28 de junio de 2008

Desde la diáspora..."Los Extranjeros".

Mente, alma y corazón, elementos vitales para pertenecer y sentir el Verbo Patria. Yo llamo extranjeros a los que aún siendo nacidos en El Salvador se quedaron salvadoreños de papel, y carecen del Verbo Patria... LOS EXTRANJEROS -Y por qué los ricos en El Salvador no llevan apellidos como el tuyo, papá?... Me preguntó mi hijo de 14 años, en Estados Unidos... entonces recordé que esa misma pregunta me había hecho yo mismo, a la misma edad, en mi tierra salvadoreña... pero no recordé mi respuesta...
-Porque son de descendencia europea -respondí- -Son extranjeros cómo tú, en Estados Unidos...? -Lo preguntás por el apellido? Vos también llevás el mismo apellido. Vos te considerás extranjero? -Yo nací aquí!... -replicó, sacando pecho-. -Una patria no es sólo haber nacido en ella, m'ijo, eso es egoísta, a lo más sólo sos estadounidense de papel, porque así lo dice el papel que le llaman Constitución gringa, pero en la práctica se requiere mucho más que la simple vanidad de haber nacido en este país para ser “gringo”. Mirá, si los que viven con vos en la patria donde naciste no te consideran suyo, o al revés, que vos no los aceptés como tuyos, no importa hayas nacido mil veces dentro de esa patria, siempre serás extranjero entre ellos. -Y qué es Patria entonces? -Mirá m'ijo, así lo veo yo. Por si no te has dado cuenta, USA es una nación de mayoría blanca europea, y El Salvador es mayoría mestiza, o sea, aunque a vos no te guste, sos de diferente raza que la mayoría viviendo en este país. Nosotros, los hispanos, emigramos aquí por diferentes razones, pero la más común es “porque buscábamos un mejor futuro para nosotros y nuestros hijos...”. O sea, que emigramos porque en nuestros países no hay futuro y aquí sí. Entre la Diáspora hay algunos que de corazón hacen o intentan hacer de este país su patria, y yo los he visto tratar a tal extremo que hasta se vuelven malinches, pero se han topado con un gran clavo, y este es que los anglosajones los quieren, nada más, para que les cuidemos sus patios traseros, atendamos a sus niños, nos quebremos la espalda recogiendo sus frutas y verduras, muramos en sus guerras imperiales, y, quizás, llegar un tantito alto, pero no más alto que la verja del rancho de Bush... pero hasta allí nomás!... Y es porque la gran mayoría de anglosajones quizás nunca nos querrán como sus iguales, ellos sólo quieren utilizarnos para mantener su estándar de vida, y sino mirá la gran muestra de desprecio hacía nosotros, que se está viendo en las ciudades y suburbios de todo Estados Unidos... Púchica!, el vergonzoso muro, etc. Para los gringos, por hoy mayoría, USA no puede ser nuestra patria porque no somos de su raza, aunque seamos piel blanca como la tuya, o “light skin” como ellos dicen, y peor si es morena como la mía. Además, y con natural razón, los anglos están chiviados porque con el censo hispano imparablemente creciendo, están condenados a ser minoría en un cercano futuro, y el temor los obliga a sacar a relucir su racismo, hoy en día tan abierto y elocuente. -Pero no son todos racistas pá, quizás unos cuantos de ellos... -Exacto, hay otros que no lo manifiestan abiertamente, parecen esconder su racismo, te dan palmaditas en la espalda y con una risa carcajada de burro te dicen “honey, sweety”... pero tené cuidado y no te sorprendas si descubrís un día que dentro de ellos siempre te han despreciado y visto diferente, inferior... -Ok, ok... y qué tiene que ver el racismo con que los ricos en El Salvador no lleven tu apellido? Por un momento me enchiboló con su pregunta. Nos quedamos viendo como si pasara una estrella fugaz. Pensé haberla regado y quizá él quería terminar la plática. -El volado es que en El Salvador es al revés m'ijo, pues una minoría no quiere ver como su igual a la mayoría. Pero no es chiche explicarlo si vos nunca has vivido en el terruño, y hacértelo corto sería confundirte y crearte más preguntas... -Tengo tiempo. Contáme, pá... De nuevo me sorprendí por el interés mostrado, y en nuestro diálogo pasaron algunas horas, las cuales comencé así: -Ok, pero tené en cuenta que esto es mi opinión personal y que para otra persona puedo estar errado, y para mí ese otro estará equivocado. Y así la dinámica del hombre. Si querés formarte tu propia opinión investigá las dos o más caras de la moneda, tal como yo hice. En El Salvador, de acuerdo al Registro Nacional de Personas Naturales (RNPN), la mayoría de la población tiene apellidos patronímicos de origen español, como por ejemplo los apellidos Hernández (de Hernán) y Martínez (de Martín), que son los más comunes. De acuerdo con el RNPN, el perfil del cuzcatleco promedio es raza mestiza, ojos café, pelo negro, piel morena, y 1.62 metros de estatura. Mestizo “puro” se considera al hijo(a) de mujer india y padre español, pero en la mayoría de hoy, tal como vos y yo, somos muchas generaciones producto del cruce mestizo con mestiza, o viceversa; o sea, que somos lo que yo le llamo mestizos “super puros”. Apellidos agringados en familias de mi nivel no existían, pero mi mesón de los años 60's estaba rodeado de remanentes caserones y ricas mansiones de familias criollas y extranjeras del otrora San Salvador. La familia oligarca Dueñas, por ejemplo, tenía su mansión de dos manzanas, próxima al Parque Infantil, y había otras familias que nunca veíamos, excepto la sirvienta o ama de llaves, y las llamábamos nombre gringo. Tampoco recuerdo que existiesen familias con apellido indígena, quizás eso se perdió en la época de la esclavitud, tal como el negro africano perdió la suya en gringolandia. Pero cuando mi madre me llevaba al mercado #5, por El Calvario, veía esas caras indígenas. Y el único negro que alguna vez conocí (no contando futbolistas importados), y con el cual interaccioné, fue el negro Johnny Campbell, de origen panameño, que era el mejor patinador en la cancha de patines del Parque Infantil, allí nos reuníamos todos los sábados por la tarde a mediados de los 60's. En mi diáspora, siendo un extranjero viviendo en el corazón del sistema capitalista, entendí de lleno el significado del término segregación racial. Hasta entonces no distinguía racialmente el color de la piel; en mi patria no recuerdo haber puesto atención que fulano fuera blanco, zutano moreno, y mengano amarillo. Y no que todos éramos salvadoreños?. Al menos, en el medio en que crecí, así me lo hicieron entender. Fue en Estados Unidos en que descubrí la importancia adjudicada al color de la piel como base primaria para la segregación racial. En mi patria conocí la segregación y discriminación social, tampoco ignoraba que buena tajada de la clase alta del país, segregada en la colonia Escalón o San Benito, tenía apellido extranjero; mirá mijo, dejáme aclararte que le llamaré “extranjero” a los apellidos no originados del español... pero una incidencia en gran parte había neutralizado en mí cualquier prejuicio contra todo lo que sonaba apellido extranjero, y este fue el hecho de haber conocido la ciudad-puerto de San Carlos de La Unión en el Golfo de Fonseca. En La Unión testifiqué que hay familias salvadoreñas con apellidos y perfil extranjero, que veían a su semejante como su igual, no veían con aires de superioridad el color de la piel o el apellido. Y sabía ésto mismo sucedía en varias aisladas regiones en los distintos departamentos en todo el país. Otro ejemplo fue Chalatenango. Estos salvadoreños unionenses, con apellidos “raros”, se preocupaban y eran solidarios con su comunidad. En su diaria lucha por mejorar el bienestar social colectivo y el progreso de su ciudad, no había ese descarado egoísmo, ni patológica ambición, ni segregación. Este fenómeno lo vi en 1971, cuando conocí esa bella ciudad y me di cuenta que en este pueblo, otrora de 18 mil salvadoreños, un enorme porcentaje de familias tenían apellidos “agringados” y siluetas que en nada se parecían al perfil mestizo. La mayoría de habitantes de la ciudad de La Unión se enorgullecían de ser salvadoreños y se preocupaban por el bienestar y menester de su vecino y su comuna. A eso le llamo yo ser salvadoreño”, m'ijo. Aplicando este método han triunfado los gringos. En El Salvador, sólo son casos aislados, en la mata del poder siempre han mandado egoístas y ambiciosos criollos o extranjeros. Entonces, este fenómeno en La unión, me hizo iniciarme y enviciarme con la historia y su lectura, no sólo en la nuestra, sino también en la Historia Humana universal. Leyendo entendí que a partir de 1492, fecha del descubrimiento de América, el planeta virtualmente pasó a ser dominio de la raza blanca europea, y sigue siendo la raza dominante del mundo. Aprendí que fueron blancos europeos y sus descendientes en toda Latinoamérica, los que llevaron a cabo la Conquista, Colonia, e Independencia, donde expropiaron la tierra, expulsaron, o aniquilaron la población aborigen, y explotaron los sobrevivientes como esclavos para laborar la robada tierra. Esta élite blanca no quiso asimilarse con las mayorías y se aseguró para ellos mismos el poder y privilegios políticos-económicos, tanto como el estándar de vida europeo, sin importarles ni un pepino los demás. Y finalmente trataron, y siguen tratando a los pueblos indígenas sobrevivientes y los mestizos con extremo prejuicio, creando leyes para proteger sus intereses y denegarles sus básicos derechos,... la población mestizo-india, o sea, las mayorías, llegó a ser un ente de segunda y tercera clase en la "democracia" latinoamericana. (El lector puede leer : La Pobreza en Conceptos, Realidades y Políticas: Una Perspectiva con Énfasis en Minorías Étnicas- Por Martín Hopenhayn) Me di cuenta que las agencias noticiosas aluden a la raza dominante como "occidente", o "comunidad internacional", valiéndoles un comino los restantes terrícolas... ¡Y finalmente me di cuenta que yo vivía en "occidente"... Pero en vez de blanco, era mezclado o mestizo... ¡Qué jodida, por la puta!. El desprecio racial y socio-económico en El Salvador y en la mayoría de Latinoamérica, provoca que sean estados económicamente dispares y sociopolíticamente inestables. Pero para resolver nuestros problemas la clásica lucha izquierdista tiene que ser modificada. Seguir el pensamiento de centrarse exclusivamente en la desigualdad social, es seguir con traspiés, como hasta ahora ha sido. El episodio de 12 años de guerra en nuestro país, no solventó más que la tragedia de vivirla, y, por supuesto, el cambio de mando de familias criollas a intereses extranjeros. Pero, igual, el país siguió en manos de una élite blanca, hoy descendientes de extranjeros reacios a ver a las mayorías como sus iguales y se dedican sólo a güeviar, y como la élite blanca criolla antes de la guerra, se niegan a compartir del hueso. Al contrario, nos han apretado la tuerca en estos últimos 20 años, usando la doctrina gringa de “globalización” y “dolarización”... la versión guerrera del sistema capitalista blanco para subyugar a los pueblos. El periodista salvadoreño Juan José Dalton en su artículo “Los Mandalotodo” dice que hay ocho grupos económicos que dominan el país y que él llama “Los Mandalotodo”. Las familias que integran estos grupos son gente que llegó a El Salvador entre 1880 y 1916, por ejemplo: árabes (Simán, Saca), ingleses (Hill, Wright), judíos (Essersky), italianos (Cristiani), franceses (Choussy), españoles (Poma, Meza), etcétera. Leí separadas fuentes con relación a la población total salvadoreña y supe que era “95% mestiza” (blanco con india, mestizo con mestizo, o ladino), 4% indígena, 1% era blanca. No había negra. ¿Cómo explicar que un grupúsculo 1% poseyera el poder político, industrial, financiero, comercial, agrícola, informativo, y manejara los destinos del 99%? -“Son más inteligentes”... me dijo mi amigo mexicano/polaco en Chicago. -“Tienen suerte”... subrayó mi esposa. -“Todo es por la gracia de Dios”... dijo, orando, mi vecina cristiana, -“Han trabajado más duro”... enfatizó un aspirante a psicólogo. -¡Achís! Es la gran güeviadera que han hecho”... me dijo en Houston mi recién fallecida tía, que aprendió a leer a los 50 años. Es probablemente lo mismo que me pasó cuando viví en el terruño, de nunca asociar la raza al eterno conflicto socioeconómico que ha engolfado Mi Patria, desde su incesto como república. Asociar esto a lo que les pasa a los hoy más de 6 millones que viven en ella. Porqué será que ciertos políticos e historiadores nuestros, aún de tendencia izquierdista, prefieren hablar de “clase”, en vez de “raza”, cuando es tan evidente el factor racial? Si no, veamos a Bolivia, Perú, Venezuela, Guatemala, México, Ecuador...con condiciones idénticas. Tanto en El Salvador, como en Latinoamérica, hay una relación entre ser rico y de raza blanca; y ser pobre o miserable, e indio, negro, o mestizo. Leer me ha persuadido que hay un factor racial en la historia latinoamericana, factor actualmente presente en la situación sociopolítica de mi nación. Es un tópico que yo nunca escuché durante el tiempo que viví en El Salvador. Quizás por que desde que me cortaron el ombligo se me aleccionó, predicó e inculcó la ficciónde que todos éramos la misma raza, o sea, salvadoreños, y los curas se encargaron de explicarme que si vivía hecho mierda, como mi familia vivía, era por designio de “Dios, porque Dios ama los pobres”. Pero este martille en mis años claves de formación se empandilló y me hizo creer la errónea idea de que el salvadoreño era una sola raza: la raza salvadoreña!...Qué gran paja! No fue sino hasta 1973, cuando ingresé a la Universidad Nacional, donde tuve por primera vez contacto con miembros de la clase alta y oligarca del país. Y esto a huevos para ellos, porque el doctorado en medicina lo ofrecía una sóla universidad en todo el país. Entonces, testosteronizado por mi juventud en el ambiente académico, y llevando asignaturas propicias para mi personal investigación sobre nuestra historia, fue como abrir un ojo que no sabía que tenía y pude ver más allá de lo que se me enseñaba ver; pude percibir y comprender ,de mejor manera, lo que yo ya suponía. Descubrí la enorme disparidad que había entre la “raza salvadoreña”. Una disparidad que encachimbaba! Cómo este segmento de la población, reacio a diluirse en el pueblo, ha logrado subyugar por tanto tiempo a una mayoría? Su mejor arma ha sido el secuestro de cuatro poderes vitales: El poder político, financiero, religioso, y, especialmente, el cuarto poder: Los medios de difusión masivos. Esto ha sido 100% efectivo en El Salvador desde su “emancipación”. Lo mismo a sucedido a través de toda Latinoamérica. Siempre habrá ricos y pobres, m'ijo, como siempre habrá conformismo y superación individual. Como siempre nacerán y se extinguirán imperios y naciones. La energía creadora de la grandeza de los pueblos y naciones son las oportunidades : de trabajar, aprender y desenvolverse. Eso esta allí, pero secuestrado, y así nunca se conseguirá vivir en paz. Para un emigrante sólo hay dos opciones: llegar a ser pueblo o quedarse extranjero. Pero en 1971 descubrí que no es difícil llenarse de pueblo, pero tan fácil quedarse extranjero, pues entonces ya era dificultoso llegar a la bella ciudad de La Unión... que estaba tan lejos... ¡puta!... ¡pero el amor y lealtad de su pueblo se sentía tan cerca!. Desgraciadamente, desde 1492, en la América actual, y con raras excepciones, para ser un pueblo próspero pareciera que se tiene que ser un pueblo racialmente homogéneo... algo así como un axioma judainezco, o hitleriano. Mirá, m'ijo, para terminar...yo lo pondría de esta simple manera: Nuestra historia nos señala que un grupúsculo étnico, asistido y servido por familias mezcladas y enriquecidas para su propósito, desde la independencia, han logrado el control total de la vida de los cuzcatlecos, y han ignorado las necesidades básicas de las mayorías, en especial en lo referente a la alimentación, la Educación y la Salud. Todo esto con el propósito de mantener sus privilegios, perpetuarse en el poder, y enriquecerse a toda costa... -Pero el pueblo está nutrido sino ya se hubiera muerto, pá... me interrumpió m'ijo. -Nutrir al pueblo no es solamente darles maíz, y frijoles. El tener a las mayorías sujetas a esta doctrina desde la independencia, ha generado el conformismo en ellos. Cuando a un pueblo se le mete en la mente colectiva el conformarse a sobrevivir “con un poquito”, este poquitear les hace perder el motivo de superación. Educar al pueblo no significa sólo subir peldaños en la tasa de alfabetismo para que otros países digan que estamos vergones. Si queremos implantarle a las mayorías un sistema económico, al menos eduquémosla para que sepa qué es ese sistema, y no lanzar al país al ruedo sólo para que los que sepan se hagan millonarios. Un pueblo sano es un pueblo educado y nutrido de sus necesidades básicas, es un pueblo tranquilo, y como no es un pueblo encachimbado, no jode con manifestaciones y protestas callejeras... Pero un pueblo emputado hace despelotes y revoluciones! Y para esto no importa el color de la piel. En fin, m'ijo, como al principio me corregiste, no todos los extranjeros se han quedado extranjeros en el terruño, una pequeña fracción se ha hecho pueblo y han tratado y luchado por mejorar el estándar de vida de las mayorías. Pero, como dice el dicho, “una golondrina no hace verano”. La mayoría de inmigrantes y sus descendientes, en El Salvador, se han quedado extranjeros, por eso estamos hechos mierda, comparado con pueblos donde se vive en democracia. Cientos de nuestro compatriotas mueren tratando de huir del infierno en que se ha convertido la patria, y tratan de llegar a los Estados Unidos, porque los extranjeros que dominan el país, con apoyo total gringo, nos han robado el futuro. Terrícola Prestado de CUSCATLÁN Y usted qué opina? .

3 comentarios:

  1. Anónimo3:20 p. m.

    excelente observacion señor terricola. un amigo mio que es sociologo me explicaba hace como 10 años el caracter etnico y racista de la sociedad salvadoreña en terminos parecidos a los que usted explica.

    esa dominacion etnica de clase,podria explicar el etnocidio que cometieron los militares de 1932 bajo las ordenes de la oligarquia de ese tiempo;pues es un etnocidio la aniquilacion de mas de 30 mil indigenas del area de sonsonate siendo el movil del crimen el robo que un grupo de terratenientes habian hecho de las tierras ejidales que les correspondian a los indigenas en 1882, y que eran aptas para el cultivo del cafe.

    con el asesinato en masa se elimino casi a la raza indigena,que casi no tenia meztisaje,asi como los apellidos indigenas y de paso se elimino la lengua nauhatl.

    la dominacion etnica de clase aun se ve en la actualidad,tan es asi, que existen clubes donde no aceptan a personas de origen palestino y esa fue la razon de que se creo el club arabe.

    tener conciencia de la existencia de esa dominacion de clase de origen etnico es positivo para las nuevas generaciones, pues se mantiene oculto, no por hipocresia si no por politica de estado. no van a decir los todopoderosos que ellos son racistas y clasistas.basta ver los apellidos del gran capital y su fisonomia para ver que esa hipotesis es cierta.

    mi esposo me contaba que el racismo era peor años atras,pero con los tiempos modernos y la prohibicion del racismo a nivel mundial eso se fue ocultando.
    tan es asi que los grupos de poder enquistado en arena hasta tienen sobrenombres o apodos, como los "gachupines", que son los que se creen de origen español como el señor enrique altamirano,que se cree mas español que los churros españoles,cuando sus padres eran uno de la union y ladino y otro de nicaragua;los pascual portet,los callejas,los poma. y estan tambien los turcos,de todos conocidos,la oligaquia criolla de pura casta como los regalado, los dueñas que sus padres adornan la historia patria de el salvador desde el siglo 19. los de origen israeli...y asi. no hay oligarca ladino o indigena.
    y nunca ha habido un partido que represente a todos los ladinos e indigenas que aun viven,pues en la mente del oligarca son aun botin de guerra de la conquista.

    asi como que cada presidente del ejecutivo cree que el dinero del estado le pertenece a el y su familia acompañados de sus amigos parentela y grupos allegados.

    espero que esta eleccion no sea ganada por arena, aunque es bien dificil que no. siglos de dominacion etnica no se terminan de la noche a la mañana.

    LIDYA NOGALES.

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  2. Anónimo10:15 a. m.

    ... eso es lo que realmente causa asombro, no sólo a los extranjeros o a personas de otros paises, sino que también a nosotros los nacionales: Cómo es posible que tan Poquito porcentaje (% de unos cuantos rikitos) de gente!, es la que domina a Otro Gran porcentaje de salvadoreños, que son de a de veras ???

    Atte,
    Ciudadano Salvadoreño.

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  3. Anónimo12:28 p. m.

    Tiene toda la razón, también pasa lo mismo en latinoamerica, esta pasando en Bolivia, un croata raza blanca de nombre Marinkovic no quiere un indio de presidente y como es millonario ha engañado y pisteado a mestizos e indios contra Evo Morales, por eso el "español" de kikito odia a más a Chávez, al que le llama "zambo"...

    muy buen post!

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