Sólo Dios la puede detener?

Uno de los “meritócratas” del presidente Funes, dijo recientemente que la construcción de la Represa El Chaparral, sólo podría ser detenida por el mismo Dios. Al escuchar semejante expresión, instintivamente giré mi vista al cielo en busca del rayo que le partiría la madre a semejante payaso chabacán. Sin temor a errar esfuerzo, considero y recomiendo no provocar a Dios con semejantes jayanadas! Conversando con un mí compadre, respecto a este espécimen de la derecha guanaca, me expresó lo siguiente: -“El poder y el billete, en la mayoría de las ocasiones, embrutecen a los individuos; y este símbolo de la meritocracia de Funes, es una muestra viviente de ello”. Hay mucha razón en las palabras de mi compadre, ya que la prepotencia y la idiotez de este individuo, se conjugan de manera formidable para que haga estas tristes apariciones. Un vecino que se estaba echando el rollo de la plática que teníamos con mi compadre, nos dijo: -“El bicho, presidente de la autónoma, está pensando en el negocio de las pólizas que tiene su mujer, ya que ella es la que percibe los beneficios derivados de la intermediación de las pólizas”. Y atajó nuestra incredulidad, agregando: -“Este cipote de las hamburguesas sí que le ha sacado lucro a los “tres melones” que le dieron a Funes durante la campaña”. Es complicado el tema de la represa, no nos cabe la menor duda. Es tan jodida la situación que en esos dimes y diretes expresados por este tristemente célebre presidente de CEL, se llevó de encuentro al mismo Funes, poniéndolo, prácticamente, como uno más de sus sirvientes. Esperamos una reacción o un reclamo por parte del mandatario; pero, aparentemente, ahí hay algo más que “amistad” y “meritocracia”. Creo que el presidente Funes debe reflexionar y evitar equivocarse respecto a la construcción de esta obra; debe recordar que una de sus promesas en la toma de posesión fue: No errar y no equivocarse. Dicho prosaicamente : no cagarla! Pero vamos más allá : si realmente el presidente Funes va a gobernar utilizando la sabiduría de nuestro San Romero de América, debemos recordarle que “de nada sirven las reformas si van teñidas con tanta sangre”. La sangre a la que hacía referencia nuestro Santo, no sólo deriva de las armas, mi querido presidente : existen nuevas formas de matar a las gentes y es el hecho de dejarlas sin sus subsistencias, sin sus techos y sin sus formas de vivir. Esperamos que consulte con la almohada, señor presidente Funes. Este tema es muy dificil y no se deje dar órdenes por el cipote de las hamburguesas. Le queremos recordar, por si no se ha dado cuenta, que ya está sentado en la silla presidencial. Si bien es cierto que hay deudas fuertes con el “hamburguesero” mayor, esta situación no debería de afectarnos a los salvadoreños. Creo que esos son enanos de otro cuento; de su cuento, señor presidente, y no del nuestro! Kvernicola REENVIA - IMPRIME - COMPARTE - COPYLEFT