Funes frente a la corrupción : Quién gobierna? Él o su equipo económico?

Hay que dejarse de tibiezas. El Presidente Mauricio Funes no necesita del fiscal Escalante para investigar lo de las plazas fantasmas, los desfalcos a las instituciones de gobierno, la evasión fiscal, la colusión, los monopolios y el contrabando. Él mismo puede crear una comisión ad-hoc y nombrar un fiscal designado para este menester. Incluso una comisión investigadora puede ser presidida por el mismo presidente de la república. Durante el tiempo que duró la campaña electoral, una de las promesas principales de Mauricio Funes, como candidato a la presidencia en El Salvador, se basaba en su fuerte mensaje para terminar con los actos de corrupción llevados a cabo dentro y fuera de las instituciones de Estado. Mauricio Funes envió un mensaje claro para entusiasmar a los electores: en sus discursos señalaba que “no le temblaría el pulso” para terminar con los actos de corrupción que han sido la característica de los gobiernos areneros anteriores. Se ha calculado que las pérdidas que el Estado ha tenido debido a los actos de corrupción y de evasión fiscal son enormes y que este dinero no percibido podría haber sido utilizado para financiar diferentes proyectos sociales o mejorar servicios, tales como el de la Salud. En dos decenios de gobiernos areneros, fueron casi 30 mil millones de dólares que el Estado dejó de percibir sólamente a causa de la evasión fiscal. A mediados del año 2008, el ex-embajador de Estados Unidos en El Salvador, Douglas Barclay, se reunió con las cúpulas empresariales y dirigentes políticos de los diferentes partidos políticos del país, para indicarles que el Estado salvadoreño había tenido una enorme pérdida en concepto de evasión de impuestos durante ese ese año. En esa ocasión, los miembros empresarios de la ANEP se sintieron directamente aludidos ante estos graves señalamientos y respondieron: “reconocemos que existe corrupción empresarial. Daremos los nombres para perseguir a los evasores de impuestos”. Hasta el día de hoy, todavía se desconocen los nombres de los evasores de impuestos. Federico Colorado, actual presidente de la ANEP, ha resuelto mantener el silencio para proteger a sus corruptos y criminales socios o, posiblemente, para protegerse él mismo. La postura de los miembros de la ANEP ante los señalamientos de corrupción hechos por el ex embajador de Estados Unidos, Douglas Barclay, no es de sorprender. Pero lo que sí sorprende es la actual postura del presidente Mauricio Funes y la camarilla de asesores que lo rodea, al no hablar más de este asunto que fue una de las promesas medulares de su campaña electoral. Terminar con la corrupción en nuestro país se hace una necesidad que no sólo es una decisión política, sino una necesidad económica, ya que el Estado salvadoreño enfrenta una crisis económica y debe llevar una postura de procesos transparentes para lograr que la recaudación de impuestos sea una de las prioridades de su proyecto económico social y político. Sobre la corrupción institucional, a pesar de que han existido intentos por parte de los diferentes personajes que ahora se encuentran al frente de las diferentes instituciones del estado, tales como el ISSS y las instituciones de Salud, el MOP, entre otros, que han denunciado casos de corrupción después de haber realizado auditorías internas y descubrir una serie de anomalías dentro de estas instituciones, ninguna se ha concretado para que la Fiscalía abra casos por actos de corrupción cometidos durante los anteriores gobiernos presididos por el partido Arena. Lo más sorprendente es que sólamente uno de los casos anómalos denunciados ha sido interpuesto ante la actual Fiscalía General de la República para que se deduzcan responsabilidades alrededor de los casos de corrupción encontrados durante la auditoría llevada a cabo al comenzar la nueva administración. Estamos hablando del ISSS, en la que Oscar Kattán descubrió haber encontrado un robo descarado de medicamentos, combinado a una compra de medicamentos vencidos los cuales representan una perdida cercana a los 64 millones de dólares. Es importante señalar que Oscar Kattán se encuentra enfrentado por sus posturas (más a la izquierda) con la cúpula del CD (Convergencia Democrática) que lo había amenazado con expulsión de ese partido político. Cualquiera pudiera suponer que ante la falta de un Fiscal General de la República, en estos momentos, el gobierno de Mauricio Funes se encuentra realmente atado ya que el actual Fiscal Escalante archivaría estos casos para resolver no hacer investigaciones sobre las denuncias. Sin embargo, el Presidente Mauricio Funes no necesita del fiscal Escalante para crear una comisión independiente que investigue lo de las plazas fantasmas, los robos a instituciones de servicio social y/o los desfalcos a las instituciones de gobierno, el contrabando, los monopolios, la colusión y la evasión fiscal. En realidad, el Presidente Funes puede nombrar perfectamente una comisión específica, con un fiscal específico que se ocupe de estos casos específicos. Incluso él mismo puede presidir esta comisión para que estas denuncias sean investigadas y los culpables procesados de acuerdo a las leyes. Al parecer para el Presidente Funes, el hecho de que Escalante esté al frente de la Fiscalía es una buena oportunidad para no comprometer sus acercamientos con personajes políticos de la derecha; no hacer nada sobre la corrupción y no llevar a cabo la promesa de terminar con los actos de corrupción que han caracterizado los anteriores gobiernos del arenato, envía un mensaje claro a los narcopolíticos, a los diferentes personajes empresariales vinculados a la evasión de impuestos para que se sientan tranquilos. Por otro lado, también envía un mensaje subliminal a la población salvadoreña que lo eligió, el mensaje en sí conlleva a desanimarlos porque él como presidente de la república expresó en una entrevista a Radio Nederlans, que no iba a entrar en desgaste político al enjuiciar a los corruptos. Pero, desde cuándo la aplicación de la ley es menos importante que el desgaste político de una figura política, senor presidente? Funes nos indica que aún cuando él tiene el poder de crear una comisión específica para investigar cualquier denuncia de corrupción, el presidente no lo h aréa en ningún momento, porque al final se ha comprometido con los grupos económicos que han llevado a cabo todos y cada uno de esos actos de corrupción denunciados durante los primeros meses del nuevo gobierno. Mientras tanto, muy probablemente los círculos cercanos al Presidente Mauricio Funes, le susurren que los proyectos económicos que necesita el gobierno no necesite de colectar las contribuciones totales de los impuestos evadidos en anos anteriores; me refiero a personas de su equipo económico que han trabajado en el Banco Mundial, el FMI, y hasta el USAID, y que lo primero que hicieron cuando Funes fue elegido presidente, fue volar a Washington para arrodillarse frente a esos organismos financieros. Estos grupos politicos que ahora ocupan cargos en áreas estrategicas de las diferentes entidades económicas no se comprometieron para nada en hacer promesas para terminar con la corrupción, son circulos separados de las promesas anticorrupción que Mauricio Funes presentó durante su campaña electoral, ellos obedecen a sus propias aspiraciones y sus propias agendas con marcado lineamiento ajeno al sector político que apoyó al presidente elegido: el pueblo. Supongamos que el Presidente Funes no carezca de voluntad política o de agallas para llevar a cabo una limpieza en las diferentes carteras del Estado, que él se topa con su círculo. Sus asesores responden, más que nada, a los intereses de una visión economicista que aborda la corrupción como mal con el que no hay que entrar en confrontación para poder desarrollar tranquilamente sus programas económicos sin tocar ninguna estructura que mantenga la corrupción como esfera dentro de ese mismo proyecto; de ahí que aún cuando el presidente Mauricio Funes tuviera una oportunidad para crear una comisión independiente para investigar estos actos de corrupción, es posible que para el circulo de asesores que ahora cercan al Ejecutivo, sea necesario sacrificar el tema de la justicia y subordinarla a los intereses de los poderes económicos nacionales. Ante todo esto cabe preguntarse: Quién gobierna? La voluntad Política ante la Voluntad Económica? La Voluntad Económica sobre la indecisión Política? La Voluntad Económica sobre la indefinición Política? Ustedes pueden preguntar... porque verdaderamente urge preguntar! Colaboración de Tepezcuintle de Chichicaste blogcindario REENVIA - IMPRIME - COMPARTE - COPYLEFT