Los cínicos a la cabeza de las protestas!

Cristiani se autonombró “Presidente de la Paz”, pero la ausencia de la guerra y el silencio de las armas nos condujo a una pesada paz no exenta de temores, pues al poner en práctica una política perversa de desempleo y obligar a los compatriotas a emigrar hacia los Estados Unidos, se desintegró la familia y se potenció la delincuencia, además del vasto aparato represivo que estuvo siempre presente en las ingratas administraciones areneras. Ahora resulta, según las opiniones del ex presidente Alfredo Cristiani, que los cuatro sucesivos gobiernos de Arena trabajaron por el bienestar y el progreso sostenido de los salvadoreños, se respetó, según él, la estabilidad de los empleados, se combatió frontalmente la delincuencia y el crimen organizado, se impulsaron programas de educación, se amplió la cobertura en salud y se generaron miles de empleos en las áreas pública y privada. Según Cristiani, fuimos un país y una sociedad feliz, nada nos faltaba y las familias de los distintos estratos sociales gozaban de suficientes ingresos económicos para distintas actividades. La seguridad alimenticia estaba asegurada, pues los regímenes areneros le apostaron a la reactivación agrícola. En síntesis, todo esto lo ha dicho el señor Cristiani en las entrevistas por radio y televisión que le han hecho “destacados periodistas”. Francamente, no sé si reír o llorar con semejantes declaraciones, pues resulta que los salvadoreños somos ingratos y no hemos sabido agradecer y premiar a políticos y funcionarios de la extrema derecha que tanto han hecho por el progreso y el bienestar de los salvadoreños. Este representante de la oligarquía es un cínico o quizás un abusador de la paciencia y hasta de la inteligencia de los salvadoreños: ya es del dominio público que los cuatro nefastos gobiernos areneros fueron los más corruptos de la historia nacional (sólo en veinte casos documentados, distintos funcionarios y amigos del partido de derecha, se llevaron más de mil trescientos once millones de dólares, ya en fraudes a la economía pública, ya en adjudicación ilegal de licitaciones, o en irregularidades o robos directos), además de favorecer y proteger la evasión y la elusión fiscal, el contrabando y el narcotráfico. En veinte años de regímenes areneros no se fortaleció la vida democrática, pues se pervirtió y enajenó el Tribunal Supremo Electoral, el Registro Nacional de Personas Naturales (RNPN) y todos los organismos que, de una u otra forma, tienen que ver con las elecciones y participación ciudadana en las supuestas decisiones para elegir a nuestros representantes en los diversos puestos públicos. Nunca se fortalecieron las instituciones, ni siquiera los mismos partidos, para recoger las inconformidades, las disidencias de los grupos avanzados. Por ello, un número creciente de ciudadanos ha escogido la vía de la abstención como medio de protesta. La libertad de expresión, sólo existía para el partido y los funcionarios de gobierno; pero esta terminaba en cuanto pretendía materializarse en reuniones, asambleas, manifestaciones u organizaciones. Cristiani se autonombró “presidente de la paz”, pero la ausencia de la guerra y el silencio de las armas nos condujo a una pesada paz, no exenta de temores, pues al poner en práctica una política perversa de desempleo y obligar a los compatriotas a emigrar hacia los Estados Unidos, se desintegró la familia y se potenció la delincuencia, además del vasto aparato represivo que estuvo siempre presente en las ingratas administraciones areneras. El cínico de Cristiani nada dice sobre la liquidación del Instituto Regulador de Abastecimientos (IRA), de la anulación del Instituto de Vivienda Urbana (IVU), del abandono de la agricultura, de la privatización de la banca (en ese “saneamiento de la banca” la oligarquía se embolsó no menos de 700 millones de dólares, una tajada sustancial le quedó a Cristiani, pues se apoderó del Banco Cuscatlán) y de la cantidad de privilegios entregados a grandes empresarios y militantes del partido Arena, que, ciertamente, coparon todos los cargos del aparato estatal; privilegios que ahora este caballero defiende y amenaza con hacer “arder Troya”, si el gobierno del FMLN insiste en hacer una limpieza general, como se lo exige la población. Nada dice Cristiani sobre la espiral de violencia y el crimen organizado; pero no tiene empacho en exigir a las actuales autoridades de seguridad un mayor protagonismo y acciones concretas en contra de la delincuencia. El burro hablando de orejas! En el campo de la política exterior, siguiendo los pasos de otros gobiernos sumisos, los cuatro regímenes areneros se sometieron a los dictados de las imperialistas transnacionales estadounidenses; y no sólo permitieron la instalación de una base militar en Comalapa, y una injerencia directa de asesores norteamericanos en la conducción de la política interna, sino que fuimos el único país de América Latina de enviar tropas para acompañar la ilegal y repugnante invasión militar a Irak. En la actualidad protestan por la normal apertura de relaciones diplomáticas, comerciales, culturales y deportivas del actual gobierno con Cuba y se asustan ante la posibilidad de un mayor acercamiento con Venezuela. Las visitas del jefe de Estado, Mauricio Funes, a distintos gobiernos de América Latina, les molesta y razonan que se están gastando dineros que bien pudieran invertirse en obras de beneficio para la población. De cínicos está poblado el partido Arena! No somos nosotros los más indicados para explicar las razones de los viajes del mandatario a Chile, Argentina y Brasil. Entendemos que son en busca de firmar convenios para el desarrollo de proyectos sociales, así como ayuda financiera, pues los cuatro regímenes areneros dejaron en total bancarrota al Estado salvadoreño; pero más allá de eso, digamos que esas giras tienen un sentido simbólico: la posibilidad de convivencia pacífica en un mundo de diversas ideologías, pues nos hemos empeñado en promover la aceptación de un mundo multipolar y cualquiera que sea la suerte final de los convenios, quedará el área del idealismo diplomático. Con todo, es necesario aclarar que en apenas 100 días de gobierno, se han invertido muchos fondos en aliviar la precaria situación de miles de salvadoreños, y esto es bastante si los confrontamos con el despilfarro y la protección de los regímenes areneros a las familias económicamente más poderosas del país. La diplomacia y el entreguismo de Francisco Flores y Antonio Elías Saca, nunca más debe repetirse en este país. Somos pequeños en territorio y no contamos con materias primas ni recursos energéticos, pero tenemos dignidad y presencia en todos los organismos mundiales donde se dirimen los grandes y graves problemas del mundo. Con Estados Unidos debemos mantener y fortalecer las relaciones diplomáticas, comerciales y culturales, pero en un marco de respeto y entendimiento. Los perversos “consejos” de representantes de la oligarquía sobre el “rumbo” de nuestra economía y de relaciones internacionales, deben ser desechados y jamás tomados en cuenta, por mucho o poco temor que nuestro presidente le tenga a los sectores económicamente poderosos de este país. Por eso insistimos en la imperiosa necesidad de buscar siempre el apoyo y el consejo de los más humildes, de las mayorías poblacionales, es ahí donde radica la llave del éxito en los próximos cinco años de gobierno. El nuevo gobierno de Funes y el FMLN debe orientarse a satisfacer las demandas urgentes de la población, como el combate frontal contra la delincuencia, la generación de empleos y el control de precios, sobre todo la disminución en los precios de los productos de primera necesidad y de las medicinas. Del mismo modo, preocuparse por la reactivación del puerto de La Unión y poner mucha atención en las probabilidades de una contaminación constante y peligrosa de las aguas del Golfo; los posibles conflictos que se origen de la construcción de la presa de El Chaparral, obra con la que estamos totalmente en desacuerdo; poner atención a las campañas de desestabilización y ataques perversos de la derecha reaccionaria. Por su parte, el FMLN debe orientar y poner a trabajar sin descanso a las secretarías de Organización, de la Juventud y de Ideología, pues aquí radican muchos de los éxitos futuros. El otro punto en que debe poner atención el gobierno del Cambio, es el de proteger el poder adquisitivo de los salarios. Debe planificarse por parte del Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Trabajo, una estrategia simple: el periódico aumento de salarios, de acuerdo con los vaivenes de la inflación y equilibrarlos con el alza de las mercancías; desde luego, esto resultaría vano o quizás contraproducente si no se establecen, sincrónicamente, mecanismos eficaces para estabilizar los precios. Los “grandes empresarios” siempre se oponen a planes de regulación del gobierno; pero en momentos de profunda crisis mundial, con la caída estrepitosa del modelo neoliberal, se hace necesaria y obligatoria la intervención del Estado, como ha ocurrido en los Estados Unidos y en la mayoría de países europeos. Es conocido, además, que una amplísima franja de trabajadores no goza realmente de salarios mínimos, ni fijos; en consecuencia, no recibirán ningún beneficio. El Foro Económico y Social convocado por el gobierno, bajo la orientación del Secretario Técnico de la Presidencia, debe enfocarse en este delicado asunto: favorecer a los trabajadores y empleados con bajos sueldos y, en consecuencia, con bajo poder adquisitivo. Menos mal que las recomendaciones de tal Foro no tienen poder vinculante, porque de seguro existirán muchas contradicciones, sobre todo del sector empresarial con las organizaciones sociales; pero lo importante es el debate y la discusión, en el camino se arreglan las maletas y estas, como todos sabemos, son muy pesadas y riesgosas, más cuando se apuesta a un cambio y a unas relaciones distintas entre lo que hasta ahora han querido hacer los gobiernos derechistas patrocinados y sostenidos por la oligarquía. Finalmente, hay que subrayar la importancia que el gobierno de Funes y del FMLN deben concederle a la política económica: aquí hay muchas cosas oscuras, el acoso de las interrogaciones de la esfinge. El desequilibrio entre ingresos y erogaciones subsiste, la economía está, en consecuencia, básicamente enferma. Los gobiernos de Arena, como dicho está, nos legaron un país sin finanzas, con robos descarados, con plazas fantasmas y total corrupción. Consecuencia de todo lo anterior, los ingresos fiscales han disminuido sensiblemente, lo mismo las exportaciones; pero habría que analizar hasta qué punto esas exportaciones son, en verdad, favorables. La crisis de productos alimenticios es mundial, y el acaparamiento de los productos por los países ricos, es innegable. Pero también los regímenes areneros fueron imprevisores, y por favorecer a determinados empresarios, abandonaron la agricultura y nos hundieron en el peor desastre que registra nuestra historia moderna. De esto no habla Cristiani, se aferra al cinismo, a la mentira repetida y goebbeliana, así como a perpetuar supuestas divisiones entre el partido de gobierno y su presidente. Nadie ignora que existen diferencias ideológicas entre muchos dirigentes del partido de izquierda y el mandatario; pero eso es lógico y se producen en Estados Unidos con el presidente Obama y el partido Demócrata; con Lula y el partido de los Trabajadores en Brasil, como lo existió con el presidente Salvador Allende en Chile y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). En los próximos meses, cuando obras de gran envergadura se estén realizando, como las unidades habitacionales, la entrega de uniformes escolares, el Vaso de Leche y la cobertura total de salud, veremos cuál será el comportamiento de los representantes de la oligarquía, de los testaferros y de los que siempre han explotado las necesidades del pueblo. Por supuesto, con el cínico y mafioso de Cristiani a la cabeza. Pocote