Como reptil silente, agazapado en los rastrojos y la oscuridad, persiste un viejo concepto de hacer periodismo, cuyas principales indecencias se manifiestan en el avasallamiento de gran parte de la prensa nacional a sectores del poder económico y político, incluido el gobierno de turno.
Aunque esa conclusión no sea del agrado de muchos involucrados en el hacer comunicacional yo he recibido insultos por ejercer crítica y hasta me han tildado de no ser salvadoreño-, es menester recordar la exigencia que les imponen a los periodistas sobre la urgencia de presentar noticias positivas, a fin de no profundizar la desesperanza de las audiencias.
En ese sentido, los puntos de partida, fuentes cifras, declaraciones, etc.-, interrelaciones, enfoques, casi siempre van comprometidos por órdenes de jerarquía que siguen una línea de trabajo coherente desde las direcciones, jefaturas de redacción, editores hasta periodistas que, al final, se ven obligados a firmar contenidos con los cuales no concuerdan.
Periodistas de los matutinos El Diario de Hoy y La Prensa Gráfica, así como de la Telecorporación Salvadoreña (TCS-Noticias), Canales 2, 4 y 6, han advertido sobre la línea de trabajo en función de esas noticias positivas o, en adición, sobre el cuidado que deben tener en cuanto a la información que involucre un choque entre el partido oficial Alianza Republicana Nacionalista (Arena) y la parte que consideran radical de la izquierda.
Un abordaje de las ediciones de ambos periódicos, así como de las emisiones de TCS-Noticias o sus hermanos Cuatro Visión, de Canal 4; Tele Dos, de Canal 2; y El Noticiero, de Canal 6; prueba fehacientemente los grados de compromiso editorial que no se quedan en sus espacios de opinión, sino que trascienden a los informativos.
Similares faltas se encuentran en otros medios impresos de menor incidencia, como Diario El Mundo y Más!, o emisoras de radio de importancia como YSKL, donde se encuentran editores o periodistas haciendo doble trabajo, que malogra su contenido informativo por estar cargado de proselitismo.
Está más que confirmado que uno de los editores de la YSKL también forma parte del personal asesor de la Policía Nacional Civil, mientras otros colegas enfilan su trabajo informativo en función de las políticas de gobierno del presidente, manteniendo una actitud servil y acrítica.
Esa misma condición de asesores se encuentra en otros medios de difusión, ya que son tantas las necesidades de las entidades oficiales y semioficiales como el aprovechamiento de las desgracias de muchos periodistas salvadoreños. Al grado que algunos jefes del Canal 33, que tienen que ver con Teleprensa, también han venido asesorando a la Corte Suprema de Justicia.
Por ese avasallamiento, muy interesado, leemos, escuchamos o vemos una ráfaga de información progubernamental o limitada a las necesidades propagandísticas de funcionarios, banqueros, cafetaleros, cañeros, industriales, en fin, sectores pudientes que gozan el privilegio de contar con espacio en detrimento de información ciudadana.
Sería harto que algunos de esos medios de difusión no dispusieran de un espacio, que es marginal por supuesto, donde se constatan malos procedimientos e incluso corrupción, aunque nunca toquen la fibra de quienes ejercen el poder. Muy difícil aún encontrar información que ponga en tela de juicio, por ejemplo, a los banqueros especuladores.
La prueba de profesionalismo que ponen algunos editores y periodistas al aparecer ciertos trabajos con cierta crítica sobre el desempeño de entidades como el Consejo Nacional para la Cultura (CONCULTURA) y el Arte (Concultura), el Parque Zoológico Nacional, el Comité de Emergencia Nacional o la incompetencia de la Corte de Cuentas y los diputados, entre otros, es muy débil. Sacar a luz eso y más es una obligación ético-moral que tienen los medios con sus audiencias. Más firme sería que salieran a luz los peces gordos y no sólo los gatos.
EL REINO DE LAS FALACIAS
Es inconcebible que a estas alturas, máxime después de una guerra sangrienta, algunos editores, jefes y hasta periodistas sigan pregonando que "El Salvador es baluarte de la libertad de expresión y difusión del pensamiento", además de pretender mostrar a los medios de difusión como "garantes del derecho a la información".
A lo que se puede llegar en una sociedad como la salvadoreña, en la actualidad, es a rescatar ciertos niveles de tolerancia y debate, que sí los hay, como es el trabajo honesto que cumplen, por ejemplo, Canal 12 en sus espacios informativos y de opinión, el diario Co Latino, en medio de sus adversidades, y algunas radios de naturaleza comunitaria.
Pero, en general, estamos sometidos a una descarga de información, en cuantía desinformadora y dependiente del poder económico y político, de ahí la limitante que parte de quiénes son los dueños, y ue muestra la naturaleza de los medios de difusión dentro de una sociedad sometida a la intolerancia, al atraso y al menosprecio por la verdad y el conocimiento.
Un análisis reciente sobre las condiciones de la prensa centroamericana concluye que el público continúa percibiendo a los medios como actores políticos que, en algunos casos, operan abiertamente como instrumentos de partido, grupos económicos, o grupos de presión. Estos intereses suelen ponerse en evidencia durante las campañas electorales.
Vuelvo a darle la razón a Héctor Borrat, periodista uruguayo radicado en España, quien ubicó al periódico (en fin a los medios de difusión) "como activo actor político que ejerce su función en medio de intereses, partiendo de sus intereses propios que hay en la sociedad e incluso puede criticar a quienes comparten sus ideas si realizan acciones que no aprueban".
El periódico puede ser actor de conflictos por acción, a iniciativa propia, o por reacción ante la iniciativa de otros. Está insertado en una vasta red de conflictos, bilaterales unos, multilaterales otros, enfrentándose con un elenco muy amplio y variado de antagonistas. (Borrat; 1989; 16-17).
Y, en ese persistente encuentro, los medios de difusión tambié,n como he afirmado antes, sucumben ante los intereses del poder económico y político, en especial si existen dentro de las empresas periodísticas especies de comisarios políticos, tal como sucede en La Prensa Gráfica, El Diario de Hoy, TCS-Noticias, etcétera.
En ese caso, vale traer a cuenta la acusación que le hiciera el diputado del partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Salvador Sánchez Cerén, a uno de los editores de El Diario de Hoy, el costarricense Lafitte Fernández, de haber estado confabulado con el gobierno de Francisco Flores.
Similar acusación hizo otro diputado del FMLN, Humberto Centeno, contra un periodista de La Prensa Gráfica, aunque al final pidió disculpas. Sin embargo, es cierto que mucho trabajo periodístico ha servido a Arena o a la Organización de Inteligencia del Estado, para desacreditar a la oposición. El problema que tuvo Centeno se debe a su carácter explosivo que le impidió ir más a fondo.
La pasada presencia del foto-periodista Flavio Villacorta, ex editor de La Prensa Gráfica, en la conducción del Organismo de Inteligencia del Estado (OIE) dijo mucho de la participación de muchos periodistas en trabajos que nada tienen que ver con la labor de informar a la ciudadanía. Y se dice, en los mismos medios, que existen varios.
Otra prueba en la misma dirección se encuentra en las reuniones periódicas que mantienen editores y jefes de medios de difusión con el presidente o su aparato de propaganda, donde obtienen ciertas líneas de trabajo que ya en los medios se vuelven campañas orquestadas para debilitar o anular a la oposición.
Los periódicos viajes del presidente y algunos de su gabinete, en los cuales lleva periodistas invitados que les sirven de cajas de resonancia, serviles y acríticas, también es otra prueba de que algo anda mal en los medios de difusión principales del país que se dicen respetuosos del derecho a la información.
Encontramos viajes incluso con la Primera Dama.
(...)Los casos de delincuencia común son más interesantes para estos ilustres periodistas que un caso en el que se debate, de fondo, la aquiescencia a tratados internacionales, el apego a la doctrina jurídica internacional, el paso civilizado al ejercicio de la justicia sin interferencias políticas y sin decisiones arbitrarias.
Lo cierto es que cuando un tema no conviene a los dueños de los medios, la "cerrazón" es exactamente igual a los tiempos de la guerra. Cuando se tocan intereses grupales en los que el medio está involucrado, el silencio es la norma. Nuestra prensa escrita, a nivel de grandes matutinos, y parte de la televisiva, continúa sometida a intereses políticos y económicos. (Tojeira; 2001).
Pero al lic. en Idiomas Marvin Galeas, columnista de El Diario de Hoy, no aprueba comentarios de esa índole y afirmó en un escrito que desde siempre ha habido una tendencia de la izquierda a satanizar a los grandes medios. "Es cierto que hay en el mundo pésimos medios de comunicación, que cuentan con enormes ganancias. Es el caso de los tabloides sensacionalistas de Inglaterra y de algunos programas de televisión norteamericanos. Sinceramente pienso que no es el caso de los grandes medios de nuestro país". (Galeas).
Ricardo Chacón, editor de Diario El Mundo, también comparte la visión que "no es cierto que exista manipulación informativa por parte de un grupo de periodistas que se sirven en bandeja a los dueños de los medios, para que seleccionen la información que será leída, vista o escuchada por las audiencias". Esta concepción estrecha y pasada de moda, pero aún vigente en varios periodistas y gremios de periodistas, no toma en cuenta los avances de la llamada sociedad del conocimiento, donde la información no sólo prima, sino que es casi imposible manipularla, dada la gran cantidad de ésta que circula por toda la sociedad. (Chacón; 2001).
Chacón, ex estudiante de los jesuitas y director de la Escuela de Comunicaciones de la Universidad José Matías Delgado, cree que existen "trasnochados ideólogos de izquierda" tras los planteamientos críticos acerca del papel de los medios de difusión en una sociedad que se dice inserta en un proceso democrático.
Coincidencias aparte, suelen compartir en varios espacios y similares visiones Ricardo Chacón, Marvin Galeas, el costarricense Lafitte Fernández, Cecilia Gallardo de Cano (La Prensa Gráfica), Eduardo Torres (TCS-Noticias/ El Diario de Hoy), Julio Rank (El Noticiero, Canal 6), el nicaragüense Alvaro Cruz (Más!), Raúl Beltrán Bonilla (YSKL), entre otros, como sellados por el mismo fuego.
Otro problema que enfrenta el periodista honesto y algunos medios de difusión como Canal 12, Co Latino y las radios comunitarias -situación que pone en tela de juicio el libre ejercicio con que dicen contar ciertos medios de difusión- es el veto publicitario impuesto tanto por entidades del gobierno como por algunas empresas privadas de importancia.
"La apertura informativa no alcanza a los anunciantes y las agencias de publicidad. El gobierno y las empresas siguen distribuyendo su inversión publicitaria en forma discriminatoria". (Funes; 1995).
Es decir, el anuncio no viene por calidad en la información, sino por el acomodamiento a los intereses de sectores de poder económico y político.
El periodista y escritor Horacio Castellanos Moya, quien dirigió el efímero semanario Primera Plana, confesó con amargura "que su esfuerzo por superar la cobardía intelectual y por decir lo que mucha gente no quería oír, o pagamos con el aislamiento y la asfixia". Casi nadie quiso involucrarse con un grupo de periodistas, procedentes en su mayoría de la izquierda, que no era controlable por ningún partido político. La libertad de decir no era cotizable en el mercado de la información. "Aún con un gusto amargo, me resisto a aceptar que el papel de nuestro esfuerzo haya sido tan sólo el de una cuña que apresuró cierta modernización y apertura en los grandes diarios. Pero quizás ese juicio sea demasiado generoso. Porque cuando leo titulares...primeras planas consecutivas chorreantes de sangre, me pregunto hasta dónde los cambios han sido sustantivos. (Castellanos Moya; 1996).
Lamentablemente para la sociedad salvadoreña esos cambios no han sido sustantivos en cuanto a la apertura de los medios de difusión, en especial por el escaso margen de maniobra que aún tienen con respecto al poder económico y político, sumada la ausencia de cuadros que valoren la ética profesional.
De Internet. Artículo de Guillermo Mejía
Periodista y docente de la
Universidad de El Salvador
Aunque esa conclusión no sea del agrado de muchos involucrados en el hacer comunicacional yo he recibido insultos por ejercer crítica y hasta me han tildado de no ser salvadoreño-, es menester recordar la exigencia que les imponen a los periodistas sobre la urgencia de presentar noticias positivas, a fin de no profundizar la desesperanza de las audiencias.
En ese sentido, los puntos de partida, fuentes cifras, declaraciones, etc.-, interrelaciones, enfoques, casi siempre van comprometidos por órdenes de jerarquía que siguen una línea de trabajo coherente desde las direcciones, jefaturas de redacción, editores hasta periodistas que, al final, se ven obligados a firmar contenidos con los cuales no concuerdan.
Periodistas de los matutinos El Diario de Hoy y La Prensa Gráfica, así como de la Telecorporación Salvadoreña (TCS-Noticias), Canales 2, 4 y 6, han advertido sobre la línea de trabajo en función de esas noticias positivas o, en adición, sobre el cuidado que deben tener en cuanto a la información que involucre un choque entre el partido oficial Alianza Republicana Nacionalista (Arena) y la parte que consideran radical de la izquierda.
Un abordaje de las ediciones de ambos periódicos, así como de las emisiones de TCS-Noticias o sus hermanos Cuatro Visión, de Canal 4; Tele Dos, de Canal 2; y El Noticiero, de Canal 6; prueba fehacientemente los grados de compromiso editorial que no se quedan en sus espacios de opinión, sino que trascienden a los informativos.
Similares faltas se encuentran en otros medios impresos de menor incidencia, como Diario El Mundo y Más!, o emisoras de radio de importancia como YSKL, donde se encuentran editores o periodistas haciendo doble trabajo, que malogra su contenido informativo por estar cargado de proselitismo.
Está más que confirmado que uno de los editores de la YSKL también forma parte del personal asesor de la Policía Nacional Civil, mientras otros colegas enfilan su trabajo informativo en función de las políticas de gobierno del presidente, manteniendo una actitud servil y acrítica.
Esa misma condición de asesores se encuentra en otros medios de difusión, ya que son tantas las necesidades de las entidades oficiales y semioficiales como el aprovechamiento de las desgracias de muchos periodistas salvadoreños. Al grado que algunos jefes del Canal 33, que tienen que ver con Teleprensa, también han venido asesorando a la Corte Suprema de Justicia.
Por ese avasallamiento, muy interesado, leemos, escuchamos o vemos una ráfaga de información progubernamental o limitada a las necesidades propagandísticas de funcionarios, banqueros, cafetaleros, cañeros, industriales, en fin, sectores pudientes que gozan el privilegio de contar con espacio en detrimento de información ciudadana.
Sería harto que algunos de esos medios de difusión no dispusieran de un espacio, que es marginal por supuesto, donde se constatan malos procedimientos e incluso corrupción, aunque nunca toquen la fibra de quienes ejercen el poder. Muy difícil aún encontrar información que ponga en tela de juicio, por ejemplo, a los banqueros especuladores.
La prueba de profesionalismo que ponen algunos editores y periodistas al aparecer ciertos trabajos con cierta crítica sobre el desempeño de entidades como el Consejo Nacional para la Cultura (CONCULTURA) y el Arte (Concultura), el Parque Zoológico Nacional, el Comité de Emergencia Nacional o la incompetencia de la Corte de Cuentas y los diputados, entre otros, es muy débil. Sacar a luz eso y más es una obligación ético-moral que tienen los medios con sus audiencias. Más firme sería que salieran a luz los peces gordos y no sólo los gatos.
EL REINO DE LAS FALACIAS
Es inconcebible que a estas alturas, máxime después de una guerra sangrienta, algunos editores, jefes y hasta periodistas sigan pregonando que "El Salvador es baluarte de la libertad de expresión y difusión del pensamiento", además de pretender mostrar a los medios de difusión como "garantes del derecho a la información".
A lo que se puede llegar en una sociedad como la salvadoreña, en la actualidad, es a rescatar ciertos niveles de tolerancia y debate, que sí los hay, como es el trabajo honesto que cumplen, por ejemplo, Canal 12 en sus espacios informativos y de opinión, el diario Co Latino, en medio de sus adversidades, y algunas radios de naturaleza comunitaria.
Pero, en general, estamos sometidos a una descarga de información, en cuantía desinformadora y dependiente del poder económico y político, de ahí la limitante que parte de quiénes son los dueños, y ue muestra la naturaleza de los medios de difusión dentro de una sociedad sometida a la intolerancia, al atraso y al menosprecio por la verdad y el conocimiento.
Un análisis reciente sobre las condiciones de la prensa centroamericana concluye que el público continúa percibiendo a los medios como actores políticos que, en algunos casos, operan abiertamente como instrumentos de partido, grupos económicos, o grupos de presión. Estos intereses suelen ponerse en evidencia durante las campañas electorales.
Vuelvo a darle la razón a Héctor Borrat, periodista uruguayo radicado en España, quien ubicó al periódico (en fin a los medios de difusión) "como activo actor político que ejerce su función en medio de intereses, partiendo de sus intereses propios que hay en la sociedad e incluso puede criticar a quienes comparten sus ideas si realizan acciones que no aprueban".
El periódico puede ser actor de conflictos por acción, a iniciativa propia, o por reacción ante la iniciativa de otros. Está insertado en una vasta red de conflictos, bilaterales unos, multilaterales otros, enfrentándose con un elenco muy amplio y variado de antagonistas. (Borrat; 1989; 16-17).
Y, en ese persistente encuentro, los medios de difusión tambié,n como he afirmado antes, sucumben ante los intereses del poder económico y político, en especial si existen dentro de las empresas periodísticas especies de comisarios políticos, tal como sucede en La Prensa Gráfica, El Diario de Hoy, TCS-Noticias, etcétera.
En ese caso, vale traer a cuenta la acusación que le hiciera el diputado del partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Salvador Sánchez Cerén, a uno de los editores de El Diario de Hoy, el costarricense Lafitte Fernández, de haber estado confabulado con el gobierno de Francisco Flores.
Similar acusación hizo otro diputado del FMLN, Humberto Centeno, contra un periodista de La Prensa Gráfica, aunque al final pidió disculpas. Sin embargo, es cierto que mucho trabajo periodístico ha servido a Arena o a la Organización de Inteligencia del Estado, para desacreditar a la oposición. El problema que tuvo Centeno se debe a su carácter explosivo que le impidió ir más a fondo.
La pasada presencia del foto-periodista Flavio Villacorta, ex editor de La Prensa Gráfica, en la conducción del Organismo de Inteligencia del Estado (OIE) dijo mucho de la participación de muchos periodistas en trabajos que nada tienen que ver con la labor de informar a la ciudadanía. Y se dice, en los mismos medios, que existen varios.
Otra prueba en la misma dirección se encuentra en las reuniones periódicas que mantienen editores y jefes de medios de difusión con el presidente o su aparato de propaganda, donde obtienen ciertas líneas de trabajo que ya en los medios se vuelven campañas orquestadas para debilitar o anular a la oposición.
Los periódicos viajes del presidente y algunos de su gabinete, en los cuales lleva periodistas invitados que les sirven de cajas de resonancia, serviles y acríticas, también es otra prueba de que algo anda mal en los medios de difusión principales del país que se dicen respetuosos del derecho a la información.
Encontramos viajes incluso con la Primera Dama.
(...)Los casos de delincuencia común son más interesantes para estos ilustres periodistas que un caso en el que se debate, de fondo, la aquiescencia a tratados internacionales, el apego a la doctrina jurídica internacional, el paso civilizado al ejercicio de la justicia sin interferencias políticas y sin decisiones arbitrarias.
Lo cierto es que cuando un tema no conviene a los dueños de los medios, la "cerrazón" es exactamente igual a los tiempos de la guerra. Cuando se tocan intereses grupales en los que el medio está involucrado, el silencio es la norma. Nuestra prensa escrita, a nivel de grandes matutinos, y parte de la televisiva, continúa sometida a intereses políticos y económicos. (Tojeira; 2001).
Pero al lic. en Idiomas Marvin Galeas, columnista de El Diario de Hoy, no aprueba comentarios de esa índole y afirmó en un escrito que desde siempre ha habido una tendencia de la izquierda a satanizar a los grandes medios. "Es cierto que hay en el mundo pésimos medios de comunicación, que cuentan con enormes ganancias. Es el caso de los tabloides sensacionalistas de Inglaterra y de algunos programas de televisión norteamericanos. Sinceramente pienso que no es el caso de los grandes medios de nuestro país". (Galeas).
Ricardo Chacón, editor de Diario El Mundo, también comparte la visión que "no es cierto que exista manipulación informativa por parte de un grupo de periodistas que se sirven en bandeja a los dueños de los medios, para que seleccionen la información que será leída, vista o escuchada por las audiencias". Esta concepción estrecha y pasada de moda, pero aún vigente en varios periodistas y gremios de periodistas, no toma en cuenta los avances de la llamada sociedad del conocimiento, donde la información no sólo prima, sino que es casi imposible manipularla, dada la gran cantidad de ésta que circula por toda la sociedad. (Chacón; 2001).
Chacón, ex estudiante de los jesuitas y director de la Escuela de Comunicaciones de la Universidad José Matías Delgado, cree que existen "trasnochados ideólogos de izquierda" tras los planteamientos críticos acerca del papel de los medios de difusión en una sociedad que se dice inserta en un proceso democrático.
Coincidencias aparte, suelen compartir en varios espacios y similares visiones Ricardo Chacón, Marvin Galeas, el costarricense Lafitte Fernández, Cecilia Gallardo de Cano (La Prensa Gráfica), Eduardo Torres (TCS-Noticias/ El Diario de Hoy), Julio Rank (El Noticiero, Canal 6), el nicaragüense Alvaro Cruz (Más!), Raúl Beltrán Bonilla (YSKL), entre otros, como sellados por el mismo fuego.
Otro problema que enfrenta el periodista honesto y algunos medios de difusión como Canal 12, Co Latino y las radios comunitarias -situación que pone en tela de juicio el libre ejercicio con que dicen contar ciertos medios de difusión- es el veto publicitario impuesto tanto por entidades del gobierno como por algunas empresas privadas de importancia.
"La apertura informativa no alcanza a los anunciantes y las agencias de publicidad. El gobierno y las empresas siguen distribuyendo su inversión publicitaria en forma discriminatoria". (Funes; 1995).
Es decir, el anuncio no viene por calidad en la información, sino por el acomodamiento a los intereses de sectores de poder económico y político.
El periodista y escritor Horacio Castellanos Moya, quien dirigió el efímero semanario Primera Plana, confesó con amargura "que su esfuerzo por superar la cobardía intelectual y por decir lo que mucha gente no quería oír, o pagamos con el aislamiento y la asfixia". Casi nadie quiso involucrarse con un grupo de periodistas, procedentes en su mayoría de la izquierda, que no era controlable por ningún partido político. La libertad de decir no era cotizable en el mercado de la información. "Aún con un gusto amargo, me resisto a aceptar que el papel de nuestro esfuerzo haya sido tan sólo el de una cuña que apresuró cierta modernización y apertura en los grandes diarios. Pero quizás ese juicio sea demasiado generoso. Porque cuando leo titulares...primeras planas consecutivas chorreantes de sangre, me pregunto hasta dónde los cambios han sido sustantivos. (Castellanos Moya; 1996).
Lamentablemente para la sociedad salvadoreña esos cambios no han sido sustantivos en cuanto a la apertura de los medios de difusión, en especial por el escaso margen de maniobra que aún tienen con respecto al poder económico y político, sumada la ausencia de cuadros que valoren la ética profesional.
De Internet. Artículo de Guillermo Mejía
Periodista y docente de la
Universidad de El Salvador
ay es que como me puede caer de re mal ese pendejo de Jorge Hdez!!!!! no es más que un igualado cholero de Tony Kk se cree millonario el cerot de cuna azul!!!
ResponderEliminarTodos esos disque periodistas dan risa es lo único pendejos!!! el otro día veía a uno de eso reposteros de tele 2 hacienod una entrevista, el muy elegante con saco y la acntitud lo hubieran visto..muy de "Soy importante" y le hacen un close up a las uñas jajaja negras negras el muy chuco seguro no le llega el agua diario y se baña una vez a la semana pero el es muy muy arenazi jajaaj endejos!jajajaja de seguro que son los que se hartan frijolitos diario y eructan caviar !no son mas pendejos porque ya no pueden!!!!!jajajajaj
AUMENTO AL SALARIO MÍNIMO??? BURLA O MEJORA???
ResponderEliminarJUZGUEN USTEDES....
Compadezco a todas las personas que tiene un salario mínimo Analicemos un poco este caso:
Victimario: Gobierno ARENA Antonio Saca 2004-2009
Víctima: Proletariado o Pueblo Salvadoreño
Veamos : Un salario Mínimo.. es de $174.24 Dólares mensuales si se resta el ISSS $ 5.23 y el AFP $ 10.89 nos quedan $158.12.
Si ustedes Dividen $158.12 entre 30 Días del mes diariamente esta ganando una persona $5.27 y si lo desglosamos por hora creo que lloramos, pero hagámoslo... $0.66 CENTAVOS!!!!! Que horror!!
Ahora vamonos al Sucio dicho Aumento..... es del 10% en 2 largos Años.. uno el 15 de Noviembre 2007 y el otro en Noviembre 2008! Es decir que este año solo vendrá un aumento del 5% que este es igual a: $8.71 Al mes!!!!! o sea que Diariamente le Aumentaron: $0.29 CENTAVOS!!!!! Para lo que falta de este año y para el próximo... y así como vemos la situación ni para el Bus le subieron estos Inútiles!!!!
Ahora Bien Señores el Presidente se llena la boca Diciendo que tenemos incremento el PIB (Producto Interno Bruto) ahora la pregunta que le hacemos es: Donde esta ese Aumento???? Si dice que la economía ha crecido es que las empresas han obtenido Ganancias!!!! o sea que solo las Empresas pueden prosperar?? Y la gente que Ciegamente Voto por El para llevarlo a ese puesto que paso se olvido o que???
Su voto les vale $0.29 CENTAVOS DIARIOS!!!!
POR FAVOR NO SE BURLEN MAS DE LA GENTE!!! NO SEAN MENTIROS!!!
CUALQUIER SALVADOREÑO CON 1 DEDO DE FRENTE SABE Y ENTIENDE ESTO! PASALO... QUE SE ENTERE EL PAIS!!!
hey que desgracia la de pobre gente con esa burla del salario minimo.saben nosotros en los united ni siquiera queremos trabajar por 8 dolares la hora repito la hora, no digamos 5 dolares al dia,es una verguenza los areneros corruptos.
ResponderEliminarha otra cosa, los mendigos no te aceptan menos de un dolar. que creen al respecto? ja ja ja.
¡Uhhh! Un excelente artículo. De ideas como esa sí se espera que cualquier medio de comunicación se asuste.
ResponderEliminarNo que triste la verdad....
ResponderEliminarNo está de más decir que si todo el pueblo supiera de estos no habría más que desconformidad creo que sólo asi se despertara la gente contra el gobierno y tanta injusticia... no apareceria tanta gente que esta peor que uno en las noticias diciendo 'Gracias señor presidente por habernos mandado la pequeña ayuda' y eso en televisión de esas derechistas, solo eso muestran