La cineasta cubana Rebeca Chávez realizó una nueva edición de su documental "Octubre del 67", que originalmente incluyó amplios testimonios de los tres únicos supervivientes de la guerrilla en Bolivia.
El documental madre de esta historia posee 29 minutos y fue filmado por Rebeca para el ICAIC y estrenado en 1988. De telón de fondo aparecían aquí las secuencias del entrenamiento de los militares norteamericanos y las declaraciones de un oficial de las Fuerzas Especiales del Ejército de Estados Unidos, también conocidos como de “Boinas Verdes” (Green Berets), quien narra con cinismo cómo la CIA y el Pentágono persiguieron al Che por África, Asia y América Latina, hasta que “se le acabó su suerte en Bolivia”.
En una edición especial para Cubadebate, Rebeca, quien recientemente estrenó en Cuba su largometraje de ficción Ciudad en Rojo, retomó las secuencias originales de “Octubre de 1967. Con la ayuda del editor Miguel del Riego, del equipo de Telesur, reconstruyó el relato espeluznante de la última escaramuza del Che Guevara contra un batallón del Ejército boliviano que en realidad era dirigido, controlado y entrenado por el 8º Grupo de Fuerzas Especiales del Ejército de Estados Unidos, cuyo cuartel general estaba en Fort Gulick, Zona del Canal de Panamá.
Al explicarnos cómo llegaron estas secuencias a sus manos, Rebeca contó que “gracias a la solidaridad. Por años el ICAIC hizo un esfuerzo extraordinario para recuperar todo el material fílmico posible sobre la vida y la muerte del Che. Por eso pude disponer de un archivo virgen para la serie de cuatro documentales que realicé en la década del 80 sobre la guerrilla boliviana”.
Las imágenes de los Boinas Verdes formaban parte de un reportaje para la televisión inglesa, filmado en Bolivia, poco meses después del asesinato del Che. “El material llegó en una copia de 16 milímetros. No teníamos los equipos necesarios en el ICAIC para copiar un filme en ese formato. Para salvarlo, recurrimos a métodos casi artesanales: lo proyectamos contra la pared en blanco, lo ampliamos y luego, lo subtitulamos”, cuenta Rebeca.
Entonces el interés fundamental de la realizadora se concentraba en guardar el testimonio histórico de los únicos sobrevivientes de la guerrilla:
“Era la primera vez que se filmaba para el cine a los cubanos Leonardo Tamayo (Urbano), Harry Villegas (Pombo) y Dariel Alarcón (Benigno), y teníamos una enorme avidez por conocer los momentos finales de la vida del Che. En ese momento, los sobrevivientes eran desconocidos. Habían llegado a Cuba años atrás, se habían incorporado a tareas anónimas y habían estado en Angola, en Nicaragua y Etiopía, fieles al legado del Che. Hablaban de él en presente. Creían que la muerte del jefe guerrillero era algo que estaba en los planes, pero admitían que en Bolivia todo se precipitó, básicamente por la intervención de los Estados Unidos.”
Como se ve en esta nueva edición, todavía algunos personajes no están bien identificados. El narrador inglés habla de Félix Ramos, que fue el seudónimo que utilizó en Bolivia el agente de la CIA de origen cubano Félix Rodríguez (el mismo que capturó a Nidia Díaz -ND El Trompudo-).
Rodríguez persiguió al Che desde el Caribe hasta el África, y más tarde en Bolivia. Los últimos cuatro meses de la vida de la guerrilla, los pasó Ernesto Guevara y su tropa intentando evadir un batallón de Rangers del Ejército boliviano, entrenado por los Boinas Verdes y asesorado por un equipo de tres contrarrevolucionarios cubanos que trabajaban para la CIA. Félix Rodríguez “fue clave para enfocar los esfuerzos del 2do Batallón de Rangers (del Ejército de Bolivia) en la región de Vallegrande, donde los rebeldes de Guevara estaban operando”, como afirma un cable desclasificado de la CIA, que usted puede leer en el Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington (CIA Debriefing of Félix Rodríguez, June 3, 1975)
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