Reforma tributaria, ya! Y quién dijo miedo?

La recaudación esperada de fondos con la Reforma Fiscal que promueve el FMLN y el presidente Funes, desde el punto de vista del empresariado salvadoreño, tiene que ser soportada o pagada únicamente por los que siempre han efectuado esa erogación. Me refiero a los que no pueden evadir ni eludir sus obligaciones tributarias: el vilipendiado y siempre abusado y despreciado pueblo salvadoreño.

Leyendo detallalladamente los estudios realizados por entes como la CEPAL, el FMI y la misma USAID, la "gran empresa" no paga, en resumidas cuentas, lo que debería pagar cuando de tributos se habla.

Si, además, tomamos en cuenta que la aportación mayoritaria de la gran empresa tiene dos vertientes principales: la retención en la fuente y el IVA, la particularidad del IVA es que mucho de ese impuesto NUNCA es enviado a las arcas del Estado. Dicho en otras palabras, la gran empresa se lo “güeveya”, pues!

Por otro lado, los estudios también hablan del impuesto de la renta, y al respecto mencionan que las empresas y sus propietarios hacen uso de los subterfugios y portillos fiscales que les permiten escapar de sus obligaciones tributarias, tal y como fue el caso de la venta de los bancos a intereses extranjeros.

Teniendo lo anterior como contexto y al escuchar a personeros voceros de los intereses empresariales, se percibe que la gran empresa sigue soñando con que los de a pie, los que menos posibilidades tenemos y los carentes de presencia en los medios de comunicación, carguemos con los costos de la educación y demás programas sociales. No obstante, y para colmo del cinismo, ellos se quejan y culpan al Estado por nuestra "pésima formación y la falta de mano de obra calificada".

Al observar las grandes ganancias de algunas empresas que venden productos nocivos para la salud, como por ejemplo el tabaco y el alcohol en todas sus variaciones, entre otras actividades económicas del mismo giro -el envenenamiento de la majada-, no puedo entender con qué moral se oponen a que se les aplique más impuestos. Seguramente estos pretenden que el pueblo y el Estado les sigan financiando su negocito de muerte y de envenenamiento.

Pero están las empresas que usufructúan directamente con la muerte, las que dedican al oscuro giro comercial de la venta de armas y municiones, excluidas de forma extraña de la Reforma Fiscal. Seguramente le doblaron el brazo a alguien, porque en esos rubros económicos hay poder y billetes para comprar voluntades.

Están las empresas que venden juguitos, sodas y similares, las cuales extraen el agua de nuestros mantos acuíferos, le colocan un poco de color, sabor y azúcar y luego te la venden sin pagar lo que deberían por la materia prima -el agua-. Ni qué hablar de las que embolsan agua con kaka (no nos referimos al jugador brasilero) y te la venden sin ningún tipo de control fiscal ni mucho menos sanitario.

Podría seguir refiriendome a diversas actividades económicas, pero considero que con un par de ejemplos basta para poner en contexto el raciocinio -por llamarlo de alguna manera- que utiliza el mercantilismo en el país, para deslegitimar la necesidad y la urgencia de las reformas tributarias.

Ahí observan ustedes al presidente de la cámara de comercio -el mini rotweiller-, argumentando que ellos se oponen a la reforma fiscal porque´esta afectará la mayoría del pueblo salvadoreño. Pero, de forma incongruente a las “preocupaciones” por el pueblo, imploran por la ampliación de la base tributaria o el incremento al IVA para joder al mismo pueblo que dicen defender. Entonces en qué quedamos? Defienden al pueblo o no? Estos piensan que uno se chupa el dedo o que es maje? Son los reyes del cinismo.

Vamos a estar claros de un volado: si el presidente Funes quiere llevar más fondos a las arcas del Estado, debe de dejar el temor de un lado e ir directa y frontalmente al combate en contra de los evasores y los contrabandistas. Además, debe hacer una realidad las reformas, sin miramientos o blandenguerías.

Quién dijo miedo, presidente Funes? Se recuerda que esa frasecita gritaba usted en los mítines de su campaña política? O ya se le olvidó?

Presidente: hay que aprovechar rápidamente el capital y las simpatías políticas que en este momento acumula usted y el FMLN, porque así como va usted con su trato al pueblo, este apoyo va a ir mermando de a poco hasta apagarse, quedando usted como un mentiroso que no cumplió sus promesas,  un demagogo más en nuestra historia nacional.

Atlacatl

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