido.
Gutiérrez sostiene que al FMLN se le observa como un partido de funcionarios, no de dirigentes políticos, por lo que pregunta quién hace la política.
“El aparato estatal es ahora una institución llena de funcionarios y un militante político no debe ser funcionario. Un funcionario hace la política del Estado y un dirigente ha de trabajar en la política de la gente. Esa es la diferencia”, expresó.
Para el dirigente de la TR, hay un riesgo para la cúpula del FMLN por manejar ante su militancia una posición dual. Por un lado, dice, se presentan como partido de gobierno para que sus militantes entiendan que están gobernando; pero, por otro lado, actúan como oposición. “Esto les permite gozar de las ventajas del botín de la administración pública y también evitar respuestas y explicaciones a su militancia y al pueblo”, detalló.
De acuerdo con el analista, los ministros del gabinete son del presidente Funes, no del FMLN. Para él, el presidente podría influir en el partido de izquierda, pero no ha demostrado estar interesado en ello.
“El FMLN no influye en el gobierno del presidente actual, ¡en lo absoluto, ni en una micra! Pero Funes sí podría influir en el partido”, argumentó.
Definición ideológica
Sobre la correlación de las fuerzas en la Asamblea Legislativa, detalló que Funes ya no necesita del FMLN para impulsar su política, ya que tiene el apoyo de la derecha.
“Mauricio es de derechas. El FMLN dice que es de izquierda, pero tiene posiciones derechistas, tal es el caso de penas a menores que delinquen”, agregó.
No obstante, Gutiérrez considera que lo que está ocurriendo en el país y en el mundo es responsabilidad del “capitalismo salvaje” en su forma neoliberal y que la humanidad debe librarse de “esa coyunda de acero”.
Para el líder de la TR, el presidente Mauricio Funes no tiene el rumbo ni la dirección que se ofreció en la campaña electoral.
“En la cabeza de Mauricio Funes el camino está definido, el cual es neoliberalismo. El Gobierno no ha alterado en nada el modelo económico, la alianza estratégica con Estados Unidos y la reducción de la participación del pueblo en la toma de decisiones”, señaló.
Al referirse a la campaña política, Gutiérrez expresó que fue de Funes, pues el FMLN nunca pactó un entendimiento político. “Eso fue un grave error político. El FMLN olvidó la experiencia de este país en materia política”, consideró.
La tradición de izquierdas bebía del legado de Roosevelt: promocionar los sindicatos, las asociaciones de consumidores y la asistencia para los pobres para poner freno al capitalismo desenfrenado que había producido la depresión de los años 30. Pero ahora, la izquierda, tanto en EEUU como en Gran Bretaña, después de sucesivas derrotas y ante una derecha que conquistaba al electorado apelando a sus deseos individualistas, comenzaba a plantearse hacer lo mismo para recuperar el poder. Pero, al hacerlo, tendrían que violentar algunas de sus políticas clásicas. Tendrían que prometer bajar los impuestos (cuando solían aumentarlos para mejoras sociales) y tendrían que restringir las ayudas a los necesitados. Ahora, la izquierda se debía a un nuevo tipo de votante que exigía atención para sus intereses individuales, y completamente desconectado de las necesidades colectivas: los indecisos, cruciales para ganar.
ResponderEliminarFMLN se retracta de exigir abolición de la Ley de amnistía.
ResponderEliminarAl principio era exigencia. Luego petición. Ahora, ya en el gobierno, la posición del FMLN sobre la posibilidad de derogar la Ley de Amnistía es que no hay que eliminarla solo por eliminarla.
El coordinador general del partido le agrega una matizante invitación a "reflexionarlo". Lo que antes le parecía una cortina de impunidad, ahora es algo que puede convenir al país.
Sergio Arauz
Publicado el 26 de Marzo de 2010
"¡Es necesario derogar esa ley que mantiene oculta la verdad, que no deja destapar a los asesinos de san Romero!” El hombre grita esto a escasos metros de distancia del coordinador general del FMLN, Medardo González, quien ha llegado a enflorar. Es el 24 de marzo de 2010, cuando se cumplen 30 años del asesinato del arzobispo de San Salvador. El discurso del hombre está muy a tono con la posición oficial del FMLN cinco años atrás, cuando a propósito de la Ley de amnistía, el partido de izquierdas reiteró su exigencia de derogarla. "En nombre de la libertad se ha mantenido un estado de impunidad que reproduce la violencia... ya el Comité de los Derechos Humanos de la ONU señaló que se violentaba el derecho a la verdad y pidió, al igual que otros sectores lo hemos hecho, derogar esa Ley de amnistía", señalaba la proclama efemelenista con motivo de los 25 años del homicidio de Romero. Este 24 de marzo, sin embargo, Medardo González dará vuelta al discurso histórico de su partido y, por primera vez públicamente, dirá que se opone a eliminar la ley como si fuera cualquier cosa.
Leer más en El Faro
http://www.elfaro.net/es/201004/noticias/1422/
Señores lean este articulo, viene a sumar a lo que Don Carlos Abrego dice
ResponderEliminarhttp://www.lapagina.com.sv/editoriales/29884/Funes-y-Saca-sinarquistas
Vean este articulo:
ResponderEliminarhttp://archivo.elfaro.net/secciones/Noticias/20071022/noticias1_20071022.asp
Ya me imagino como estos malditos ricos dueños del pais le dijeron al FMLN: "Vaya, ustedes van a gobernar los proximos 5 años porque se viene una crisis economica yuca, pero con una condicion: el presidente va a ser de derecha, porque el puesto es prestado, ok my friends?"
Y como vemos tristemente, el FMLN acepto las condiciones.
Como en toda buena pelicula de accion, me gusta pensar que el frente tiene un "Plan B" o un "as bajo la manga" y al final este grupito de ricachos son los que terminaran enganchados y desplumados, pero... por como van las cosas...... lo dudo.
En la campaña habia una cancion que los areneros le hicieron a Funes "es un titere Mauricito" pues tenian razon, pero termino siendo un titere de la derecha... como cambian las cosas.
Que triste San Salvador tu destino en manos de hombres que no se preocupan por tus hijos!
¿Cómo que no se esperaba que Funes diera un giro a la derecha? Si toda la vida en las noticias vivía de publicidades, que no eran del canal, el las conseguía, y esos mismo patrocinadores fueron sus financistas en la campaña. Eso el Frente ya lo sabía, pero valió más el interés de ganar la presidencia que a quien se estaba poniendo allí. Solo los muy ciegos no querían ver lo que estaba pasando.
ResponderEliminarCarlos Abrego:
ResponderEliminarEl problema que planteas en la dirección del Frente, se resume, en mi criterio,así:
Despues de la ofensiva de noviembre del 89, se definio que la guerra no se podía ganar, aunque tambien los EEUU concluyerón que tampoco las FFAA podrían derrotar al FMLN, y dados los cambios geopolitico, especialmente el cambio de gobierno en Nicaragua que era la retaguardia de la guerra para el Frente, se perfilaba que lo que se vendría era una guerra de desgaste donde el perdedor sería el FMLN, pues el suministro de recursos de guerra serían insuficientes para enfrentar a un ejercito con recursos ilimitados, pues los EEUU no dejarían al ejercito abandonado.
Con la firma de los acuerdos de paz, el FMLN se tubieron que conformar con hacer solo unos pocos a la Constitución Politica, constitución que para comenzar fue aprobada´por la derecha y dejo intacto es sistema sociopolitico del estado.
Ahora despues de 18 años y con el ejecutivo en manos de Funes y el FMLN, nos encontramos que el FMLN solo tiene 35 de los 84 diputados en la asamblea legislaviva, un poder judicial donde solo 4 de 15 magistrados son progresista o no comprometidos con la derecha y el poder ejecutivo copado de Areneros.
La pregunta que hago, ¿que margen tiene el FMLN y Funes para hacer los cambios esperados por la militancia? si para poder aprobar la reforma fiscal tuvo que pasar por la asamblea donde la derecha manda, para poder hacer muchos cambios estructurales se necesitan 56 diputados por dos periodos consecutivos para cambiar la Costitución, con unas FFAA aun idiologicamente contaminada por la derecha, que si tratan de hacer un cambio estructural facilmente nos ocurrira lo que paso en Honduras, ¿o crees que exiten las condiciones politicas para que el pueblo se revele como en los 70´s.? Yo no lo creo.
Por otra parte, Saca dejo quebrada las finzas del estado, la crisis mundial nos tiene paralizados, no hay posibilidades de crear empleos a corto plazo, para revertir el daño que ARENA le hizo al agro se necesita la colección de más impuestos o sea dinero y cualquier reforma fiscal que quiera hacer Funes o el FMLN tiene que pasar por la asamblea Legislativa, donde el FMLN solo tiene 35 diputados, ni siquiera mayoría simple.
Que le queda a Funes para poder gobernar y hacer un papel al menos regular, negociar con la derecha en la asamblea o sea como decia Handal "sobarle el lomo a la bestia", una derecha que lo menos quiere es que el Gobierno de Funes y el FMLN haga un buen gobierno pues el objetivo de ellos es retomar el ejecutivo y que el poco poder que tiene concentrado el FMLN en la asamblea se deteriore y minimice.
Y ahora tanto el FMLN y Funes tiene otro problema, muchos del FMLN le están haciendo el juego a la derecha desprestigiando al gobierno en estos medios, la internet.
Creeme que Altamirano despues de leer tanto cometarios negativos en estos medios electronicos, se ha de cagar de la risa, pues nunca creyo que la mejor ayuda le viniera desde la Izquierda.
No me cabe duda que muchos comentarios han de ser pagados por la derecha y como la mara solo ven hasta donde les llega la naris, han agarrado paja y le siguien la corriente a la derecha.
Bueno si hasta Dagoberto se ha dado la tarea de comenzar a construir otro partido de ziquierda, justo lo que quiere ARENA, dividir para vencer politicamente, nuevamente, al FMLN, nuevamente pues en los acuerdos de paz les dierón atol con el dedo, aunque como te dije anteriormente militarmente el FMLN estaba jodido para entonces, no tenia muchas opciones, aunque nos duela.
No nos dividamos, el ememigo es la derecha oligarquica y ahora ya esta dividida y lo que deberia ser un objetivo es desgastar aun más a ARENA, para que el FMLN gane más diputados el la proxima eleccion y gobernar por 15 años más despues de FUNES.
No habrá aumento en la factura de electridad para los más pobres durante los próximos 6 meses. El gobierno de Funes absorverá esa pago.
ResponderEliminarJejeje! dicho de otro modo: se pagará ese aumento con el dinero del Estado, o sea que usted no pagará umento porque el gobierno lo pagará con el dinero de....la majada!
Achís? En qué quedamos?
http://www.elfaro.net/?tpl=592
Oiganme hermanos y compañeros, querer corregir los crazos errores que hacen los dirigentes de nuestro partido, nos trae el mote de areneros, derechistas,retorcidos,Etc.. Miren los correos electrónicos de la CP, están cargados de denuncias de gente partidaria despedida de la Alcaldia de Ayutuxtepeque¿que han hecho? NADA, Antes luchabamos contra la derecha y teniamos mucho acompañamiento, ahora son algunos o algunas personas que se solidarizan con los despedidos; Los organismos de mujeres: melidas,AMS,IMU,CEMUJER,Dignas y otras han callado ante los vejamenes de Blancaflor bonilla,alcaldesa de Ayutuxtepeque; Señalar los errores de los izquierdistas no es derechizarse. Si no creen vayan a los juzgados de lo laboral a ver como enfrentan empleados actuales contra sus mismos compañeros como téstigos; Gracias a ello, se fundó recientemente en dicha alcaldia el sindicato de trabajadores de la alcaldia de ayutuxtepeque.
ResponderEliminarCarlos la derecha puede estar divididad en diferentes instituciones politicas o partidos; pero hay una pega que los junta que es el dinero si les muestras un dolar todos van el.
ResponderEliminarentoces olvidemonos como esta la derecha y arreglen los demasdres que tiene la izquierda.
El problema es sencillo: La dirigencia del FMLN está aburguesada. Desde hace muchos años está desligada de las masas, y no tiene una estratégia para organizar y hacer conciencia entre el proletariado. Lejos de eso, está enfocado únicamente en ganar poder político con el objetivo de tener poder político. No sabe que es el capital transnacional lo que ha hundido al país. Todo lo contrario--guarda ilusiones de que el enemigo de clase vaya a sacar a los trabajadores de la pobreza:
ResponderEliminarDe nuevo, Sánchez Cerén volvió a hablar de la unidad. “El pueblo es nuestra razón de ser. Debemos de unirnos al pueblo”, dijo y aseguró que eso solo será posible si el partido se mantiene cohesionado. Luego habló de la unidad con sus socios: “Hemos trabajado junto a otras fuerzas amigas. El FMLN llegó al gobierno el 15 de marzo junto con otras fuerzas, y con ellas tenemos que avanzar, tenemos que trabajar, para no perder el rumbo. Sabemos que esa composición de fuerzas del gobierno tiene mucha diversidad y muchos intereses de por medio. Pero así como nos unió a todos para sacar a Arena, todos tenemos que unirnos para sacar a la gente humilde y los trabajadores de la pobreza”.
Seamos claros: esta alianza de socios es una alianza con el enemigo, con el capital transnacional, con el imperio. De esta alianza, el FMLN no saca absolutamente nada, sólo el desprecio de los que gobiernan y el desprecio del pueblo. Para cambiar esta triste situación, es necesario que se saque a la comisión política en su totalidad, y que se reemplace con gente que entienda el marxismo-leninismo.
¿Está dividida la derecha? o ¿Es una maniobra electorera? Bajo la lógica mercadológica la marca ARENA, al perder las elecciones ya no sirve a sus dueños, que son los mismos dueños de GANA. La nueva marca es GANA, y si no vean que un pedo sobado que se tiren, los medios derechistas lo hacen sonar como un gran trueno(el último ha sido Samayoa). Se cambia el envoltorio pero el producto es el mismo: gobierno de la empresa privada para la empresa privada y para los políticos oportunistas. Yo solo he oído hablar a los del PCN, PDC, ARENA, y GANA con el mismo lenguaje que muestra su misma intencionalidad: Defender su sistema económico neoliberal y mantener sus puestos hasta enriqueserse y jubilarse en el gobierno.
ResponderEliminarA mi me parece que Dgoberto Gutierrez es un hombre de inteligencia muy brillante, con un esquema mental envidiable para analizar la realidad. ¿Cuál es el problema que plantee haya otro partido de izquierda, si no toda la gente de izquierda pertenece al Frente? Para mi, la derecha no está dividida sino que está maniobrando para recuperar el poder. Más bien vale preguntarse: ¿Está sumando gente a su favor el Frente: afiliados, militantes, amigos, mediante acuerdos plíticos? ¿Le conviene a la izquierda que se creen nuevas organizaciones políticas de iaquierda con las cuales pactar proyectos de nación? En la lucha por el poder, en lo concreto solo existen dos elementos: gobernantes y gobernados. Aunque lo elegí con mi voto, por el momento no me siento representado en este gobierno. Que conste que no es un ataque contra la izquierda o al FMLN, es la realidad que yo veo y siento en mi pellejo. Talvés la mayoría de la población se sienta satisfecha y si soy de la minoría ya me jodí.
El titulo del articulo mejor se debria llamar asi " LA CRISIS DEL FRENTE" .
ResponderEliminarManuel