Los corruptos no miran la viga de sus ojos!

En un comentario pasado aseguramos que el ex presidente Alfredo Cristiani no tiene legitimidad ni autoridad moral para juzgar las actuaciones del actual mandatario, mucho menos cuando perversamente intenta crear una separación artificiosa entre el titular del Ejecutivo y el partido FMLN, maniobra que, como podemos recordar, no les dio ningún resultado en las pasadas elecciones. Las frases, las declaraciones, en fin, las palabras las usa con frecuencia para echar a correr rumores, falacias, calumnias y creer, muy a tono con su arrogancia, que está transmitiendo ideas con semejantes tonterías. Este singular personaje se apropió la frase “arderá Troya”, supuestamente para amenazar con crear desórdenes callejeros y desobediencia civil. Es decir, ingobernabilidad si el presidente Funes persiste en medidas levemente progresistas a favor de la población. Lo mismo la frase de “un gobierno sin rumbo”, cuando precisamente si en algo destaca el nuevo gobierno en estos primeros tres meses, es en obras para las clases más vulnerables. Desde luego, de la oligarquía, de la prensa amarillista, de los plumíferos y de los testaferros se puede esperar cualquier cosa. El Salvador vivió hace apenas unos años la trágica pesadilla de los asesinatos colectivos, de las masacres perpetradas sincronizadamente por los represivos cuerpos policiales, incluyendo batallones especializados de la Fuerza Armada de El Salvador y de los Escuadrones de la Muerte, fundados y financiados por la oligarquía. Hoy, del lenguaje sin sentido pasan rápidamente a la acción: piquetes de activistas de Arena, fueron ubicados estratégicamente en diversas zonas del país, para dar la idea de una protesta masiva de campesinos “descontentos” porque no les habían entregado los paquetes agrícolas. La campaña fue acompañada de los repetidos discursos y declaraciones de los políticos derechistas, haciendo un frente repugnante de mentiras y disparates. Hasta el diputado señalado de corrupción por la voz autorizada de la población, Orlando Arévalo, también ingresó al ruedo con una “asociación campesina”. Es decir, las palabras y los hechos no se produjeron como algo enteramente abstracto, sino que tuvieron su origen en el Comité Ejecutivo de Arena -COENA- y en el seno mismo de la oligarquía. Si los funcionarios del gobierno tenían alguna duda, ahora saben a qué atenerse y cómo proceder para contrarrestar las acciones desestabilizadoras de esta clase de mafiosos. El hecho de que diputados como Donato Vaquerano, Roberto D´Aubuisson o Milena Calderón de Escalón hablen tan mal del nuevo gobierno, es porque obedecen a una directriz y esta va encaminada a desvirtuar y atacar toda obra o proyecto que realice el gobierno de Mauricio Funes. El mismo Cristiani, de manera cínica, aseguró que todas las acciones realizadas por la actual administración, como la ampliación universal del seguro médico, la eliminación de las cuotas “voluntarias” en los hospitales, la entrega masiva de títulos de propiedad de parcelas agrícolas, los uniformes escolares, el vaso de leche diario, las pensiones de 50 dólares mensuales a adultos mayores sin posibilidades de acceder a un retiro digno, la construcción del hospital de Maternidad, etc. “son proyectos que ya estaba haciendo el presidente Saca”. Decir que esta clase de políticos que lanzan al aire cualquier embuste y utilizan las palabras, el idioma castellano, como baratijas, como confeti, como pompas de jabón, como humo, es decir que no usan las frases como ideas, que son frívolos, que no piensan...no es faltar a la verdad, sino profundizar en una realidad a la que nos han tenido acostumbrados, pues si ustedes revisan o reflexionan sobre lo hecho y lo dicho por los ex funcionarios de Arena en los últimos veinte años, cuando El Salvador sufrió la peor pesadilla de su historia, verán como la demagogia, la mentira y la corrupción sentaron sus reales y fue la guía y la acción práctica de estos políticos sin escrúpulos que en el presente tratan, por todos los medios, de enterrar las ilusiones y las esperanzas de los salvadoreños. Qué hacer, entonces, con estos siniestros personajes que tuvieron veinte años para concretar obras de beneficio popular y no lo hicieron, y que ahora tratan de desestabilizar a la administración del Presidente Funes y del FMLN? Por supuesto, serán los asesores y expertos en comunicación del nuevo gobierno los que tomen la iniciativa, denuncien y combatan las arremetidas y las campañas mafiosas emprendidas desde la prensa amarillista. Nosotros nada más podemos señalar y reflexionar sobre los hechos que todos los días estamos viendo; no contamos más que con la palabra y nuestras ideas, pero esta trinchera se mantendrá firme, y si nuestros amables lectores contribuyen con la multiplicación de lo aquí expresado, con la invitación a que cada día más lectores se acerquen a nuestro espacio, pues mucho podremos lograr para derrotar a los mafiosos. Hablar de honestidad cuando se ha tenido y se tiene la rapiña por actividad cotidiana; de patriotismo, cuando se tiene por dios al dinero; de amor al pueblo, cuando se vive de la explotación y del sudor de la gente humilde y se tienen las arcas colmadísimas; de ejercicio político, cuando se hace al bufón con agravantes de olímpica prosopopeya, despojar de su sentido real a las palabras, dejar vacío el pensamiento, darle la espalda a las ideas volviendo sólo viento los conceptos, es una actitud muy denigrante, repugnante; ese viento de la retórica enana y pútrida, acumulado por años, intoxica, ahoga, asfixia. Y algo peor: ensucia! Los salvadoreños hemos aprendido mucho, pues a ese incesante bombardeo de perfidia, engaños y demagogia nos sometieron por años los ex presidentes Armando Calderón Sol, Francisco Flores y Antonio Saca. Cristiani fue, nada más ni nada menos, el creador, el Capo de la Corrupción, del contrabando y del saqueo público de las arcas del Estado. Los expertos en comunicación del actual gobierno deben pagarles a todos estos mafiosos de la política con la misma moneda, pero con creatividad : devolver viento a los que con viento nos abruman y tratan por todos los medios de desestabilizar al gobierno; silbar y abuchear a los oradorzuelos y falsificadores de nuestra historia, como Alfredo Cristiani. Hay que volver a llamar pan al pan y vino al vino; y rábulas, pillos, sapos inflados, cerdos, demagogos...a aquellos que de ser eso se envanecen! Pocote REENVIA - IMPRIME - COMPARTE - HAZ PATRIA - COPYLEFT