En el país existe un grave déficit habitacional agravado por los constantes fenómenos naturales y la crónica vulnerabilidad de miles de familias sobreviviendo en condiciones deplorables a las orillas de las quebradas, de las líneas férreas, en laderas y hasta en los basureros, en donde encuentran distintos artículos o artefactos eléctricos botados para repararlos y venderlos. Desde luego, tanto los mayores como los niños están expuestos a sufrir enfermedades diarreicas, de las vías respiratorias y otras. Situación, por cierto, ya advertida por las actuales autoridades de Salud Pública.
Es decir, lo uno lleva a lo otro: la constante migración de campesinos hacia las grandes urbes, provocó la proliferación de casas de cartón y lámina en las zonas marginales de las ciudades y, por ende, la presencia de mano de obra no calificada en la fontanería, albañilería, carpintería, mecánica automotriz, electricidad y más. Las ventas informales en el centro de San Salvador, así como en otras cabeceras departamentales, fue producto de la exagerada concentración poblacional, la falta de empleos y la agudización de la pobreza. La delincuencia también floreció en este ambiente, sin entrar en detalle de otras causas estructurales.
Los servicios de salud no dan abasto para atender las necesidades de miles de personas, sobre todo las no aseguradas que abarrotan los hospitales públicos, las unidades y centros de salud. La medicina preventiva es muy difícil de practicar en las villas miseria o en los tugurios, porque “sus habitantes” no cuentan con los servicios esenciales de agua y luz eléctrica. Los niños nacen desnutridos y su crecimiento está condicionado por esta limitante biológica; muchas, la mayoría de estas familias, únicamente se alimentan una vez al día y con una tortilla y frijoles cuando los pueden adquirir.
En las casuchas cohabitan en una misma habitación padre, madre y muchos hijos. Los niños desde temprana edad ven a sus padres en el acto sexual, resulta natural para ellos conversarlo con sus hermanos. El hacinamiento lleva a prácticas aberrantes y gravemente nocivas para la familia y la sociedad. Si no se atacan de raíz los problemas, es decir las causas estructurales, muy difícilmente podremos romper este círculo vicioso. El gobierno, con sus limitados recursos, no puede hacer frente a semejante situación. Agreguemos a ello que más del 40% de los ingresos están destinados a pagar la deuda internacional.
Las tibias reformas fiscales buscaban incrementar los ingresos; pero la tenaz oposición de las cúpulas empresariales y de ciertos monopolios como la industria de la cerveza, las telefónicas y el tabaco, no permitieron al Ministerio de Hacienda conseguir sus propósitos. El resultado inmediato ya lo estamos viendo: se han abandonado algunos proyectos de vivienda popular porque no existen suficientes recursos monetarios para continuarlos; lo mismo sucede con el grave problema alimenticio: no se pudo llegar a acuerdos con los pequeños agricultores para la siembra masiva de frijol y maíz: ahora estamos a la búsqueda de mercados internacionales que nos surtan de estos cereales.
El gobierno está en la obligación de encontrarle solución a todos y cada uno de estos problemas, para ello debería recurrir a hacer convenios con países amigos y no sólo con organismos financieros internacionales como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, con quienes tenemos una cuantiosa deuda que debe comenzar a saldarse a partir del año próximo. Entre esas naciones que podrían ayudarnos está Venezuela; pero para ello esta administración debe quitarse la telaraña de los ojos y proceder a buscar acuerdos en áreas estratégicas: una de ellas sería desde luego el petróleo, pero también para la construcción de viviendas populares. Hay antecedentes, caso de Comasagua, donde brigadas venezolanas construyeron en poco tiempo iglesia, escuela y casas para familias damnificadas de los terremotos del 2001.
Más allá de cuestiones ideológicas esgrimidas por sectores oligárquicos que por cierto no aportan nada para solucionar los graves problemas sociales, el gobierno debe proceder con plena autonomía y firmeza, pensando en los altos intereses de la patria: hay un compromiso del actual mandatario de trabajar por los más pobres de este país (es más, se invocó a monseñor Romero a la hora de juramentarse como presidente de la nación) y son los que todavía esperan se les resuelvan sus necesidades de trabajo, educación, salud, seguridad; esperanza de vida, pues.
Los salvadoreños ya no pueden seguir rezando o clamando por la intervención de una fuerza superior divina para solucionarles sus problemas. Es urgente que los organismos del Estado funcionen con diligencia y eficacia para construir hospitales y unidades de salud; es decir, cobertura universal y gratuita de la salud, educación de calidad en todos los rincones del país, desde la primaria, pasando por la secundaria hasta la universitaria; dotación de todos los servicios esenciales y a bajo costo: no se puede exprimir a los más pobres de este país con tarifas altas de agua y energía eléctrica. Apoyar a la pequeña y mediana empresa para que generen empleos; dar tierras y créditos a los pequeños agricultores para crear trabajo y producción de verduras y cereales en el campo.
Únicamente con una política agresiva y, sobretodo, coherente, se pueden ir solucionando los graves problemas heredados por este gobierno. Está bien señalar a los responsables de nuestro descalabro económico, social y político, pero nada más como referencia. Es urgente ir al encuentro de las grandes decisiones. Las alianzas estratégicas con países que saben cómo apostarle a los salarios sociales, como China, Vietnam, Cuba, Venezuela y Japón, deben ser la prioridad y no dejarse intimidar por las amenazas y presiones de sectores oligárquicos insensibles al dolor y las necesidades de los marginados de siempre.
Es decir, lo uno lleva a lo otro: la constante migración de campesinos hacia las grandes urbes, provocó la proliferación de casas de cartón y lámina en las zonas marginales de las ciudades y, por ende, la presencia de mano de obra no calificada en la fontanería, albañilería, carpintería, mecánica automotriz, electricidad y más. Las ventas informales en el centro de San Salvador, así como en otras cabeceras departamentales, fue producto de la exagerada concentración poblacional, la falta de empleos y la agudización de la pobreza. La delincuencia también floreció en este ambiente, sin entrar en detalle de otras causas estructurales.
Los servicios de salud no dan abasto para atender las necesidades de miles de personas, sobre todo las no aseguradas que abarrotan los hospitales públicos, las unidades y centros de salud. La medicina preventiva es muy difícil de practicar en las villas miseria o en los tugurios, porque “sus habitantes” no cuentan con los servicios esenciales de agua y luz eléctrica. Los niños nacen desnutridos y su crecimiento está condicionado por esta limitante biológica; muchas, la mayoría de estas familias, únicamente se alimentan una vez al día y con una tortilla y frijoles cuando los pueden adquirir.
En las casuchas cohabitan en una misma habitación padre, madre y muchos hijos. Los niños desde temprana edad ven a sus padres en el acto sexual, resulta natural para ellos conversarlo con sus hermanos. El hacinamiento lleva a prácticas aberrantes y gravemente nocivas para la familia y la sociedad. Si no se atacan de raíz los problemas, es decir las causas estructurales, muy difícilmente podremos romper este círculo vicioso. El gobierno, con sus limitados recursos, no puede hacer frente a semejante situación. Agreguemos a ello que más del 40% de los ingresos están destinados a pagar la deuda internacional.
Las tibias reformas fiscales buscaban incrementar los ingresos; pero la tenaz oposición de las cúpulas empresariales y de ciertos monopolios como la industria de la cerveza, las telefónicas y el tabaco, no permitieron al Ministerio de Hacienda conseguir sus propósitos. El resultado inmediato ya lo estamos viendo: se han abandonado algunos proyectos de vivienda popular porque no existen suficientes recursos monetarios para continuarlos; lo mismo sucede con el grave problema alimenticio: no se pudo llegar a acuerdos con los pequeños agricultores para la siembra masiva de frijol y maíz: ahora estamos a la búsqueda de mercados internacionales que nos surtan de estos cereales.
El gobierno está en la obligación de encontrarle solución a todos y cada uno de estos problemas, para ello debería recurrir a hacer convenios con países amigos y no sólo con organismos financieros internacionales como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, con quienes tenemos una cuantiosa deuda que debe comenzar a saldarse a partir del año próximo. Entre esas naciones que podrían ayudarnos está Venezuela; pero para ello esta administración debe quitarse la telaraña de los ojos y proceder a buscar acuerdos en áreas estratégicas: una de ellas sería desde luego el petróleo, pero también para la construcción de viviendas populares. Hay antecedentes, caso de Comasagua, donde brigadas venezolanas construyeron en poco tiempo iglesia, escuela y casas para familias damnificadas de los terremotos del 2001.
Más allá de cuestiones ideológicas esgrimidas por sectores oligárquicos que por cierto no aportan nada para solucionar los graves problemas sociales, el gobierno debe proceder con plena autonomía y firmeza, pensando en los altos intereses de la patria: hay un compromiso del actual mandatario de trabajar por los más pobres de este país (es más, se invocó a monseñor Romero a la hora de juramentarse como presidente de la nación) y son los que todavía esperan se les resuelvan sus necesidades de trabajo, educación, salud, seguridad; esperanza de vida, pues.
Los salvadoreños ya no pueden seguir rezando o clamando por la intervención de una fuerza superior divina para solucionarles sus problemas. Es urgente que los organismos del Estado funcionen con diligencia y eficacia para construir hospitales y unidades de salud; es decir, cobertura universal y gratuita de la salud, educación de calidad en todos los rincones del país, desde la primaria, pasando por la secundaria hasta la universitaria; dotación de todos los servicios esenciales y a bajo costo: no se puede exprimir a los más pobres de este país con tarifas altas de agua y energía eléctrica. Apoyar a la pequeña y mediana empresa para que generen empleos; dar tierras y créditos a los pequeños agricultores para crear trabajo y producción de verduras y cereales en el campo.
Únicamente con una política agresiva y, sobretodo, coherente, se pueden ir solucionando los graves problemas heredados por este gobierno. Está bien señalar a los responsables de nuestro descalabro económico, social y político, pero nada más como referencia. Es urgente ir al encuentro de las grandes decisiones. Las alianzas estratégicas con países que saben cómo apostarle a los salarios sociales, como China, Vietnam, Cuba, Venezuela y Japón, deben ser la prioridad y no dejarse intimidar por las amenazas y presiones de sectores oligárquicos insensibles al dolor y las necesidades de los marginados de siempre.
Pocote
REENVIA - IMPRIME - COMPARTE - HAZ PATRIA - COPYLEFT SI SE MENCIONA LA FUENTE
Nombre Pocote....jejejejee
ResponderEliminarte voy a abrir los ojales a vos
que veo que estas dando bastonazos de ciego
No ves que
nues por voluntad ni por ideologia que el gobierno
del
cambio
no tenga ni haga acuerdos con el ALBA
El voladues que si
el FMI , la Banca mundial y el BID
dan pistillo prestado al guebierno, con intereses
onerosos
mas onerosos que los intereses que
la banca en El Salvador
le carga a las tarjetas de crédito de la majada-pueblo-comecuanduay
lo dan sí, pero con
CONDICIONES
y una de esa condiciones es
NO TENER NADA QUE VER CON EL ALBA
ni con China
ni con nadie
PORQUE SI ESO NO SE RESPETA
ahí si que viene el golpe
sino mirál o que le pasó a Mel Bigoton Zelaya
que queria mamar a dos tetas:
Prestamos con los ususreros internacionales
y ALBA
Y Zas! llegó el golpe
Ademas,
Nuestro presidente Funes y la Comandancia frentuda
les daria pena salir en piyama
a Costa Rica
Pero, no nos demos pajas
A FUNES Y AL FMLN LES VALE VERGA EL ALBA
Y el banco del sur
Ellos son empresarios
nueva burguesiya, pues
que viajan en jets privados
y helicopteros
Se mueven en Camionetas aurora 4x4 de Toyota, blindadas
con GPS, Laptop , DVD y Bar...
Y Merino del Frente lo acaba de decir:
"Queremos defender la democracia y la productividad"
Así que nuay tales
SINO FUERA POR EL CONTRATO FIRMADO ENTRE FRENTE Y ALBA PETROLEOS
HUGO CHAVEZ, ALIAS EL CANDANGA,
YA LOS HUBIERA MANDADO A LA MAS MIERDA...
ACORDATE QUE HABIAN PROMETIDO VENDER LA GASOLINA MAS BARATA...
Y HOY SOLO EN PAJA QUEDO ESA PROMESA
PUES, LE VALE VERGA EL PUEBLO...
SINO prenguntate por qué Fidel, que no es ningun cinco de yuca
No quizo recibir a la Cupula Bisnera
Pues no llegaron a Cuba
a hablar de Revolución
sino de bisnes-negocios
cuanto gano yo-cuanto ganas vos
Y ASI DICEN LAS MOMIAS DE LA CUPULA
QUE ESTAN HACIENDO REVOLUCION
BUAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!
Pero la pregunta del millón (de esperanzas) es: Qué nos queda, o mejor dicho Quién nos queda ahora a los pelagatos de El Salvador???? En quién podemos confiar para el 2012????
ResponderEliminarYo creo que voy a anular mi voto....
Mireya
Y eso que no han visto como los incondicionales de siempre, le anda besando el que dijimos a los consules Generales aca en el Norte, pa que los nombren consules en las distintas ciudades. Y alaban los grandes cambios que Funes y los empresarios progre estan haciendo en el Salvador. Hoy no cuestionan porque el Frente no dice nada de la base Militar americana en el Salvador, o el papel de titere que Funes esta jugando a favor del Imperialismo para legitimizar al gobierno de Lobo. Y que tal hoy nos acusan de Areneros a todos los que cuestionamos algo. Aunque los Martires dieran su vida, para que hoy nuestra relacion con USA es estrategica, asi las remesas sigan viniendo, eso si, sin crear nuestra propia economia, ya que la estulta burguesia es incapaz de producir. Vaya situacion que tenemos en el Salvador, hoy hasta somos la avanzada del imperialismo en contra del propio pueblo Salvadoreno y en contra de Nicaragua, quien si se opone al Imperialismo. vaya, vaya situacion....
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