Ya es cosa común que la felicidad y progreso de una nación es fiel trasunto de la satisfacción social y que la prosperidad de un pueblo, es el reflejo de la felicidad de cada individuo que lo integra. Asimismo, es incuestionable que mediante una sólida capacitación técnica en todos sus grados y una mayor cultura humanística, implica la ventura de los miembros de una colectividad en todas las latitudes del mundo.
Los salvadoreños, cada cierto tiempo, alcanzamos motivos de felicidad, de optimismo, de fe en el futuro : por ejemplo, cuando la selección de fútbol obtiene un triunfo tan resonante contra México, hay mucha alegría, pasión y entusiasmo. El mismo dicho "no vamos al Mundial, pero le ganamos a México", resume en una frase el estado febril de los compatriotas. Cuando en un pueblito de esos tan pintorescos del país, un muchacho triunfa en sus estudios o se convierte en un afamado cantante, caso de Álvaro Torres, por ejemplo, toda la comunidad se alegra, festeja y felicita a sus progenitores.
Cuando nuestra patria, apenas rotas en cruenta lucha las cadenas opresoras, descubrió y empezó a transitar por las rutas del mínimo progreso, por los senderos condicionados de la libertad, sus habitantes sintieron que comenzaba una nueva vida y que por fin la tierra y sus recursos serían para todos y que de alguna forma se avanzaría en la educación y en los programas de salud y vivienda para las mayorías. Eso no se produjo por maniobras políticas y por la presencia de una casta privilegiada que tomó a El Salvador como su hacienda particular y comenzó a imponer sus designios por las buenas y por las malas. La historia no miente al respecto.
Ahora con el triunfo de una fuerza política de izquierda, una vez más los salvadoreños se emocionan, se llenan de esperanza y de encendidas ilusiones. No es para menos, han tenido que transcurrir 188 años de "vida independiente" -así, entre comillas y con las excusas del caso- para que un gobierno distinto conduzca los destinos de la patria. Las expresiones más escuchadas son "votamos para que se produzcan cambios", "votamos para expulsar del gobierno a los corruptos", "votamos para que se combata la corrupción, la delincuencia y se generen empleos". Es el habla del pueblo, el sentimiento de la gente, el deseo largamente esperado porque mejoren las condiciones de vida de las mayorías poblacionales.
Los salvadoreños esperan que a lo largo y ancho de nuestro país se construyan muchas escuelas, se abran espacios de educación en los lugares más apartados de Chalatenango, Cabañas, Morazán, La Unión, San Miguel, Usulután, en fin en todos los departamentos del país. Que la educación alcance a todos los salvadoreños en cualquier etapa de su vida, sin omitir esfuerzos ni perder un solo instante la Esperanza, empezando por el jardín de niños, primaria, hasta la educación superior.
Que surjan institutos tecnológicos bien ubicados para ir dándole forma al hombre nuevo, a los forjadores del nuevo destino de la patria. El año escolar próximo esperamos que todos los niños vistan sus nuevos y gratuitos uniformes y que marchen alegres a sus centros de estudio, donde les esperan profesores optimistas y con renovados bríos. En este esfuerzo que todos esperamos se concrete, debe destacar la preocupación primordial de incorporar a la civilización y la cultura a nuestros compatriotas campesinos tan vilipendiados, olvidados y menospreciados por los cuatro regímenes areneros y por 188 años de "independencia".
Al dotarse a la Universidad de El Salvador con un presupuesto mayor, esperamos que se impulse la facultad de Agricultura y Veterinaria, para dar los primeros pasos en persecución del desarrollo integral de El Salvador, en ese afán palpado y vívido en la actualidad y enfocado hacia el futuro para alcanzar nuevas metas que conduzcan a la grandeza de nuestra nación, donde se consoliden las garantías y derechos individuales,la igualdad y la justicia social por medio de la enseñanza técnica, pero sin descuidar en ningún momento lo profundamente humano, o sea para superar al hombre y a la mujer con la exclusiva finalidad de convertirlos en destinatarios de El Salvador próspero espiritual, moral y material, y no en un mero autómata o ente de consumo.
El nuevo gobierno está en la obligación -"no podemos equivocarnos", dijo el presidente Funes en su discurso de toma de posesión- de invertir mucho en educación, en salud, en vivienda, en seguridad, en generación de empleos y en protección a la niñez; pero también en combatir la feroz deshumanización y, por consecuencia, en una automatización del ser humano, donde los sistemas capitalistas del mundo han convertido al ser humano en una simple mercancía. Por cierto ahora con la caída estrepitosa del modelo neoliberal salen a la luz pública cifras alarmantes, como que un grupo de países capitalistas acaparan las cuatro quintas partes de la riqueza del mundo, en tanto las cuatro quintas partes de la población de la tierra sólo disponen de una quinta parte de la riqueza de que se dispone.
Ante esta complejidad social ¿hacia dónde vamos? Esta angustiosa cuestión se plantea frente a la circunstancia trágica de que la población mundial aumenta a razón de dos personas por segundo y casi ocho mil por hora, como se puede leer en el libro "El Diluvio Humano", de Claus Jacobi.
Si en la situación dramática que hemos vivido por largos años en este país, hemos sentido que ya no teníamos esperanza, qué podemos esperar del descalabro mundial, de la crisis financiera provocada por la voracidad, el lucro desmedido y la avaricia de un reducido grupo de capitalistas? Nos consideramos incapaces de vislumbrar siquiera una respuesta razonablemente aproximada a la realidad. Pero afirmo con plena convicción que la problemática de esta humanidad amenazada por la crisis alimenticia, el recalentamiento global, la explosión demográfica y las armas nucleares, no es de carácter estrictamente económico, sino de eminente contextura moral: esa "crisis" que nos aterra rebasa también los ámbitos político, religioso, familiar, escolar, laboral, empresarial, comercial, bancario y más.
Por ello esperamos que el nuevo gobierno inicie una urgente Revolución Moral, donde la reforma educativa alcance cimas insospechadas, donde la campaña nacional de alfabetización se convierta en una auténtica fiesta cívica con jóvenes cantando y marchando a diversos rumbos del país, a enseñar las primeras letras del alfabeto a miles de nuestros compatriotas sumidos en las tinieblas de la ignorancia y el analfabetismo. De esta forma estaremos dando el ejemplo a muchas naciones del mundo, de que la Esperanza no está perdida, que en nuestros jóvenes está la reserva y el muro de contención a los belicistas y a los que trafican con la sangre y el sudor ajenos.
Pocote
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Hey está chiva la foto de los escolares de Santa María Ostuma, depto. de La Paz, con su escuelita nueva.
ResponderEliminarGrande Pocote...Eso es lo que queremos para nosotrosa y para nuestros cipotes!
ResponderEliminarSaludes desde la perla de oriente, San Miguel.
Debemos situarnos a nivel mundial también. Es que en las elecciones de la nueva administración de la Unión Europea ha ganado la mayoría de los escaños, la ultraderecha, los conservadores, chovinistas, racistas, antiislamistas, antimigrantes,nazis, mercantilistas, guerreristas, depredadores.... Por lo que el empoderamiento de la ideología socialista, o progresista y democrática para ser suaves, es urgente, porque la sociedad europea está dormida, y muy ocupada entre cumplir los reglamentos que los castigan económicamente tanto por negligencia como por casualidad, en el consumismo desmedido y la pornografía. Asi que el cambio en El Salvador debe dar la nota en la sinfonía de otro mundo es posible.
ResponderEliminarEl europeo común no sabe ni en qué continente está El Salvador.
Pocote, como siempre buenos analisis de la situacion del pais y hacia donde debe el pais de encaminarse.
ResponderEliminarClaro que se necesita y es urgente emprender una campaña Moral a nivel nacional. Te dire que en paises como Canada los estudiantes de educacion superior antes de terminar sus estudios tienen que hacer horas sociales que les cuentan como notas de estudios. Algo asi seria bueno para nuestros estudiantes en alfabetizar a muchos compatriotras.
Se necesita fomentar la cultura en nuestro pais y la hermandad del hombre por el hombre.
Felicidades de nuevo por tu articulo.