Tony Saca : El gran ladrón y mentiroso

Unos meses antes de las elecciones del 15 de marzo, Saca y otros funcionarios dijeron que la economía salvadoreña estaba "blindada" y que no resentiría los efectos de la crisis financiera mundial y de la caída estrepitosa del modelo neoliberal, variante del capitalismo salvaje. Es más, argumentaron que "gracias a la dolarización y al manejo responsable de nuestras finanzas y reservas, saldremos rápidamente a flote". 

Los expertos sostienen que una economía dolarizada, sin respaldo fuerte de una industrialización, de una balanza favorable en el sistema de exportaciones e importaciones y de una creciente inversión pública y privada, está más expuesta a los vaivenes de los desequilibrios financieros mundiales y a las crisis energética y alimenticia. Si a eso agregamos la declinación de las remesas enviadas por los compatriotas que residen y trabajan en los Estados Unidos, que representan el 17% del Producto Interno Bruto (PIB), la situación se complica y se torna más delicada. 

Saca nunca ha dicho la verdad al pueblo salvadoreño, no sólo al proporcionar cifras falsas de nuestra economía ("entregaremos un gobierno con transparencia, con una economía estable y finanzas sanas", declaró recientemente) sino en aspectos esenciales, como en el sistema de salud, en la educación y la agricultura. El mismo slogan que manejan: "un gobierno con sentido humano", es una ofensa, una bofetada, a las aspiraciones reivindicativas y ansiadas de una mejor vida de los compatriotas. 

En el campo de la salud, los hospitales son un desastre, al desabastecimiento permanente y crónico de medicinas, se agrega el desorden administrativo desde la misma dependencia del Ministerio de Salud Pública; las calamidades de todos y cada uno de los hospitales son graves : pésima atención en la consulta externa y en el internado de pacientes, no hay camas suficientes, sistemas de aire acondicionado lamentables, suciedad, cucarachero, falta de alimentos y medicinas, deterioro de los equipos quirúrgicos y más. Cuando se presentan epidemias como el dengue hemorrágico o la clásica gripe humana o el cólera, no contamos con recursos humanos, técnicos ni infraestructura adecuada para hacerles frente; en la mayoría de los casos ha tenido que intervenir la Organización Panamericana de la Salud (OPS), para ayudar a controlar y, eventualmente, combatir tales enfermedades. 

Los mismos médicos se han encargado de señalar las deficiencias y la falta de previsión de las autoridades de Salud Pública. Sin embargo, el presidente de la república, en declaraciones amañadas y mentirosas, dice que "cada año se invierte más en el ramo de Salud Pública" y que "hemos avanzado en el combate a enfermedades endémicas". 

 En la educación, francamente el panorama heredado es desastroso. En un comentario pasado, precisamente, nos referíamos a un reportaje publicado por el diario de hoy, órgano oficial de propaganda de Arena, en el que se denunciaba el total abandono de muchas escuelas del país. Las fotografías mostraban el estado lamentable de las aulas sin pupitres ni pizarrones, paredes a punto de derrumbarse y niños recibiendo clases sentados en el suelo o sobre piedras. No eran casos aislados, sino parte de una totalidad, de una desgarrante realidad que han sufrido los niños de este país.  

La Ministra de Educación, en cinco años al frente de esta cartera de Estado, nunca se ha referido a esta situación; por el contrario, ha dicho que "se ha disminuido la deserción escolar", así como también "han bajado los índices de analfabetismo". Desde luego, sus palabras han seguido al pie de la letra el guión escrito por Saca, quien, para verse favorecido por los Fondos del Milenio, ha falseado las estadísticas y mentido reiteradamente sobre los recursos destinados a la educación, a pesar de que los mismos organismos de las Naciones Unidas, como la CEPAL y la UNESCO, han señalado serias deficiencias en cuanto a la inversión social. En América Latina estamos ubicados en el último lugar en esta materia. 

Sería interesante conocer cuántas escuelas, institutos y otros centros de formación tecnológica se han construido en el país, en estos últimos cinco años. El mandatario es muy dado a mencionar el programa "Alianza Solidaria", con el cual, supuestamente, se entrega una asignación mensual de 15 dólares a unas 50 mil familias de escasos recursos económicos y se les obliga a enviar a sus hijos a las escuelas. No conocemos de estadísticas confiables al respecto, ni estamos seguros si esos grupos familiares reciben tal estipendio, que de ser cierto no es suficiente para paliar las ingentes necesidades de salud, alimentación, transporte, vestimenta y más. El gran ladrón y mentiroso también ha dicho que "en mi gobierno hemos reactivado la agricultura nacional", cuando de todos los salvadoreños es conocido que seguimos importando verduras de Guatemala y México, así como frijoles, frutas y lácteos de Nicaragua y Honduras. Recordamos que en la feroz campaña política realizada por Arena, durante la campaña presidencial, se utilizaron testimonios e imágenes de supuestos nicaragüenses, quienes afirmaban que "en nuestro país nos estamos muriendo de hambre porque no tenemos ni frijoles para comer". La propaganda cae por sí sola, cuando se basa en mentiras, pues todos aquí sabíamos que los frijoles rojos o de seda que consumíamos procedían de Nicaragua, lo mismo que el quesillo, las distintas variedades de queso y la carne de res. En este periodo de gobierno por concluir, al igual que en los tres regímenes anteriores de Arena, se abandonó totalmente la agricultura con el deliberado propósito de favorecer la importación de alimentos, "pues resulta de más bajo costo importarlos que producirlos", según la lógica mercantilista e infame del neoliberalismo. 

El presidente Saca, siempre se refirió a que "estamos entregando semilla mejorada a nuestros agricultores para incrementar los cultivos y la cosecha de cereales". La verdad es que era una política demagógica y, a lo sumo, se buscaba favorecer a los agricultores miembros del partido en el gobierno. Este régimen está a punto de marcharse y la agricultura sigue en el abandono, como lo han declarado públicamente distintos sectores, y no solamente los cooperativistas, a los que tanto rencor guardan los dueños y fundadores de Arena. Y como la mentira tiene "patas cutas", recientemente el Ministro de Hacienda acaba de confirmar que el déficit fiscal del país supera los mil millones de dólares, restregándole por la cara las falsas estadísticas y cifras proporcionadas por el presidente Saca, quien hasta el último momento ha dicho que "entregaremos un país con finanzas sanas y reservas suficientes para hacerle frente a la crisis financiera mundial". 

Las estadísticas de la Dirección de Economía Agropecuaria, reflejan una sensible disminución en las áreas cultivadas de frijol, maíz y sorgo, ya no digamos de arroz, verduras y árboles frutales. El nuevo gobierno tendrá que importar grandes cantidades de estos productos para abastecer el mercado nacional y evitar así una peligrosa hambruna. El desastre es total y trágico, similar a la costumbre inveterada de mentir del gran ladrón y mentiroso presidente Saca. 

El nuevo gobierno debe ser enérgico y responsable a la hora de recibir la administración pública, no conformarse con los abrazos, felicitaciones y apretones de mano o los usuales brindis de champagne, no. Está en el deber, cuando no en la obligación, de exigir cuentas claras y auditorias precisas, para luego no cargar con el peso de la responsabilidad por los desfalcos, hurtos y otros delitos cometidos durante veinte años contra el erario público. 

Las mentiras y los slogans tienen nombre y apellido, por lo tanto no resulta difícil comprobar dónde están los culpables, así como los mecanismos que señala la ley para que el peso de la justicia caiga sobre los delincuentes, sean del tamaño que sean, no importa su apellido o su poder económico. Como bien dice el refrán popular : "si la Justicia tiene los ojos vendados es para hacer justicia por igual".  

Pocote  

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