Atacar cuando el enemigo huye

Hay que darle la estocada final a la bestia!

El Frente debe trabajar fuertemente en la profundización de esas contradicciones, hostigarlo, no dejarlo respirar; aquí no se trata de que “se necesita de partidos de la oposición fuertes para la gobernabilidad”, como lo expresara bochornosa, sorpresiva y equivocadamente el presidente Funes. No, para nada! Un partido surgido de las cenizas de miles de patriotas torturados y asesinados por los Escuadrones de la Muerte, no merece ser “resucitado” ni considerado ni mucho menos tratarlo con paños tibios y contemplaciones. La fiera está en serios problemas, quizás moribunda, hay que darle la dosis adecuada de veneno o brindarle el lazo para que se cuelgue del árbol más alto!

En el manual “El arte de la guerra”,  Sun Tzu escribió “cuando el enemigo huye, debe perseguirsele; si descansa atacarlo, sí presiona replegarse estratégicamente”. En otra época, el teórico militar prusiano Von Clausewitz dijo "la guerra no es más que la continuación de la política por otros medios". Mencionamos a estos dos personajes históricos,  expertos en economía, política y guerra para recordarle a los dirigentes del FMLN que se es guerrero revolucionario para toda la vida, aun y cuando se haya firmado la Paz y se prosiga la actividad política en otras circunstancias y características.

En el presente son un partido en el gobierno, fueron la plataforma para que el comunicador y joven político Mauricio Funes, llegara a la presidencia. Por lo tanto, están en la obligación, mucho más que en el deber, de navegar fuerte, con  denuedo, energía y creatividad, para llevar la nave a puerto felíz. Los salvadoreños así lo quisieron y derrotaron el monumental fraude de Arena, pues extraoficialmente se conoce que no menos de 70 mil personas (entre extranjeros y “muertos”) votaron con DUI falsificado.

Los motivos que provocaron el estrepitoso derrumbe del partido Arena, son varios, entre ellos podemos enumerar: el privilegiar un modelo económico (neoliberal) que profundizó la brecha entre pobres y ricos y potenció la desigualdad en la sociedad salvadoreña; la enorme corrupción (la hemos documentado en varios comentarios) que caracterizó a los cuatro regímenes areneros; las infames políticas de desempleo deliberadamente impulsadas que provocaron el mayor éxodo de salvadoreños que conozca nuestra historia; el nepotismo, los privilegios y las oportunidades de trabajo y superación únicamente para los favoritos de los presidentes, los militantes del partido y los familiares de los altos dirigentes; el abandono total de la agricultura, la creciente delincuencia y el aumento del crimen organizado, la evasión y la elusión fiscal y el contrabando; el deterioro ambiental y la prepotencia de los grupos económicamente poderosos, conocidos sencillamente como la oligarquía.

Las encuestas y los distintos estudios de opinión señalaban el descontento general de la población, incluso muchos empresarios y profesionales que no estaban de acuerdo con los privilegios que los gobiernos areneros concedían a determinadas firmas comerciales, industriales, monopolios extranjeros y grandes exportadores e importadores, sobre todo de alimentos, materias primas, materiales de construcción, medicinas, equipos, fertilizantes, abonos y productos derivados del petróleo, entre otros. Los salvadoreños también pedían al FMLN que llevara de candidato a una figura fuera de sus filas y que contara con el apoyo masivo de la población. Así surgió la persona de Mauricio Funes, quien desde el primer momento fue recibido con muestras de júbilo por la población. El resto es historia.

El futuro es distinto. No se puede prever, pero sí se puede adelantar juicios, emitir comentarios, elaborar ideas, programas y prepararse para los batallas decisivas por venir. Es precisamente lo que intentamos decir al principio cuando citamos a Mao y a Clausewitz. Los salvadoreños ya hicieron gran parte del trabajo: expulsar a los corruptos del gobierno y darle una oportunidad a la izquierda de administrar el país, de producir cambios importantes y graduales y dirigir con sabiduría, firmeza y honestidad. Desde luego, generar confianza a todos los sectores y actores de la vida nacional. El poderoso rival derrotado no descansa y con todos los medios a su alcance está tratando de sembrar cizaña, de producir fisuras y divisiones entre el FMLN y el presidente.

Todo proyecto y obra emprendida por el nuevo gobierno ha sido atacada, censurada y puesta “en duda” por los diputados, “analistas” y altos dirigentes de Arena. Cuando se comenzó con la entrega de paquetes agrícolas a los campesinos, rápidamente se acusó a altos miembros del FMLN de “actos de corrupción” y de utilizar la ayuda con “fines políticos”; dos semanas de estar en el gobierno y los diputados Donato Vaquerano y Ernesto Angulo, fustigaron y calificaron al gobierno y sus funcionarios del área, “de inseguridad de incapacidad por no enfrentar y combatir la delincuencia”; siguieron con los ataques contra el Ministro de Obras Públicas, por no reparar los sistemas de alcantarillados y las cárcavas causadas por las intensas lluvias y el daño a las tuberías; continuaron contra Gobernación y el responsable de Protección Civil, por los graves daños dejados por las lluvias huracanadas y las inundaciones; también atacaron a los titulares de Salud Pública a quienes acusaron de ser los “responsables de la epidemia de la gripe humana y aviar”; continuaron contra el Ministro de Educación, Salvador Sanchez Cerén, quien, ya lo hemos dicho en otros comentarios, no es santo de la devoción de los sectores oligárquicos.

Qué ha fallado en el gobierno para hacer frente rápidamente a tan infames, cínicas e hipócritas acusaciones? Lo hemos dicho y lo reiteramos: no se ha diseñado una política de comunicaciones, tanto a nivel de los medios del gobierno, como utilizando creativamente los mismos espacios de los medios privados. Todos esos ataques señalados son fácilmente refutables y no necesariamente pretextos para las excusas o las justificaciones, en primer lugar porque los regímenes areneros dejaron en total bancarrota al Estado. En segundo, muchos de esos problemas son heredados y, en tercero, este gobierno está actuando con agilidad, transparencia y usando los escasos recursos con creatividad y bastante agilidad.

Más allá de lo señalado, lo que buscan los dirigentes de Arena y sus asesores, es crear desconfianza de la población en la buena gestión y capacidad de los funcionarios para hacerle frente a tantos problemas, los unos heredados y la mayoría producidos por fenómenos naturales. Ellos saben que han perdido una batalla importante, pero, como la mayoría de políticos, creen que pueden recuperarse en las próximas elecciones, tanto las de diputados y concejos municipales, como las presidenciales, estas últimas dentro de cuatro años y seis meses.

El FMLN, por su lado, debe hacer uso de su experiencia, de todo lo aprendido en los duros años de la guerra. El partido Arena no se ha recobrado de su derrota electoral y quizás no lo logre, mucho menos de las profundas divisiones producidas en su interior con el retiro de doce diputados propietarios, otros suplentes, así como la fuga constante de cuadros medios, profesionales y cantidad de militantes. El partido de izquierda debe trabajar fuertemente en la profundización de esas contradicciones, hostigarlo, no dejarlo respirar; aquí no se trata de que “se necesita de partidos de la oposición fuertes para la gobernabilidad”, como lo expresara sorpresiva y equivocadamente el Presidente Funes. No, para nada! Un partido surgido de las cenizas de miles de patriotas torturados y asesinados por los Escuadrones de la Muerte, no merece ser “resucitado” ni mucho menos tratarlo con paños tibios y contemplaciones. El ejemplo del PCN es más que suficiente para demostrar que las “personas malas” jamás se reforman o modifican su conducta. La criminología así lo estudia y lo sentencia.

Por eso hemos pedido al FMLN reforzar a sus Secretarías de Ideología, de la Juventud y de Organización, para trabajar de manera coordinada y con fuerza suprema las 24 horas del día, sin descanso ni tregua. Cinco años en el gobierno no son nada para producir los necesarios cambios. La fiera está herida, pero luchará hasta el final: esos ataques tan enconados utilizando sus medios de publicidad, tratan de tirar cortinas de humo de sus graves problemas internos y buscar llevarlos al patio de la izquierda para sembrar confusión entre los salvadoreños. Hay que preparar una doble estrategia: la de hundir al partido Arena y la de prepararse para las próximas batallas. Atacar sin descanso, elaborando bien las ideas y los planes de acción. En la derecha, a pesar de que han perdido fuerza entre sus estrategas nacionales, cuentan con los recursos económicos para contratar plumíferos, testaferros y asesores en otros países. Lo hacen en sus campañas electorales y, por supuesto, en momentos cuando el barco naufraga. El FMLN debe contar con un profesional para dirigir sus comunicaciones.

Los dirigentes del FMLN deben ser cautelosos, medir bien toda declaración o pronunciamiento que hagan, no darle municiones al enemigo, no caer en sus perversos juegos ni mucho menos dejarse empalagar con halagos y felicitaciones como constantemente hacen con el presidente  Funes. Si alguno o varios de sus cuadros tienen internamente deseos de “postularse” como candidatos a diputados o para presidente para las próximas elecciones, deben de meditar cada uno de sus pasos, dejar de lado las ambiciones personales y entregarse al servicio de los más humildes de este pueblo. Si hacen un buen gobierno en estos cinco años y todos cumplen a cabalidad con sus funciones, el premio llegará nuevamente de este pueblo que ha demostrado a lo largo de su historia que sabe distinguir entre aquellos que obran con honestidad y los otros que sólo intentan aprovecharse de sus cargos, de sus influencias o del poder.

La fiera está en serios problemas, quizás moribunda, hay que darle la dosis adecuada de veneno o brindarle el lazo para que se cuelgue del árbol más alto.

Pocote

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