El FMLN, el gabinete de gobierno y la campaña mediática

En el ambiente salvadoreño circulan rumores y campañas perversas, mal intencionadas, alrededor del próximo gobierno por asumir el Poder Ejecutivo, el 1 de junio. Los más sobresalientes tienen que ver con el gabinete de gobierno y las aparentes divergencias entre el presidente electo y el partido FMLN. Además de constituirse en cortinas de humo para ocultar el enorme déficit fiscal heredado por los corruptos regímenes areneros, y los propios problemas internos del todavía partido en el gobierno, no van al fondo del asunto, pues se ignora el protagonismo que debe tener el FMLN, no sólo como vanguardia política, sino en la responsabilidad de muchos de sus destacados dirigentes para asumir cargos importantes en el nuevo gabinete. Es normal que existan discrepancias y debates, pues se trata de llevar los mejores hombres y mujeres a la administración pública, aunque no sería saludable que el FMLN se vaciara en el gabinete, como tampoco que se quedara fuera de la estructura estatal, y que los cargos únicamente se repartieran entre "los amigos de Mauricio" o, como suele calificarse aquí, entre "la sociedad civil". Ni lo uno ni lo otro. El presidente electo y sus asesores están en la obligación de nombrar a las personas más capacitadas para cada ministerio, institución autónoma y direcciones generales. La oligarquía, los más reaccionarios dirigentes de Arena y otros sectores alineados en la derecha, quisieran ver a un FMLN agotado, en disputas permanentes y en acalorados debates en esta primera parte, cuando aún se discuten nombres y personas para el gabinete, así como políticas públicas por impulsar desde los primeros cien días de gobierno. Los que sueñan con un fracaso y con una nueva oportunidad para seguir saqueando las arcas del Estado, son los que alientan esas "grandes controversias", y que los medios de publicidad como el diario de hoy, La Prensa Gráfica y El Mundo se encargan de exagerar, exacerbar, tergiversar, manipular y lanzar a la opinión pública. Es tal el contubernio armado de difamaciones y falsedades, que intencionalmente se olvidan de los graves problemas económicos, sociales y de seguridad que atraviesa el país, potenciados, desde luego, por la crisis financiera mundial y la grave recesión que padecen los Estados Unidos. En el plano interno, asusta ese déficit fiscal de mil millones de dólares. Los recursos adicionales que captará el nuevo gobierno con las adecuaciones fiscales, así como "otros ingresos", servirán sólo para aliviar, muy parcialmente, los problemas financieros que actualmente aquejan al sector público y al país en general. De esto nadie dice nada e, incluso, los "analistas" de la derecha jurásica señalan que "El Salvador está entre los primeros países de América Latina en distribuir equitativamente la riqueza entre todos sus habitantes". De manera cínica lo dice Manuel Enrique Hinds y lo respalda con una gráfica hecha por una supuesta calificadora de riegos internacionales. Es la misma posición del dinosaurio de el diario de hoy y la de otros plumíferos anclados en la prehistoria. El hecho de ser economistas o expertos en números, no les da derecho a falsificar las cifras o a querer darle "atol con el dedo" a los salvadoreños. En fin, regresemos al comentario inicial. El pueblo salvadoreño, el 15 de marzo recién pasado, tomó sabiamente la decisión de expulsar a Arena del gobierno y elegir al FMLN y su fórmula presidencial para dirigir los destinos de la nación por los próximos cinco años. Al tomar esta alternativa, claramente se estaba pronunciando por el Cambio y, por primera vez en muchos años, votó más por la Esperanza que por el temor. La derecha reaccionaria y la oligarquía lo saben muy bien, pero no lo quieren digerir; entonces, el odio enfermizo los lleva a propalar toda clase de rumores e inventar "grandes enfrentamientos" entre la dirigencia del partido de izquierda y el presidente electo. Los salvadoreños saben muy bien que Mauricio Funes no es un "miembro orgánico de pura sangre" del FMLN, y que su selección para candidato presidencial, prácticamente fue una petición de grandes sectores de la población, puesto que su popularidad creció al dirigir un programa de debate en un canal de televisión donde se distinguió por su crítica permanente a las distintas gestiones de Arena. Muchos "analistas" reconocen su objetividad y su limpia trayectoria. Por cierto, Roberto Lorenzana, de la dirigencia del partido de izquierda, fue uno de los principales impulsores de la candidatura de Funes. Es natural y lógico que antes, durante la campaña proselitista y en el presente, cuando se discuten las políticas públicas y la configuración del gabinete, surjan discrepancias, pues unos apuestan a exigir cuentas claras, investigación y la aplicación del peso de la ley contra los corruptos, así como designar a personas con un claro pensamiento progresista y dispuestas a ejercer con decisión y suficiente fuerza el mandato del pueblo; y otros piensan que no es la hora de confrontar y aplicar las medidas necesarias contra todos aquellos ex funcionarios y empresarios que resulten comprometidos con la corrupción y, sobre todo, la evasión fiscal. De hecho, sobre este punto hay distintas posiciones y divergencias que, más temprano que tarde, tendrán que resolverse, pues el debate y el diálogo franco sirven para eso. Por cierto, uno de los políticos y diputado del FMLN, experto en el tema de las finanzas públicas, no está siendo tomado en cuenta para formar parte del equipo económico, sobre todo lo relacionado con el Ministerio de Hacienda. Si el nuevo gobierno no toma las medidas necesarias y urgentes en lo referente a investigar e imponer severas sanciones (las estipuladas por la ley) a los evasores de impuestos, estaría faltando a una de las promesas de campaña, pues se comprometió a "meter presos a todos los corruptos". Expertos en la materia nos han asegurado que con sólo depurar las aduanas terrestres y aéreas, así como cobrar las multas a los evasores de impuestos, el nuevo gobierno tendría fondos más que suficientes para solventar sus pagos orgánicos y para abastecer de medicinas a los hospitales públicos y a las farmacias del Seguro Social. Por supuesto, este es un temor de muchos empresarios y de grandes empresas que, hasta la fecha, han practicado la doble facturación y otros mecanismos para evadir el pago del IVA y bajar al mínimo el concepto del pago de renta. La embajada de los Estados Unidos conoce perfectamente quiénes son los evasores y cuánto deben al fisco. Por eso se necesita un Ministro de Hacienda con conocimiento y agallas para depurar esa cartera de Estado y comenzar a aplicar, con todo rigor y justicia, la ley. El nuevo gabinete de gobierno, insistimos, debe integrarse con personas honestas, leales al programa y al presidente, capaces y dispuestas a servir las 24 horas del día a este pueblo que ha cifrado sus esperanzas en el nuevo gobierno de izquierda. No se trata de repartirse o "pelearse" por puestos, eso queda para la propaganda y el rumor mediático impulsado por las fuerzas reaccionarias. El FMLN debe ser visionario, salirle adelante a todas las especulaciones, actuar con sabiduría, pues el gobernar bien, con precisión y eficacia estos primeros cinco años, le permitirá gozar del apoyo y el beneplácito de la población, y optar con seguridad a muchos periodos más, para entonces SÍ ejecutar reformas más profundas en la estructura del Estado. En el presente deben realizarse obras urgentes como una intensa campaña de alfabetización, el combate frontal a la corrupción y a la delincuencia, un programa nacional e integral de salud y satisfacer las demandas urgentes de la población más vulnerable. Estos serían signos y señales alentadoras y ayudarían a desmontar esa perversa campaña de intimidación y de mentiras lanzada con premeditación, ventaja y alevosía por los sectores más retardatarios del país. Pocote REENVIA - IMPRIME - COMPARTE - HAZ PATRIA...