2 de noviembre de 2009

La necesidad de definir una política exterior

La tradición dice que El Salvador ha sido consecuente con su política integracionista en Centro América, respetuoso de los tratados bilaterales y solidarios con las necesidades y urgencias de todas y cada una de las repúblicas del área. Sin embargo, luego de la guerra con Honduras en 1969 y con la consolidación de regímenes militares y,posteriormente con la puesta en marcha de un modelo neoliberal, descuidamos configurar y mantener una bien definida política en esta región, tan ligada a nuestros orígenes, dramas y peculiaridades históricas.
Explicable ese descuido en la confusa y dramática etapa de la consolidación de El Salvador en el siglo XIX como “país independiente”, resulta más difícil explicarla en el periodo de dictaduras militares, cuando la mayoría de problemas se “arreglaban” con la fuerza de las armas y los dictados siempre presentes de la poderosa oligarquía, noche en la cual se frustraron los sacrificios de ciertos próceres e impulsores de reformas, no sólo para dar a nuestra vida pública características democráticas y posibilidades de un desarrollo más digno y justo, anhelos que el pueblo tuvo que imponer por la vía de la violencia revolucionaria. La desproporción de los recursos territoriales, marítimos y humanos entre nuestro país y nuestros vecinos fue trazando, poco a poco, la imagen de los salvadoreños como una especie de “aprovechados”, “oportunistas” y hasta “pícaros” según el léxico de cada una de las repúblicas centroamericanas. “Salvadoreños repisados usted, que al latrocinio le llaman cachería”, dicen los guatemaltecos. El mismo Poema de Amor, escrito por Roque Dalton García, no ayuda ni abona en nada a construir una imagen favorable de los salvadoreños. Además, por las argucias de la política de ciertas transnacionales y oligarquías criollas a cuyo interés resulta inconveniente la unidad y armonía de los países centroamericanos. Con los dramáticos episodios ocurridos en Honduras, se advirtieron signos del nuevo gobierno por atender a sus deberes de buen vecino, no sólo condenando el golpe de Estado, sino exigiendo el retorno a la constitucionalidad e, incluso, en los primeros días apoyando un bloqueo económico contra los golpistas, medida que desde luego tiene efectos directos contra la población. Lamentablemente esos loables impulsos y acciones diplomáticas, políticas y comerciales ya no continuaron y pasamos a una “acción pasiva”, reaccionando a hechos coyunturales y, sobre todo, acatando disposiciones no siempre las mejores de la Organización de Estados Americanos (OEA). Nuestra particular manera de analizar los fenómenos, nos indica que esta política no debe estar basada únicamente en el intercambio favorable o no de la actividad comercial (enviamos tantos pollos y huevos y recibimos lácteos, frijoles, plátanos y naranjas) o de un interés fenicio de explotación y aprovechamiento voraz de los recursos de nuestros vecinos, sino una actitud de leal comprensión de problemas que, en mayor o menor grado, nos son o nos han sido comunes. El actual gobierno, a diferencia de los regímenes anteriores, debe buscar una relación fraternal que disipe reservas y desconfianzas: incrementar sus relaciones con Guatemala, Nicaragua y Costa Rica, en el marco del respeto mutuo y en condiciones que posibiliten un desarrollo sostenido para todos. Bajo este parámetro fijar una posición única y firme en contra de los violadores del orden constitucional y estado de derecho en Honduras. Una muestra de la actitud revanchista y retrógrada de los golpistas hondureños, ha sido puesta en evidencia en los últimos días con el cierre de la frontera a productos avícolas. Las autoridades sanitarias de El Salvador comprobaron que los productos lácteos, sobre todo la crema y la leche, de Honduras estaban contaminados con heces fecales. Un hecho irrefutable comprobado en los laboratorios norteamericanos. Las autoridades de Honduras lejos de buscar solucionar un hecho tan grave, procedieron a congelar las exportaciones salvadoreñas. Entendemos que se hacen esfuerzos delicados, tomando en cuenta que no existen relaciones de ningún tipo con los golpistas, para buscarle una rápida y efectiva solución a un problema generado únicamente por las pésimas condiciones sanitarias de los productores de lácteos hondureños. Nos gustaría que los gestos y los hechos solidarios del gobierno y de los salvadoreños se expresaran con el pueblo hondureño, porque en el presente y en el futuro inmediato únicamente se recibirá una descortesía, un rechazo y un alud de censuras de parte de los golpistas. En todo caso, estas cuestiones diplomáticas, comerciales y políticas, serán siempre discutibles y una diferencia de enfoque o una confrontación de concepciones incompatibles no deben ni puede n ser motivo de descortesías ni de rechazos ásperos, sobre todo con el pueblo hondureño. La colaboración fraternal y el gesto solidario deben prevalecer, tal como lo dicta la tradición y la historia. Y esto es sólo un síntoma, una advertencia, una experiencia aleccionadora, no para sostener, lo reiteramos, resentimientos revanchistas, sino, muy especialmente, para darnos una idea más aproximada a la realidad que los brindis de las reuniones diplomáticas, de las dificultades y obstáculos que se acumulan en la ruta de nuestras relaciones con los países hermanos, mucho más como autocrítica que como reacción ofendida. Necesitamos, pues, revisar, afinar una política más acorde con los tiempos actuales no sólo con los países de Centro América, sino con los de América Latina y del Caribe que sea congruente con nuestras similitudes históricas y con la problemática actual de nuestros entrañables vecinos.
Pocote
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7 comentarios:

  1. Anónimo10:05 a. m.

    siempre he dicho que no apruebo las vacilaciones y ambiuguedades del canciller hugo martines

    cuando se le oye hablar y poner postura nunca queda nada claro no se sabe si es si o si es no

    Mauricio Funes usted dijo que su campaña que El Salvador iva a mirar al sur y no tanto al norte, la verdad sigo esperando, recuerde que el sur no es solo Colombia y Brasil

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  2. Anónimo10:08 a. m.

    Que decepcion cuando Mauricio Funes califico al igual que los areneros y derechistas han calificado siempre al gobierno del presidente chavez como un regimen populista

    que lo sea o no no importa, lo que importa es que funes utilizo las mismas actitudes y palabras que los areneros y derechistas retrogardos entonces ¿de que cambio hablamos?

    da pena que a estas alturas El Salvador tenga con venezuela nada mas relaciones "comerciales" mientras el cambio sigue sin cambiar

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  3. Barbaro Pocote me llegan tus reflexiones.... Sos grande!!!!!


    Pocote para presidente!!!!!!!!!!!!!

    seguro tenes mi voto...

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  4. En la medida que cambia el individuo se influencian los cambios grupales y asi cambian las sociedades. Comencemos por querernos y aceptarnos nosotros mismos,para poder querer y aceptar a los demas.

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  5. Anónimo8:39 p. m.

    Desde el inicio de nuestro gobierno he visto el actuar de hugo martínez y esa pose de catrín, de diplomático, de light, no me gusta. Se necesita contundencia en la política exterior.Sólo de pensar que ochoaperras estuvo como embajador en Honduras en los primeros meses del gobierno me da cosa. Afuera martínez.

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  6. Anónimo9:24 p. m.

    Puta compas. Hoy si me entro la depresion paloma. Fui a hacer un tramite pendiente a la ex concultura ahora secretaria de cultura y casi me da un infarto.
    Veo a un cierto especimen femenino paseandose como juana por su casa, entraba por aqui salia por alla. Pregunto que que hacia en la secretaria la mentada fulana y me dicen que era un alto culo, funcionaria de primer nivel y de super confianza de la secretaria de cultura.
    Sali de alli con los pelos parados. La mentada es mujer de un fulano que fue pieza clave de la campana cochina de los arenazi de mierda.
    Puta mara, un poquito de respeto para todos los que nos dimos verga en la campana, no reclamo camisetas sudadas pero si respeto a la dignidad de la mara.
    Nombre si no soy radical, no digo que aquello debia ser rojito rojito pero por la gran puta tampo le vamos a dar de hartar a los que no tuvieron higados para hacernos mierda. Y se hartaron de chingarnos.
    No mara si asi es el negocio estamos mal. Que la mujer no tiene culpa de las cochinadas del marido, pues bien que se harto de esa porqueria, y quien dice que no estuvo de acuerdo. Puta ni que fuera la ultima gota de agua del desierto.
    Esas cosas ofenden a la dignidad, quiebran todas las esperanzas.
    Yo digo que si eso no se denuncia aqui mejor cierren el blog porque eso no puede ser. Esa mucura que se vaya a huelerle los pedos a los areneros

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  7. Anónimo9:29 a. m.

    ya el pueblo lo dice, hugo martinez no nos convence

    esta mas preocupado por verse bien que por poner postura

    funes hay tanta gente capaz...

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