Entre piñatas revolucionarias y cipotes aguerridos.

En cada momento de la historia guanaca, la misma vida se encarga de proporcionarle a este pueblo la entereza y la convicción necesaria para seguir adelante. Situaciones donde la unión ha sido el secreto fundamental para que no nos dobleguen, han existido a lo largo de esta época reciente. Por mi mente transitan esas imágenes de esfuerzo y entrega realizada por muchos compañeros y compañeras; incluso, esa entrega representó muchas veces la renuncia a la vida misma. La historia nos indica que en esa lucha interminable e incansable muchos cayeron, mas no los ideales de esos valientes y aguerridos salvadoreños, semilla imperecedera del cambio que está por germinar en este tiempo. Sabemos que tenemos la materia principal y necesaria que se requiere para alcanzar los ideales y sueños de los que nos antecedieron, y cuando hablo de "materia" me refiero a USTEDES! mis hermanos y hermanas guanacas. Siempre hemos sabido que nuestro principal capital como pueblo es el capital humano. Ha llegado, pues, el momento de unirnos y de organizarnos, de hacer prevalecer el interés del pueblo, sobre cualquier otro interés. Los salvadoreños y salvadoreñas siempre han creado con su accionar esos puntos e hitos de inflexión en la historia, que han dado visos de esa necesidad inminente del cambio real. Por ejemplo, recuerdo la movilización y asociación de muchos cipotios y cipotias de tercer ciclo en aquella época de finales de los setenta. Muchos de esos combativos estudiantes no llegaban a los 15 años y ya se encontraban en las filas de agrupaciones revolucionarias, luchando y accionando por un cambio. No pierdas de vista la palabra "accionar"! En aquella época -con gran vigencia en este tiempo- la necesidad de revelarse y de cambiar se percibía y respiraba en el ambiente salvadoreño; además, se reflejaba en las calles circundantes a los institutos o en las manifestaciones populosas y multitudinarias que colmaban las calles de San Salvador. Era natural, en aquel tiempo existía una gran represión contra el pueblo salvadoreño por parte de la oligarquía criolla. Desde ese tiempo, algunas cosas han cambiado, pero no así la represión y la explotación que ejercen sobre nosotros,los mismos de siempre. Recuerdo que al triunfar el sandinismo en Nicaragua, los del MERS y los del TERCINFRAMEN reventaron a pijazos una piñata que representaba y simbolizaba al asesino Somoza. Resortes de triunfo y solidaridad representados en un montón de papel, dulce y algarabía. En esa piñateada revolucionaria, no puedo olvidar las porras vitoreadas por un compa al que le decíamos "Megáfono" -entenderás la razón del sobrenombre-. Recuerdo también los encantos sensuales de una agraciada cipotia del MERS, de pelo largo azabache, llamada Zoila. Lo que ahora nos toca en esta coyuntura electoral es identificar y utilizar a favor del cambio los "resortes de triunfo" que están a la mano y que provienen de los resultados electorales. No es que necesitemos de ellos para afianzar nuestra propia convicción, sino que son necesarios para cambiarles el pensamiento y la intención a los indecisos y, sobre todo, a esa derecha "frustrada" y marginada que aún puede coadyuvar a enderezar los destinos de este país, de la mano de Mauricio Funes. No hay que hacer mucho esfuerzo, te darás cuenta que están en cantidades industriales y lo único que debemos hacer es utilizarlos. Hermana y hermano guanaco: batallas se han perdido y batallas se han ganado, en este momento tenemos la valiosa oportunidad de salvar a nuestro pueblo de las garras de la derecha oligarca, mercantilista y, sobre todo, corrupta. Este es un tiempo de preguntar: En qué ayudar? Cómo podemos ayudar? Recordemos que Sólo el pueblo salva al pueblo! Atlacatl Viva Romero! Viva Schafik! Viva el pueblo Salvadoreño! REENVIA - IMPRIME - COMPARTE - HAZ PATRIA...