29 de noviembre de 2010

La economía debe volver al planteamiento ético de sus orígenes

Evitando entrar en cualquier tipo de anacronismo, es necesario y sin vacilaciones hacer un vuelco de la economía contemporánea hacia la visión que primó en la antigüedad, máximo en el momento actual donde la economía capitalista está sustentada en la especulación y en la fabricación de guerras constantes que sirven, por un lado, para agenciarse ganancias fabulosas y, por el otro, para saquear los recursos naturales de los países periféricos, para convertirlas en materias primas y seguir haciendo funcionar la visión capitalista de la economía. Se plantea, entonces, la necesidad de dar un vuelco sustancial al planteamiento económico que rige los destinos de la economía en la actualidad.

En el mundo antiguo la economía aparecía subyugada a la política, entendida esta última como la búsqueda del buen vivir o, como suele referirse en la actualidad, a la búsqueda continua del bien común. Aristóteles refiere que la buena economía, debe estar subordinada a la política. En dicha medida la noción de economía aparece vinculada a la cuestión ética. Acontece que en la antigüedad la ontología regía gran parte de la vida de los seres humanos y, en esa medida y sin una forma tan sofisticada de economía, las comunidades buscaban cubrir sus necesidades elementales.



En la modernidad encontramos un cambió radical, ya que es el mercado el que rige las necesidades del ser humano. En la antigüedad el llamado trueque o intercambio se justificaba en la medida en que se buscaba cierta autarquía o autosuficiencia;  tal economía no estaba referida a la necesidad de acumulación, y ese especie de mercado que se conformaba no regía las relaciones sociales entre las personas, lo cual es exaltado a su máxima expresión en la economía de la modernidad. Por su parte, en la antigüedad se da un fenómeno muy interesante y es que las practicas sociales colectivas se legitimaban a partir de los fuertes valores sociales, donde primaba la generosidad y se consideraba que el individuo al aislarse de la comunidad se convertía en un paria, generando una presión para no buscar intereses egoístas. Tal era la orientación ética, que comprender las implicaciones de sus propios actos se elevaba a una cuestión fundamental, en la medida que ello daba pie para establecer su prestigio social, lo cual derivaría en una solidaridad casi mecánica.

Lo fundamental de Aristóteles, a quien tomamos como referencia, es su planteamiento respecto a la economía antigua: promovía que la ganancia era un motivo particular de la producción, pero en la medida en que los mercados y el dinero fueran simples accesorios de una economía domestica. En una producción orientada al uso, se garantizaba una economía saludable. Lo crucial es, sin dudas, la relación establecida entre el principio de uso de lo producido y el de la ganancia, a lo que Aristóteles denominó "valor de uso y valor de cambio".

La economía moderna se basa, precisamente, en el uso desmedido del valor de cambio de los artículos producidos, dándole un giro trascendental a las relaciones entre individuos. El enfoque es hacia la acumulación de capital , redefiniendo la concepción en las relaciones entre individuos, ahora basada en el consumo y no en aquella necesidad de vivir con lo básico, que se hacía necesaria en la antigüedad.

El asunto de la gobernabilidad en la antigüedad, según Aristóteles, estaba relacionado íntimamente con la racionalidad práctica que era fuente de moralidad colectiva, recordando que en dicho momento de la historia la vida se veía a partir de la comunidad, con una fuerte orientación deliberativa o participativa. El sistema político no era el todo complejo de la modernidad, sino una una forma de vida, contrastándose continuamente con la realidad.

Lo que se conoce como "régimen político" debería estar orientado, según Aristóteles, al ejercicio de la virtud, misma que puede ser alcanzada por las mayorías, al establecer que la clase media debería ser la clase de las mayorías.

En plena crisis del sistema Capitalista, se hace necesario hacer un vuelco a una economía con fuertes vínculos éticos, trabajada desde la idea de comunidad. El planteamiento de la economía solidaria que se desarrolla en varios países, principalmente en el sur de nuestro continente, tiene a la base tales aspectos. Sin embargo, es necesario para poder darle un giro a la crematística antinatural planteada por Aristóteles, que gobierna la economía contemporánea, construir y desarrollar un sujeto político que tenga como eje fundamental la construcción de un nuevo paradigma de sociedad, donde se haga necesario implementar una economía con fuertes vínculos éticos. El abordaje no es mecánico, ya que la construcción de tal sujeto se logrará en la medida de que la conciencia individual vaya tendiendo hacia una necesidad colectiva. De allí que los aspectos objetivos están a la vista, pero el aspecto subjetivo es el que hay que ir construyendo. Esta es una coyuntura muy positiva, la que, sin embargo, estamos dejando pasar.

Carlos Molina
Colaboración

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5 comentarios:

  1. Anónimo12:54 p. m.

    Queremos socialismo, no capitalismo de estado

    a la empresa privada evasora y esclavista

    1 - Paguen los impuesto de deben
    2 - Entreguen los recursos naturales y medios de produccion que le han robado al pueblo

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  2. Eso es lo absurdo de lo que plantean Funes y el FMLN. Dicen que quieren sentarse en la mesa con los capitalistas transnacionales y PEDIRLES que paguen más impuestos--que lo hagan por patriotismo, por el bien de la patria. Pero POR DEFINICIÓN, la clase capitalista transnacional no se identifica con ningún país! No tiene patriotismo. Le vale un comino que El Salvador se hunda, porque pueden invertir en cualquier lugar.

    Evidentemente estos genios no han hecho un análisis del carácter del enemigo de clase. Todavía peor, para ellos los grandes capitalistas ya no son el enemigo, sino socios con que pueden hablar seriamente sobre el bien de El Salvador. Sería cosa de risa si no fuera que los de la Comisión Política constituyen el liderazgo político de las clases populares.

    Yo estoy a favor de que los líderes de los movimientos sociales organicen un congreso y formen un nuevo partido, con la participación de Dagoberto, el hermano William y Salvador Arias "El Otro". Y que inviten a Carlos Abrego a descongelarse.

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  3. Una reflexión que siempre estará ahí !


    Marc de Zabaleta Herrero

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  4. Anónimo5:25 p. m.

    EL CAPITALISMO DE ESTADO ES LO PEOR, QUE TENDRIA NUESTRO PUEBLO, QUE LAS EMPRESAS EXTRANJERAS PAGUEN LOS IMPUESTOS QUE TIENEN QUE SER Y QUE LOS SALARIOS QUE PAGAN QUE SEAN IGUAL A LOS QUE PAGA EN USA.

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  5. La Miopía del BCE (Banco Central Europeo)
    Aunque el BCE se enfrenta a un tablero complicado, en el que pretende “atender” tanto a una locomotora alemana, en pleno arranque, como a varias economías en clara debilidad (los”PIGS” son un claro ejemplo…de momento Grecia e Irlanda…los demás en camino), parece que no tiene muy clara la política monetaria (la única que él SI puede controlar) a aplicar. Su gestión de los tipos de interés y de la liquidez (masa monetaria) es clave para dinamizar una actividad real en los distintos países de la UE.
    La situación alemana es radicalmente distinta frente a la debilidad del resto de la zona Euro (Inglaterra es un claro ejemplo, junto a Islandia, del beneficioso apoyo de una moneda propia en tiempos de crisis…) y sus problemas de empleo. La caída del consumo y de los precios inmobiliarios lleva indefectiblemente a hablar de deflación. Sin embargo, el BCE está obsesionado por el control de la inflación…parece que sólo mira a Alemania. ¿No ve más lejos?.
    La FED (Reserva Federal Americana) ha sabido gestionar mejor la situación, tanto en los 90’ cuando una economía sólida estaba en pleno crecimiento, al evitar un recalentamiento y controlar la inflación, como en una coyuntura actual en la que la deuda familiar se ha disparado. La DEFLACION es ahora el peligro, y unos tipos de interés bajos no permiten grandes alegrías. La compra de deuda, inyección de liquidez en el sistema, permitirá una paulatina recuperación de esa demanda tan necesaria para el despegue empresarial.
    Pero Europa es diferente. El BCE quiere lidiar en una plaza, la zona euro, con distintas necesidades de crecimiento…sin olvidar su ceguera frente al resto de bancos centrales (USA, China…). Ellos pueden devaluar sus monedas en cada país (homogéneo), y nos exportan sus problemas a una Europa dividida por países, culturas (idiomas) y necesidades económicas.
    ¿Hay algún Licenciado en Ciencias Económicas en el BCE?


    Marc De Zabaleta Herrero

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