En el vocabulario del FMLN la palabra "táctico" tiene el significado corriente de cómo disponer, mover y emplear las fuerzas para un combate. Hay otro significado que es muy particular, propio tal vez a todas las fuerzas políticas salvadoreñas. ¿Qué reza este otro significado? "Pues esto que declaramos urbi et orbi es para mientras, ya veremos luego que nos sale... Entre nosotros sabemos que nuestras intenciones son otras". Un ejemplo de esto, o como dicen los lingüistas una “ocurrencia”, la he encontrado en las recientes declaraciones que hizo la diputada Lorena Peña al semanal El Faro. Leamos, y cito:
Me prohibieron hablar con hombres por seis meses! |
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“¿Y Ana María en qué andaba en ese momento?.
-“Ana María se la habían jalado para allá porque en la comandancia había que tener dos, y Ana María era la segunda responsable, entonces ella estaba por apoyar una estrategia política diplomática que le diera acompañamiento a la guerra porque toda la discusión real de la negociación no se dio cuando Marcial, se dio en el 90, hasta antes era táctico para el gobierno y táctico para nosotros”.
¿Qué nos está diciendo la diputada? Que las proposiciones de negociación, hasta el noventa, eran pura pamplina (iba a poner “paja”, como ella muy elegantemente se expresa en esta entrevista). Lo serio, lo real de las negociaciones fueron sólo a partir de los noventa. Es una interpretación sui generis de los hechos, pues de alguna manera la diputada, la antigua guerrillera, le está dando razón al gobierno de entonces, en no darle crédito a las proposiciones de negociación que reiteradamente le hacia el FMLN. Sin embargo, la contradicción se encuentra en el mismo párrafo, pues nos afirma que Ana María "estaba por apoyar una estrategia política diplomática que le diera acompañamiento a la guerra". Pero los objetivos finales no son tácticos, sino que estratégicos.
Sobre este tema de las negociaciones y del objetivo de la guerra, ya he escrito anteriormente. No voy, pues, a volver a abordar el tema ahora.
Algunos se acordarán que durante la campaña electoral presidencial, se presentó en repetidas oportunidades la candidatura de Mauricio Funes como "táctica". Era lo que iba a atraer hacia el voto por el FMLN a esa franja de indecisos que, de lo contrario, nunca votaría por el Frente, dejando entender que una vez en el gobierno iba a cantar otro gallo. Como las negociaciones entre Mauricio Funes y el Frente no fueron públicas, ni dieron como resultado ningún documento público, tal vez ni siquiera secreto, no sabemos cuáles fueron las mutuas concesiones, ni los compromisos logrados. Tampoco qué clase de tire y afloje tuvo lugar. Se puede presumir que la composición del gobierno y el reparto de los ministerios tuvo cierta importancia.
Poco a poco la gente se fue enterando durante los mítines de la campaña, las posiciones que Funes no compartía con la dirigencia del Frente. Tampoco voy a hacer el recuento. Quiero recordarles que sobre todas estas declaraciones, los dirigentes del FMLN guardaron un profundo silencio. Y no nos queda otra que recurrir al adagio de “el que calla, otorga”. Ahora sabemos que en realidad esas posiciones de campaña las han abandonado por completo. Doy dos ejemplos claves: el retorno a la moneda nacional y la abolición de la Ley de Amnistía.
Viejas y resquebrajadas consignas
No sé cómo le llaman a estos renunciamientos, si los asignan a la “tactica” o a la “estrategia”. Lo más probable es que opten por declarar esto como una táctica, pues la estrategia —como afirma Carl von Clausewitz— comprende el alcance de los fines. El fin actual del FMLN ya no es la toma del poder político por el proletariado, sino mantenerse en la esfera política, procurando obtener nuevos curules, más ministerios y, eventualmente, promover alguna que otra reforma que sirva de paliativo al sufrimiento de los más pobres. Desde hace tiempo han abandonado todo cuestionamiento del dominio sobre toda la sociedad por la oligarquía, y ahora persiguen encargarse de los remiendos sociales. Ya no se proponen subvertir los fundamentos burgueses de la sociedad, ahora se trata de reformar y limar las asperesas del capitalismo, darle un rostro humano. Como durante estos últimos años han repetido tanto y hasta se precipitaron a formar parte de la V Internacional Comunista propuesta por el presidente Chávez, también repiten que el socialismo es un objetivo lejano, que se trata de algo que no se puede plantear ahora a nuestra sociedad. A veces, frente al enojo de sus militantes y simpatizantes, se entusiasman con viejas y resquebrajadas consignas, siguen vistiéndose de rojo y hasta levantan el puño izquierdo.
¿Qué nos está diciendo la diputada? Que las proposiciones de negociación, hasta el noventa, eran pura pamplina (iba a poner “paja”, como ella muy elegantemente se expresa en esta entrevista). Lo serio, lo real de las negociaciones fueron sólo a partir de los noventa. Es una interpretación sui generis de los hechos, pues de alguna manera la diputada, la antigua guerrillera, le está dando razón al gobierno de entonces, en no darle crédito a las proposiciones de negociación que reiteradamente le hacia el FMLN. Sin embargo, la contradicción se encuentra en el mismo párrafo, pues nos afirma que Ana María "estaba por apoyar una estrategia política diplomática que le diera acompañamiento a la guerra". Pero los objetivos finales no son tácticos, sino que estratégicos.
Sobre este tema de las negociaciones y del objetivo de la guerra, ya he escrito anteriormente. No voy, pues, a volver a abordar el tema ahora.
Algunos se acordarán que durante la campaña electoral presidencial, se presentó en repetidas oportunidades la candidatura de Mauricio Funes como "táctica". Era lo que iba a atraer hacia el voto por el FMLN a esa franja de indecisos que, de lo contrario, nunca votaría por el Frente, dejando entender que una vez en el gobierno iba a cantar otro gallo. Como las negociaciones entre Mauricio Funes y el Frente no fueron públicas, ni dieron como resultado ningún documento público, tal vez ni siquiera secreto, no sabemos cuáles fueron las mutuas concesiones, ni los compromisos logrados. Tampoco qué clase de tire y afloje tuvo lugar. Se puede presumir que la composición del gobierno y el reparto de los ministerios tuvo cierta importancia.
Poco a poco la gente se fue enterando durante los mítines de la campaña, las posiciones que Funes no compartía con la dirigencia del Frente. Tampoco voy a hacer el recuento. Quiero recordarles que sobre todas estas declaraciones, los dirigentes del FMLN guardaron un profundo silencio. Y no nos queda otra que recurrir al adagio de “el que calla, otorga”. Ahora sabemos que en realidad esas posiciones de campaña las han abandonado por completo. Doy dos ejemplos claves: el retorno a la moneda nacional y la abolición de la Ley de Amnistía.
Viejas y resquebrajadas consignas
No sé cómo le llaman a estos renunciamientos, si los asignan a la “tactica” o a la “estrategia”. Lo más probable es que opten por declarar esto como una táctica, pues la estrategia —como afirma Carl von Clausewitz— comprende el alcance de los fines. El fin actual del FMLN ya no es la toma del poder político por el proletariado, sino mantenerse en la esfera política, procurando obtener nuevos curules, más ministerios y, eventualmente, promover alguna que otra reforma que sirva de paliativo al sufrimiento de los más pobres. Desde hace tiempo han abandonado todo cuestionamiento del dominio sobre toda la sociedad por la oligarquía, y ahora persiguen encargarse de los remiendos sociales. Ya no se proponen subvertir los fundamentos burgueses de la sociedad, ahora se trata de reformar y limar las asperesas del capitalismo, darle un rostro humano. Como durante estos últimos años han repetido tanto y hasta se precipitaron a formar parte de la V Internacional Comunista propuesta por el presidente Chávez, también repiten que el socialismo es un objetivo lejano, que se trata de algo que no se puede plantear ahora a nuestra sociedad. A veces, frente al enojo de sus militantes y simpatizantes, se entusiasman con viejas y resquebrajadas consignas, siguen vistiéndose de rojo y hasta levantan el puño izquierdo.
Pero el objetivo original que plantearon ante el pueblo aquellos que lo llamaron a empuñar las armas, no fue ponerle parches y curitas a nuestra miseria, sino que cambiar la sociedad, transformar sus estructuras, acabar con la dominación imperialista y de la oligarquía. Eso se planteaba como la única salida a nuestro subdesarrollo, como la única posibilidad de resolver las eternos problemas de nuestra sociedad. Entonces se demostraba con detalles la contradicción entre los intereses de la oligarquía y del resto de la sociedad. La contradicción antagónica se refería a la sociedad capitalista salvadoreña.
Es cierto que muchas cosas cambiaron en el mundo que no permiten proponerse los mismos objetivos de manera inmediata en estos momentos. No obstante, la realidad nacional, tanto económica como social, ha sufrido cambios que empeoran la situación de los trabajadores. Es decir que el sistema ha seguido produciendo los mismos estragos, empeorándolos. La realidad no contradice los objetivos originales de entonces, sino que los vuelve aún más urgentes. Es necesario, pues, hablar sin tapujos sobre los cambios que se han operado en la sociedad, que no permiten plantear los objetivos de transformación como actuales, a pesar de que se han vuelto en la realidad económica y social aún más urgentes.
Muchos temas han vuelto a florecer como argumentos que impiden nuestra lucha por el socialismo: nuestra pobreza, nuestra falta de recursos naturales, nuestra posición geográfica, nuestra dependencia. Se trata de temas a los que se respondió anteriormente, en los años setenta, teórica y prácticamente, temas que es necesario retomar con paciencia uno a uno. Ha aparecido otro muy recurrente y en apariencia de gran peso: fundar otro tipo de sociedad en El Salvador, romper con la explotación de los trabajadores es imposible, pues ahora estamos obligados a tomar en cuenta que en el seno del principal enemigo de nuestras aspiraciones de independencia, en los Estados Unidos, viven millones de salvadoreños. Esto se une a otro tema más antiguo: el imperialismo no lo permitiría y recurriría a promover en nuestro país un golpe de Estado por medio del ejército. Esto último no se dice así tan abierta y crudamente, pues hay como un acuerdo de no abordar este tema, como si el papel que ha jugado el Ejército en nuestra historia fuera actualmente un tabú. Aún más, ahora el presidente Funes, con la abierta complicidad de todos los partidos políticos, desde hace algún tiempo, se dedica a rehabilitarlo. Lo hace amparándose detrás de la angustia que suscita la violencia criminal, el alza de los asesinatos, el recrudecimiento de su crueldad. El Ejército realiza tareas en la sociedad que no le corresponden. Ahora lo han sacado a las calles, abandonando los cuarteles, rompiendo uno de los pilares de los Acuerdos de Paz.
Lo interno y externo
Existe entonces una correlación de fuerzas desfavorable a las ideas del socialismo en el país, de eso no podemos dudar. Este cambio radical no se ha producido de repente y de manera espontánea. Se trata del resultado de un proceso en el que han convergido factores internos, como externos. Los factores externos repercuten al interior de nuestra sociedad y se mezclan con los factores internos. Uno de los principales es la desaparición de lo que durante décadas se llamó el “Campo Socialista”. Sobre este hecho que de manera simbólica se asocia al derrumbe del “Muro de Berlín”, diré algunas palabras, pues esto produjo un cambio en las relaciones de fuerzas a nivel internacional. Este punto merece estudios detenidos que van más allá del aporte que pueda hacer una persona. Existen ya materiales suficientes que han puesto al desnudo las causas del descalabro del “socialismo real”. Lo que nos corresponde a nosotros es no sólo analizar estos hechos, sino escrutar los efectos en nuestra sociedad.
Es claro que se trata de analizar las consecuencias ideológicas de todos estos procesos. Sin embargo, también es necesario y tal vez sea aún más imprescindible fijar nuestra mirada en los factores internos que han venido a cambiar las correlación de fuerzas políticas respecto a la necesidad de transformar a fondo y radicalmente nuestra sociedad. Cuando se emprende una batalla no existen más salidas que la victoria o la derrota. Es tonto consuelo seguir llamando "empate" a lo que ha ocurrido al finalizar la guerra en el país. No digo esto por simple regateo, ni por espíritu de contradicción. El análisis actual de la guerra pasada comienza a ser un tema para la historia nacional, no obstante no pierde aún su vigencia política. Su interpretación es importante pues, quierase o no, la guerra y sus resultados siguen determinando la actualidad política.
El objetivo de la guerra es el desarme del adversario, esto determina quién ha salido victorioso. Es cierto que la guerrilla aceptó su desarme luego de un largo proceso de negociación y como resultado de Acuerdos de Paz. En ese mismo tratado figuraba la destitución de los principales mandos del Ejército y la disolución de los organismos represivos como la Guardia Nacional, las Policias Nacional y de Hacienda. El Ejército quedaba consignado en los cuarteles. También los criminales organismos paramilitares fueron desarmados y disueltos, y fue creada la Policía Nacional Civil. En el Acuerdo se contemplaban muchas otras cosas de carácter social que nunca se cumplieron.
El retorno a lo político no fue una simple vuelta a la situación anterior a la guerra. El principal cambio fue que todas las prácticas pasadas de represión indiscriminada contra las fuerzas progresistas del país, desaparecieron, aunque los sindicatos y los sindicalistas aún hasta ahora no tienen las protecciones necesarias para actuar en completa libertad y seguridad laboral. Aunque el FMLN no obtuvo, o no lo negoció, no se crearon comisiones mixtas de control de la aplicación estricta de los acuerdos. De todas formas el FMLN entró como partido político a la vida institucional del país. Los Acuerdos de Paz no coinciden, ni de lejos, con los principios y objetivos primeros bajo los cuales el FMLN legitimaba su lucha revolucionaria. Desde el punto de vista económico y social todo quedaba igual.
La situación política era nueva en todos los sentidos, sobre todo para las fuerzas populares que ahora adquirían la posibilidad de expresarse libremente. Incluso se contemplaba el derecho del FMLN de abrir los medios de comunicación social que juzgara necesario. Entonces contaba con dos radios guerrilleras, pero estas fueron “privatizadas”. El FMLN, en tanto que partido político, perdió su control y fue incapaz de fundar nuevas radios, ni editar un órgano de prensa que pudiera competir con los de la derecha y de la oligarquía. Por supuesto que entonces una estación de televisión tampoco se planteaba como objetivo. Esta situación lo puso en desventaja para llevar un combate ideológico y político. Para poder hacerse oír por la sociedad, le quedaban pues la movilización de sus militantes y la reactivación, en las nuevas condiciones, de las organizaciones de masas.
Una promesa histórica
El FMLN entró a participar en el sistema político nacional, logró ser aceptado y oficializado como partido político y comenzó a participar en las elecciones. En este espacio es imposible extenderme con detalle en una evalución de las acciones políticas del FMLN, no obstante todos sabemos que la lucha política, los objetivos políticos, parecían haber sido ya logrados y los primeros que fueron la causa de la guerra fueron, simplemente, abandonados. Este abandono no sorprendió a nadie, pues de alguna manera estaba inscrito en el carácter mismo que optó la guerra desde que se planteó como principal objetivo para llegar a la mesa de las negociaciones.
Muchos temas han vuelto a florecer como argumentos que impiden nuestra lucha por el socialismo: nuestra pobreza, nuestra falta de recursos naturales, nuestra posición geográfica, nuestra dependencia. Se trata de temas a los que se respondió anteriormente, en los años setenta, teórica y prácticamente, temas que es necesario retomar con paciencia uno a uno. Ha aparecido otro muy recurrente y en apariencia de gran peso: fundar otro tipo de sociedad en El Salvador, romper con la explotación de los trabajadores es imposible, pues ahora estamos obligados a tomar en cuenta que en el seno del principal enemigo de nuestras aspiraciones de independencia, en los Estados Unidos, viven millones de salvadoreños. Esto se une a otro tema más antiguo: el imperialismo no lo permitiría y recurriría a promover en nuestro país un golpe de Estado por medio del ejército. Esto último no se dice así tan abierta y crudamente, pues hay como un acuerdo de no abordar este tema, como si el papel que ha jugado el Ejército en nuestra historia fuera actualmente un tabú. Aún más, ahora el presidente Funes, con la abierta complicidad de todos los partidos políticos, desde hace algún tiempo, se dedica a rehabilitarlo. Lo hace amparándose detrás de la angustia que suscita la violencia criminal, el alza de los asesinatos, el recrudecimiento de su crueldad. El Ejército realiza tareas en la sociedad que no le corresponden. Ahora lo han sacado a las calles, abandonando los cuarteles, rompiendo uno de los pilares de los Acuerdos de Paz.
Lo interno y externo
Existe entonces una correlación de fuerzas desfavorable a las ideas del socialismo en el país, de eso no podemos dudar. Este cambio radical no se ha producido de repente y de manera espontánea. Se trata del resultado de un proceso en el que han convergido factores internos, como externos. Los factores externos repercuten al interior de nuestra sociedad y se mezclan con los factores internos. Uno de los principales es la desaparición de lo que durante décadas se llamó el “Campo Socialista”. Sobre este hecho que de manera simbólica se asocia al derrumbe del “Muro de Berlín”, diré algunas palabras, pues esto produjo un cambio en las relaciones de fuerzas a nivel internacional. Este punto merece estudios detenidos que van más allá del aporte que pueda hacer una persona. Existen ya materiales suficientes que han puesto al desnudo las causas del descalabro del “socialismo real”. Lo que nos corresponde a nosotros es no sólo analizar estos hechos, sino escrutar los efectos en nuestra sociedad.
Es claro que se trata de analizar las consecuencias ideológicas de todos estos procesos. Sin embargo, también es necesario y tal vez sea aún más imprescindible fijar nuestra mirada en los factores internos que han venido a cambiar las correlación de fuerzas políticas respecto a la necesidad de transformar a fondo y radicalmente nuestra sociedad. Cuando se emprende una batalla no existen más salidas que la victoria o la derrota. Es tonto consuelo seguir llamando "empate" a lo que ha ocurrido al finalizar la guerra en el país. No digo esto por simple regateo, ni por espíritu de contradicción. El análisis actual de la guerra pasada comienza a ser un tema para la historia nacional, no obstante no pierde aún su vigencia política. Su interpretación es importante pues, quierase o no, la guerra y sus resultados siguen determinando la actualidad política.
El objetivo de la guerra es el desarme del adversario, esto determina quién ha salido victorioso. Es cierto que la guerrilla aceptó su desarme luego de un largo proceso de negociación y como resultado de Acuerdos de Paz. En ese mismo tratado figuraba la destitución de los principales mandos del Ejército y la disolución de los organismos represivos como la Guardia Nacional, las Policias Nacional y de Hacienda. El Ejército quedaba consignado en los cuarteles. También los criminales organismos paramilitares fueron desarmados y disueltos, y fue creada la Policía Nacional Civil. En el Acuerdo se contemplaban muchas otras cosas de carácter social que nunca se cumplieron.
El retorno a lo político no fue una simple vuelta a la situación anterior a la guerra. El principal cambio fue que todas las prácticas pasadas de represión indiscriminada contra las fuerzas progresistas del país, desaparecieron, aunque los sindicatos y los sindicalistas aún hasta ahora no tienen las protecciones necesarias para actuar en completa libertad y seguridad laboral. Aunque el FMLN no obtuvo, o no lo negoció, no se crearon comisiones mixtas de control de la aplicación estricta de los acuerdos. De todas formas el FMLN entró como partido político a la vida institucional del país. Los Acuerdos de Paz no coinciden, ni de lejos, con los principios y objetivos primeros bajo los cuales el FMLN legitimaba su lucha revolucionaria. Desde el punto de vista económico y social todo quedaba igual.
La situación política era nueva en todos los sentidos, sobre todo para las fuerzas populares que ahora adquirían la posibilidad de expresarse libremente. Incluso se contemplaba el derecho del FMLN de abrir los medios de comunicación social que juzgara necesario. Entonces contaba con dos radios guerrilleras, pero estas fueron “privatizadas”. El FMLN, en tanto que partido político, perdió su control y fue incapaz de fundar nuevas radios, ni editar un órgano de prensa que pudiera competir con los de la derecha y de la oligarquía. Por supuesto que entonces una estación de televisión tampoco se planteaba como objetivo. Esta situación lo puso en desventaja para llevar un combate ideológico y político. Para poder hacerse oír por la sociedad, le quedaban pues la movilización de sus militantes y la reactivación, en las nuevas condiciones, de las organizaciones de masas.
Una promesa histórica
El FMLN entró a participar en el sistema político nacional, logró ser aceptado y oficializado como partido político y comenzó a participar en las elecciones. En este espacio es imposible extenderme con detalle en una evalución de las acciones políticas del FMLN, no obstante todos sabemos que la lucha política, los objetivos políticos, parecían haber sido ya logrados y los primeros que fueron la causa de la guerra fueron, simplemente, abandonados. Este abandono no sorprendió a nadie, pues de alguna manera estaba inscrito en el carácter mismo que optó la guerra desde que se planteó como principal objetivo para llegar a la mesa de las negociaciones.
Pero como las condiciones de vida no cambiaron con los Acuerdos de Paz, en cada campaña electoral volvían a surgir la antiguas aspiraciones como una promesa histórica, como un objetivo nunca abandonado por el Frente. Era este sobrentendido el que yacía en los discursos políticos de los candidatos efemelenistas. Las organizaciones de masas no fueron reactivadas realmente. Aparecieron un sinfin de organizaciones no gubernamentales (ONG) que vinieron, simplemente, a fragmentar el movimiento social. El FMLN se acomodó perfectamente a esta situación. Poco a poco la batalla política se limitó a discutir las propuestas de los gobiernos areneros, sus acciones o su inacción. Las propuestas del FMLN eran contraproposiciones, no provenían de una estrategia de cambio y de una batalla ideológica para mostrar la caducidad del sistema político y económico reinante.
Es cierto que con la llegada al poder de Mijail Gorbachov en la URSS y el inicio de su política de restructuración (perestroika), se produjo en las filas del “movimiento comunista y revolucionario” en todo el mundo una conmoción y una parálisis inesperadas y profundas. Para un análisis más exhaustivo sería necesario observar con cierta minucia lo ocurrido en el seno del Frente y la correlación de fuerzas internas a partir de abril de 1983, fecha de la desaparión de la comandante Ana María y del comandante Marcial. La componente del Frente que salió reforzada o, digamos, que pasó a ser ideológicamente hegemónica, fue el Partido Comunista Salvadoreño. El papel de su principal líder se volvió predominante y fue quien, poco a poco, fue dando la pauta al resto de organizaciones. Con la llegada de Gorbachov y su política de abandonar para Moscú el carácter de centro del movimiento internacional comunista, de devolver la iniciativa y la libertad de juicio a cada unos de los partidos nacionales, la libertad de determinar su propia política, de no obligarlos a defender a capa y espada la política de la URSS, la libertad de tener cada partido su propia línea política tanto nacional, como internacional, sumió a muchos dirigentes en la consternación.
En todo caso, la famosa Perestroika no cundió, sus resultados no fueron concluyentes, las divergencias con los antiguos dirigentes y partidarios a un retorno a las antiguas prácticas totalitarias eran cada vez más agudas y públicas. Al mismo tiempo aparecieron poderosas corrientes que promovían una “radicalización” de la política de Gorbachov. En realidad se trataba de emprender una transición hacia el capitalismo. No es menester insistir que todo esto tuvo en El Salvador repercusiones en la vida política nacional. Pero lo que vino a dar un golpe fatal a toda la ideología hasta entonces considerada como "graníticamente sólida", fue el derrumbe del “campo socialista”, la estrepitosa “Caída del Muro de Berlín”.
Era indudable que el modelo soviético, hasta entonces considerado como el prototipo de sociedad a la que se anhelaba, se vino abajo, provocando una terrible orfandad ideológica y, algunas veces, simplemente una desbandada. Eso ocurrió también en El Salvador. Pero nadie era ni fue capaz al interior del FMLN, de emprender un trabajo crítico de lo sucedido en la URSS desde los años treinta hasta el descalabro final. Nadie era ni fue capaz de renovar el pensamiento revolucionario en El Salvador. Incluso aquellos que se declaraban ritualmente como “marxistas-leninistas”, fueron, poco a poco, abandonando esta costumbre y, lo que es peor, empezaron a considerar la obra de Marx como foránea, no adaptada a nuestra circunstancia, y algunos que nunca se habían dedicado a la simple lectura de Marx, afirmaban que ya ha sido superada y que su caducidad era manifiesta. Al igual que la derecha, consideran que Marx había muerto y que lo mejor era darle sepultura.
En El Salvador sólo dos dirigentes fueron capaces de darle al movimiento popular una estrategia coherente, me refiero a Salvador Cayetano Carpio y Mélida Anaya Montes. Los otros se fueron acoplando, tratando de adaptarse a su visión o a, simplemente, oponerse sin proponer una estrategia y una táctica que pudiera llevar a la victoria. Estos dos dirigentes ya no estaban en el momento de la “Caída del Muro de Berlín”. Murieron trágicamente en abril de 1983. Tal vez ellos hubieran podido darle una respuesta a las interrogantes que surgieron con la nueva situación creada por el derrumbe del “Campo Socialista”. La autoridad de estos dos grandes líderes del movimiento popular salvadoreño fue grande y sigue presente en la vida nacional. Sin embargo, esta presencia en el FMLN es para uno de ellos, Salvador Cayetano Carpio, de denigramiento absoluto y de recuperación en lo que concierne a Mélida Anaya Montes. Hablo de "recuperación" en el sentido de oponerla ideológicamente a Carpio, sin presentar en lo más mínimo una prueba textual de que ella había abandonado los principios de la estrategia de la “Guerra Popular Prolongada”, pensada por ella misma, conjuntamente con Carpio.
Para muchos dirigentes actuales del FMLN, mencionar la urgencia de la teoría revolucionaria hace aparecer en sus labios una irónica sonrisa, y burla en sus palabras. Han ido acostumbrando a los militantes a escuchar simplificadas consignas, análisis apenas coyunturales y han expulsado de su ánimo todo deseo de estudio y superación. Existe en ellos un obrerismo agudo y una alergia hacia la teoría. Abordar un problema con cierta abstracción se convierte en innecesaria complicación.
“No se puede arrojar contra los obreros insulto más grosero, ni calumnia más indigna que la frase «las polémicas teóricas son sólo para los académicos»". Hace un tiempo Lassalle dijo: “Recién cuando la ciencia y los obreros, polos opuestos de la sociedad, se aúnen, aplastarán en sus brazos de acero todo obstáculo hacia la cultura”. Toda la fuerza del movimiento obrero moderno descansa sobre el conocimiento científico”. Estas palabras son de Rosa Luxemburgo, gran pensadora marxista polaco-alemana. Las cito de su obra “Reforma o Revolución”. Este es el dilema que se nos presenta ahora a nosotros también en El Salvador.
No obstante, para pensar en concreto en la revolución, es necesario invertir la correlación de fuerzas en el terreno ideológico. La batalla política vuelve a surgir con toda su pujanza, aunque es necesario que los que piensan que el capitalismo no es el final de la historia, se preparen teóricamente, que vayan a los textos, que escudriñen con paciencia y aprendan a pensar con sus propias cabezas. La tarea urgente ahora en El Salvador, es la reconstrucción de una corriente revolucionaria en el seno de nuestra sociedad, pues el reformismo prevalece en el FMLN, y su actuación tanto en el gobierno como en la Asamblea, es totalmente ineficaz para transformar la angustiante situación de las capas populares. En necesario revivir la combatividad de los trabajadores, su abnegación en la lucha y elevar su nivel de conciencia. Son estas las tareas más inmediatas. ¿Puede asumirlas el FMLN? No, no lo creo! (Esta conversación no termina aquí).
Es cierto que con la llegada al poder de Mijail Gorbachov en la URSS y el inicio de su política de restructuración (perestroika), se produjo en las filas del “movimiento comunista y revolucionario” en todo el mundo una conmoción y una parálisis inesperadas y profundas. Para un análisis más exhaustivo sería necesario observar con cierta minucia lo ocurrido en el seno del Frente y la correlación de fuerzas internas a partir de abril de 1983, fecha de la desaparión de la comandante Ana María y del comandante Marcial. La componente del Frente que salió reforzada o, digamos, que pasó a ser ideológicamente hegemónica, fue el Partido Comunista Salvadoreño. El papel de su principal líder se volvió predominante y fue quien, poco a poco, fue dando la pauta al resto de organizaciones. Con la llegada de Gorbachov y su política de abandonar para Moscú el carácter de centro del movimiento internacional comunista, de devolver la iniciativa y la libertad de juicio a cada unos de los partidos nacionales, la libertad de determinar su propia política, de no obligarlos a defender a capa y espada la política de la URSS, la libertad de tener cada partido su propia línea política tanto nacional, como internacional, sumió a muchos dirigentes en la consternación.
En todo caso, la famosa Perestroika no cundió, sus resultados no fueron concluyentes, las divergencias con los antiguos dirigentes y partidarios a un retorno a las antiguas prácticas totalitarias eran cada vez más agudas y públicas. Al mismo tiempo aparecieron poderosas corrientes que promovían una “radicalización” de la política de Gorbachov. En realidad se trataba de emprender una transición hacia el capitalismo. No es menester insistir que todo esto tuvo en El Salvador repercusiones en la vida política nacional. Pero lo que vino a dar un golpe fatal a toda la ideología hasta entonces considerada como "graníticamente sólida", fue el derrumbe del “campo socialista”, la estrepitosa “Caída del Muro de Berlín”.
Era indudable que el modelo soviético, hasta entonces considerado como el prototipo de sociedad a la que se anhelaba, se vino abajo, provocando una terrible orfandad ideológica y, algunas veces, simplemente una desbandada. Eso ocurrió también en El Salvador. Pero nadie era ni fue capaz al interior del FMLN, de emprender un trabajo crítico de lo sucedido en la URSS desde los años treinta hasta el descalabro final. Nadie era ni fue capaz de renovar el pensamiento revolucionario en El Salvador. Incluso aquellos que se declaraban ritualmente como “marxistas-leninistas”, fueron, poco a poco, abandonando esta costumbre y, lo que es peor, empezaron a considerar la obra de Marx como foránea, no adaptada a nuestra circunstancia, y algunos que nunca se habían dedicado a la simple lectura de Marx, afirmaban que ya ha sido superada y que su caducidad era manifiesta. Al igual que la derecha, consideran que Marx había muerto y que lo mejor era darle sepultura.
En El Salvador sólo dos dirigentes fueron capaces de darle al movimiento popular una estrategia coherente, me refiero a Salvador Cayetano Carpio y Mélida Anaya Montes. Los otros se fueron acoplando, tratando de adaptarse a su visión o a, simplemente, oponerse sin proponer una estrategia y una táctica que pudiera llevar a la victoria. Estos dos dirigentes ya no estaban en el momento de la “Caída del Muro de Berlín”. Murieron trágicamente en abril de 1983. Tal vez ellos hubieran podido darle una respuesta a las interrogantes que surgieron con la nueva situación creada por el derrumbe del “Campo Socialista”. La autoridad de estos dos grandes líderes del movimiento popular salvadoreño fue grande y sigue presente en la vida nacional. Sin embargo, esta presencia en el FMLN es para uno de ellos, Salvador Cayetano Carpio, de denigramiento absoluto y de recuperación en lo que concierne a Mélida Anaya Montes. Hablo de "recuperación" en el sentido de oponerla ideológicamente a Carpio, sin presentar en lo más mínimo una prueba textual de que ella había abandonado los principios de la estrategia de la “Guerra Popular Prolongada”, pensada por ella misma, conjuntamente con Carpio.
Para muchos dirigentes actuales del FMLN, mencionar la urgencia de la teoría revolucionaria hace aparecer en sus labios una irónica sonrisa, y burla en sus palabras. Han ido acostumbrando a los militantes a escuchar simplificadas consignas, análisis apenas coyunturales y han expulsado de su ánimo todo deseo de estudio y superación. Existe en ellos un obrerismo agudo y una alergia hacia la teoría. Abordar un problema con cierta abstracción se convierte en innecesaria complicación.
“No se puede arrojar contra los obreros insulto más grosero, ni calumnia más indigna que la frase «las polémicas teóricas son sólo para los académicos»". Hace un tiempo Lassalle dijo: “Recién cuando la ciencia y los obreros, polos opuestos de la sociedad, se aúnen, aplastarán en sus brazos de acero todo obstáculo hacia la cultura”. Toda la fuerza del movimiento obrero moderno descansa sobre el conocimiento científico”. Estas palabras son de Rosa Luxemburgo, gran pensadora marxista polaco-alemana. Las cito de su obra “Reforma o Revolución”. Este es el dilema que se nos presenta ahora a nosotros también en El Salvador.
No obstante, para pensar en concreto en la revolución, es necesario invertir la correlación de fuerzas en el terreno ideológico. La batalla política vuelve a surgir con toda su pujanza, aunque es necesario que los que piensan que el capitalismo no es el final de la historia, se preparen teóricamente, que vayan a los textos, que escudriñen con paciencia y aprendan a pensar con sus propias cabezas. La tarea urgente ahora en El Salvador, es la reconstrucción de una corriente revolucionaria en el seno de nuestra sociedad, pues el reformismo prevalece en el FMLN, y su actuación tanto en el gobierno como en la Asamblea, es totalmente ineficaz para transformar la angustiante situación de las capas populares. En necesario revivir la combatividad de los trabajadores, su abnegación en la lucha y elevar su nivel de conciencia. Son estas las tareas más inmediatas. ¿Puede asumirlas el FMLN? No, no lo creo! (Esta conversación no termina aquí).
Carlos Abrego
http://cosastanpasajeras.blogspot.com/
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ResponderEliminarO sea que las ideologías, doctrinas y todos los "ismos", solo sirven para darles poder a quienes ya teniendolo se corrompen y son los primeros en olvidar esas ideología y doctrinas, es decir, esas ideologías y doctrinas son solo para ti y para mí tomandonos un cafe y fumandonos unn cigarro porque no nos alcanza el dinero para mas porque nosotros no estamos en ningún cargo del gobierno que pague bien porque si lo estuvieramos nos olvidaríamos de esas ideología y doctrinas...
mmm??
Uncle Marx wants you!!!
No me censureeeeeennnn!!!!!!!!
Nunca me cansare de repetir que el fmln jugo siempre el juego de manipular a gente sencilla e ingenua que llevo a los cerros a joderse por una sola causa, componerse ellos nada mas, los manipuladores, los que solo eran pajas, y luchas diplomaticas para que cuando se negocio la paz quienes subieron a la burguesia, carros nuevos, comida gratis, ropas de prestigiosas marcas,etc, los diputados y ahora encargados del gobierno del cambio. y la gente igual o peor que antes, pero eso a ellos les vale verga.
ResponderEliminarTROMPUDOS seria conveniente discutir sobre el NARCOTRAFICO en Elsalvador.Hay un articulo en el FARO.NET luego hare comentario sobre el articulo.JP.
ResponderEliminarHoy todos los comandantes estan GORDOS, no caben en sus camisas y sus vestidos, van a manifestaciones bajo la sombra de una sombrilla !!asida por un sirviente!!!, se les ve solo en camionetas todoterreno, en trajes Armani y vestidos Dior, huelen a perfume frances y comen las mejores viandas del pais. Supongo que los pensamientos son los mismos auque por fuera parezcan otra cosa. Ya no creo todo lo que me dicen.
ResponderEliminarComo es ya costumbre ver a los que han secuestrado al partido FMLN, en la ciudad de San Miguel se repite el mismo esquema nacional, la misma plana, nada más que aquí es más flagrante, escandaloso, caricaturesco y ruidoso. Me refiero a la rueda de caballitos que han formado las cúpulas en el oriente del país, con sus dirigencias conocidas como “la Departamental" y”la Municipal”. Estas dirigencias no fueron impuestas por mandato popular, sino que al muy puro estilo "de dedo" o "dedocracia".
ResponderEliminarY lo han hecho tal y como lo fue la designación de Will salgado en el PCN. El grupito de secuestradores de la cúpula son los que han elegido a los representantes y candidatos del partido en el departamento de San Miguel. Todo esto lo han venido haciendo por medio de elecciones electorales amañadas (expulsados del padrón) y han impuesto las caras que ellos han querido, de manera verticalista y dictatorial. Lo más triste es que estos representantes son protegidos y aprobados por la misma corrupción de la Comisión Política nacional del FMLN, de la cual se dice que es "Revolucionaria" y "Socialista". La verdad es que "Involucionarios" y pro capitalistas sí que lo son, pues han venido a involucionar y torcer los nobles ideales fundadores del FMLN histórico.
Qué lástima dan!, pues en lo político y en lo social actúan muy al estilo verticalista-estalinista. Todo es trampa, trinquetes y manipulaciones entre ellos: ellos mismos se postulan y después se reparten cargos. Después les dan ayuda, promueven y protegen a los que más sumisos son, los que se arrastran frente a ellos. Muy al estilo de la Mafia, mantienen una ley del silencio tipo Omerta, a cambio de un puesto político o de un trabajo, no grande sino de migajas, de sobrevivencia.
Sobrevivir en este capitalismo cruel y salvaje es un suplicio, una pesadilla diaria para la mayoría de salvadoreños que salen a la calle a conseguir la comida y que ni siquiera saben si regresarán a sus hogares por la noche. Y qué pensar de aquellos que siguen ciegamente a los "líderes de vanguardia", en particular a José Luis Merino, Sigfrido Reyes, Norma Guevara y Medardo González, éste último coordinador nacional del FMLN. Casi todos dijeron que buscan alianzas con la clase explotadora y que el FMLN es un partido que “no lucha contra el capitalismo”.
Hey Trompudos no se claven tanto,con los dirigentes del FMLN y temas del pasado.Hay temas de actualidad y de fondo,como el involucramiento de funcionarios del Gobierno de funes en el Narco(Gobernadora,policias jueces).Evolucionen y no se queden anclados en analisis estéril.Aprendan al Faro que le toca los huevos al poder sin tanta paja.
ResponderEliminarPorque todas las lideres del frente son tan "feyas" como esta L Pena, q dice q no la dejaron hablar con hombres por 6 meses ? sera por el terror q infundia? jajajajajajaja!
ResponderEliminarEstos del fmln si que tienen buena paja por que mucha gente los sigue a ojos vendados. Mintieron en el tiempo de la guerra y mienten ahora,pero la gente sigue creyendo es esos pseudo lideres, de ropas finas y carros comprados a poma. combatir el narcotrafico en texistepeque y metapan se les olvido, por que funcionarios del gobierno del cambio tambien estan untados, la verdad que a funes no le tiembla solo la mano. Las nachas les daria a los narcos para que le paguen viajecitos para ir a ver a mickey, que le importa al principe la condicion de los majes plebeyos.
ResponderEliminarIncreible! Cuestionar lo revolucionario, el coraje y la honestidad de Lorena. Pocas familias en El Salvador han ofrendado tanta sangre como la familia de Lorena, para ayudar a los desposeidos
ResponderEliminarNo creo que Abrego cuestione "la cuota de sangre", como vos decis. Aquí no se trata de quién derramó más sangre. Acaso el que más muertos puso es el más honesto? Acaso la sangre sirve para disculpar lo que hacen hoy?
ResponderEliminarYo creo que lo que Abrego les cuestiona es el rumbo que le han dado al partido, sus discursos vacíos, su arrodillamiento frente a la clase dominante y el imperialismo, el abandono de las organizaciones sociales. etc. Nada que ver con la sangre que vos decis.
El periodico Wallsj dice q el actual gobierno no funciona.Los mismos gurus,iluminados q NO vieron al crisis global venir,q deciaq Lehman Bros.tenia rating AAA,El Heritage Foundation es una pseudothinktank,q fbrica TODO tipo de ESTUDIOS "CIENTIFICOS",q en muchas ocasiones han sido denunciados por falsos.Es comico oir a estos "quezudos" del WSJ,y el Hertage decir q hacen sondeos cientificos llaman portelefono a la misma GENTE,los viejitos retirados miembros del Registro del partido republicano,quines simepre les dan la smismas respuestas.Tambien el WSJ decia q el slavador esta or llegar al 1thmundo sin decir q la econmia estaba quebrada.
ResponderEliminarEn esta entrevista la dirigente historica del fmln acepta que su papa fue mason. El papa de funesto tambien fue mason.
ResponderEliminarQue raro que los masones estan dominando todos los partidos politicos no solo en el salvador sino que en todo el mundo. Estos mismos son los que estan dirigiendo al planeta hacia el nuevo orden mundial.
Eso de izquierdas y derechas es un jueguecito para despistar a los ignorantes, todo es parte de un pendulo dirigido por los masones de todos los colores politicos.
Y mi pobre gente ignorante dandose riata por ellos.
La compañera Lorena tiene una buena trayectoria revolucionaria, ella cree en el proyecto del partido y una gran camarada, pero con todo el respeto que ella se merece no debe cegarce ante una realidad, hay compañeros que no actúan como revolucionarios y ella lo sabe, cuando la veo la saludo efusivamente, no me gusta la hipocresía hacia una compañera, a ella la considero una gran revolucionaria, sus luchas continúan tan grandes como antes, no tiene el poder de decidir, pero es una muestra de ejemplo y disciplina, nuestros actos muchas veces no son lo que muchos quisieran, vemos a un dirigente y sin razón lo criticamos, cuando hay que hacer una crítica justa yo acompaño a los trompudos, pero en el caso de Lorena me veo impedido de hacerlo, por su calidad de persona y por su altura revolucionaria, muchos no estaran de acuerdo con migo, por que le hacen el juego a la derecha, pero jamás he criticado para ofender , mucho menos a nuestra camarada y compañera LORENA PEÑA.
ResponderEliminarSencillamente esta diputada es una gran corrupta es junto a NORMA GUEVARA y otros dirigentes del fmln que se oponen alas resoluciones de la SALA DE LO CONSTITUCIONAL, es parte de la corrupta forma de repartirselos cargos de direccion del partido y de quienes eran funcionarios;cuando regresa ala ASAMBLEA chuca legislativa tomó la cuarta posicion en la eleccion de diputados,como estaba segura de ser nuevamente diputada por otros 9 AÑOS no gastó en ningun papel de propaganda.En una ocacion gente en la plaza cívica pregunta porque estan muy caros los productos de la canasta basdica respiondió que le preguntaran a casa presidencial???en esa forma eludió la pregunta como si ser diputada NO la cuestiona.¿¿Quien aportó mas sangre fué el pueblo salvadoreño:la masacre del SUMPUL,la masacre del MOZOTE,el asesinato de monseñor romero,la masacre de los jesuitas y mas de 100 masacres de gente que creyó en un proyecto de pueblo que hoy con sus acciones desde los acuerdos de paz es burlado y juan pueblo sigue siendo engañado en la militancia del fmln.
ResponderEliminarQue pasa CLOVIS criticar al FMLN es hacerle el juego ala DERECHA,disculpame pero estás repitiendo lo que dice TU gloriosa dirigencia todavia hace falta la AUTOCRITICA no creo que si estas en el fmln NO conoscas un poco mejor como funciona TU partido;ni siquiera para alguna vez desligarse de muchas acciones que el fmln espurio ha avalado y que estan en contra de la poblacion como mantenerse callados de las politicas continuistas NEOLIBERALES del gobierno de funes y de la ensalada de partidos corruptos que lo conforman se ha manifestado publicamente TU defendida Lorena Peña.Tu partido fué ha sido el principal defensor de los privilegios que se recetan a cada rato los diputados y por los cambios que prometió TU partido Y con los cuales le ha mentido ala gente constantemente donde estan???? Tu partido en este gobierno reprime frecuentemente ala case trabajadora.Un militante que quería hacer un sindicato en la Asamblea chuca legislativa lo despidio publicamente la corrupta diputada NORMA GUEVARAy tu gloriosa dirigencia;hay que desacerse de las ideas verticalistas STALINISTAS;cabrón éste STALIN asesinó a 98 dirigentes de la revolucion rusa porque NO estaban de acuerdo con la forma de hacer la ""REVOLUCION RUSA,TROSKY fuè asesinado por orden de STALIN,resultado final de esta forma de dirigir el DERRUMBE del ""CAPITLISMO DE ESTADO de la URSS,el socialismo nunca existio en la URSS.Juan Pueblo.
ResponderEliminarLa señora Lorena Pena se aprovecha hoy muy oportunistamente del extraordinario pasado revolucionario que tuvo su familia: su hermano Felipe, su compañero Dimas, su papá Chepe y sus dos hermanas. Ella es puro bla-bla y está hoy a la deriva ideológica, lo que obviamente se deduce de su total apego al gobierno neoliberal pro-yanki de Funes . Ella se divorció completamente del proyecto revolucionario y es su accionar lo que la delata, aunque se crea muy vanguardia y asegure que fuera del FMLN no pueden existir auténticos militantes de izquierda revolucionaria. Sus privilegios económicos la han aislado de los principios de justicia que en el pasado decía buscar para los desposeídos en El Salvador. Se olvidó de la realidad insoportable que esta viviendo nuestro pueblo. El ser diputada y pertenecer a la Comisión de Hacienda es su modo de vivir y por eso cree que solo muy despacio y poquito por poquito se mejorará la situación del país. No nos demos paja, Lorena ya no anda pues por el camino del sufrimiento de los explotados. Se olvidó completamente del amor al prójimo que deviene en solidaridad y humanismo más allá de las banderías políticas que hipocritamente hoy por hoy enarbola el FMLN.
ResponderEliminarAsi es trompudos, El Faro les ha marcado el paso de lo que es la información a la ciudadanía.
ResponderEliminarYo creo que está claro que es la denuncia abierta, sin terror, la llamada a combatir la corrupción. Ante un estado nacional corrupto, es la ciudadanía la que tiene la palabra y la acción. No hace diferencia los partidos politicos de derecha e izquierda porque todas estan infiltradas por el crimen organizado, queda claro que los medios de comunicación ocultan la verdadera noticia y la información, ya no les toca a ustedes repetir y joder que son unos corruptos, deben SUSTITUIR esa noticia cortina de humo por la verdad. Les han marcado el paso de cambiar la jodarria y los análisis personalizados por una posición ÉTICA. Esto es válido para las emisoras como la Mi Gente, figuras publicas como Dagoberto, Carlos Abrego que para fregar está desde lejor queriendo dar pautas.
Hagan un llamado a que la gente pierda el miedo y denuncie la corrupción, esto obliga al cambio.Tomen el riesgo
Seamos inteligentes, solo vean que todos los de la cupula del fmln, o estan en la chuca asamblea o estan en el gobierno neoliberal de funes-fmln.
ResponderEliminarseria bueno saber un poco mas sobre estas personalidades que hicieron su modus vivendus sobre una escalera construida sobre calaveras heroicas para llegar a sus ruines fines.la mancuerna lorena pena y nidia diaz,en su papel como diputadas del parlacen no hacian mas que reunirse en guatemala donde esta la sede del parlacen para embriagarse junto alos demas diputaditos de los distintos partidos de esta finca salvadorena en especial los areneros,donde pasaron dos periodos sin parir una ley de integracion regional,solo poder transitar con el simple dui.es por eso que costa rica y panama se quisieron desvincular de este remedo de organizacion de viciosos como es el PARLACEN.un gasto imnecesario,tanto era el vinculo que vemos a nidia y rebeca casi llorando la muerte de sus compadres narcotraficantes de chupa de arena en guatemala.eso es una trayectoria intachable de rebeca y nidia .por eso recalco no existe forma de desvincular a mauricio funes del FMLN historico sin que les chispie la mierda,de lo que hace el pequeno tirano CAPORAL.DE FINCA .porque no llega a hacienda medieval.no deja de existir cierta similitud entre el gobierno de duarte en aquellos anos el pueblo al principio deposito sus esperanzas ,mas sin embargo fue ahi con su complacencia que se cometieron una de las mayores canalladas de la historia contra el pueblo noble y combativo de el salvador .clovis si has perdido en el combate la mayoria de tu familia eso te hace a hacer inflexible contra el enemigo y lo mas importante,NO PERDERLO DE VISTA...cosa que no han hecho los que se agrupan en una compania privada de cv.de sociedad anonima.cero combate a favor del pueblo..nos quieren aplicar la receta que le aplicaron a salvador allende en chile simplemente por su mudez como fmln...saludos carlos abrego estas en lo correcto..
ResponderEliminarSi los politicos del FMLN no fueran
ResponderEliminarcorructos,y sus intereses no fueran
unicamente personales,Las renuncias
y desligamiento al presente govierno
fuera masivo en apoyo al pueblo,que
sigue demandando las promesas en la
campaña electoral que ofrecio Funes.
ESQUE se lo deverian haver prhibido de por vida hablar con hombres por lo fea que es tiene una nariz de indio maya mejor dicho de gavilan que horror
ResponderEliminarEs complejo entender el juego de Derechas e Izquierdas. Nos han sumergidos a ideologias facinantes, donde, cada quien lucha por defender la suya. Pero, cuando ostentan el poder las Derechas o las Izquierdas, ¿sera que luchan por el pueblo, por el proletariado?, o solo llegan a saquear las arcas del estado. Por favor camarados, no nos dejemos timar, por estas cupulas que lo mejor que saben es manipular los sueños de nsosotros los proletariados. Hay q entender esto, es complejo de entender. Pero el dinero, hace a cualquiera de Izquierda muy de Derecha, no digamos a los mismos de Drecha. Todo es una lucha de poder entre las facciones. Todo se trata de llegar al botin del estado. Comprendan esto. Si tenemos suerte nos daran las migajas para que nos callemos. Dejemos el fanatismo de Izquierdas y Derechas. La cupula de Arena y el FMLN, solo les interesa el poder. Ambos son empresarios, ambos les gusta ostentar lujosos carros, etc. ambos les gusta el poder, ambos les gusta manipular, ambos hacen lo mismo y se acusan "que porque aquel lo hizo yo tambien". Ambos se reaprten puestos, ambos quieren controlar los ministerios, ambos han querido en debidos momentos amarrar a la sala de lo constitucional, etc. Se se fijan no hay diferencia. En lo unico que se diferencia es en el discurso folclorico dirigido a las masas deseosas de escuchar y revivir antologias de ensueños. Seamos obse5rvadores, ellos, nos tienen controlados asi, y siempre habra esa lucha intestinal de izquierdas y derechas, que como; recalque, solo beneficia en gran parte a los bolsillos y a sus empresas. OJO!!!. che_cesar4@hotmail.com
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