Políticos moralistas

Hay cierto tipo de discurso politiquero que está lo suficientemente gastado como para seguir utilizándolo. Como pueblo, no debemos creer en cantos de sirena ni, mucho menos, perder el tiempo poniéndoles atención.

Me refiero, principalmente, al discurso moralista empleado por estos tunantes y “tunantas” de la derecha, en estos tiempos del señor, el cual lleva un claro tinte electorero como fin ulterior.

Estarás claro que de un tiempo acá, los que antes eran defensores empresariales se están pareciendo o “convirtiendo” en los paladines del pueblo.

Dicho sea de paso, este servidor no les cree ni el bendito a estos moralistas de la derecha. Ya lo decía mi difunto y recordado abuelo: “Hijo, ponele atención al verbo y entendé que las falencias e incapacidades siempre se predican como virtudes o fortalezas”.

Y es cierto. Para que veás qué tan podrido están estos carajos y sus discursos, te dejo un par de ejemplos:

-Un famoso diputado que se la ha picado por años de ser una persona "recta, ética y proba," debió de salir corriendo hacia el Caribe con una “maletota” llena de billetes verdes para lograr sacar a su vástago de la cárcel. El hijín estaba involucrado en un supuesto delito de violación sobre una menor. Vos le podrías creer iniciativas de ley de protección familiar a este tipejo? Yo, al menos, no lo haría!

-Está otro alcoholico que decía ostentar un título de ingeniero. Al verse descubierto, se fue a comprar uno de licenciado, de esos que vendían en combo en esas pseudo universidades de garage. Luego, y para variar, se puso una tremenda “verguera” y agarró a “cuetazos” a una policía, la cual se escapó, de pura suerte, de las garras de la muerte. Sólo en este paisito y con semejante hoja de vida, se puede concebir que aún pertenezca a la “honorable” Asamblea Legislativa. Figúrate vos!

-Por ahí hay otra, a la que se le conoce como "el mejor hombre de Arena", que está implorando por la lectura de la Biblia en las escuelas, y eso de forma obligatoria, con una clara alusión a la "libertad de culto". Un momento: y si yo soy ateo, o me adhiero la fe Bahai o de Sathya Sai baba -no lo soy, por suerte-,  adónde quedaría mi "libertad de culto" en esta "obligatoriedad"?

Los políticos que más imploran por esta obligatoriedad, son los menos indicados en proponer estos temas. Figúrate que algunos de ellos son conocidos y confesos matarifes, los cuales piensan que con sólo asistir a una de esas iglesias “chagarrito”, los exculpa de todas sus barrabasadas de la guerra y les da la suficiente solvencia moral para abrir la boca y "aconsejar" al gobierno.

Pero no son los únicos con este tipo de peticiones, como el de la "obligatoriedad de la biblia". Están, además, aquel grupito que se hace el mareado con el versículo que los golpea tanto, como es el Levítico 20.13. Ya te has de imaginar a qué políticos me refiero; lo jodido de estos no son sus preferencias sexuales, sino, más bien, que la esconden convenientemente. Son homosexuales vergonzantes  y nos quieren dar atol con el dedo con sus oscuras pretenciones.

Podría seguir con la camándula de ejemplos de políticos moralistas, ya que he dejado fuera a los asesinos, a los corruptos y los ladrones, pero creo que ya está claro mi punto de vista respecto a estas hipocrecías y falsedades de estos fariseos.

Lo que sí debo de recomendarte a vos, mi compatriota, es que siempre tengás como norte el amor a tu familia, la tolerancia hacia tu prójimo, la edificadora solidaridad para con tu pueblo y el trabajo honrado como mecanismo de subsistencia. Lo demás es lo de menos.

Kvernicola

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