24 de junio de 2009

Todo al pueblo, nada a la oligarquía!

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Ciento ochenta y ocho años después de sacudirnos el yugo español, y a setenta y siete años de los trágicos acontecimientos de 1932 que marcaron para siempre a nuestra nación, aún no hay un acuerdo sobre la calificación teórica de esos y otros sucesos políticos, sobre todo del todavía incólume poder económico de la oligarquía, ni de sus signos dominantes en el origen y, muchísimo menos, de las rutas y fórmulas propicias para emprender un definitivo camino de liberación del pueblo salvadoreño en todos los campos.
El nuevo gobierno de izquierda ha intentado, en sus primeras medidas, distanciarse de los regímenes derechistas -al menos en la forma- al anunciar programas concretos dirigidos a superar graves deficiencias en el apartado económico, social, educativo y de seguridad pública. Por supuesto, amparados en invocaciones verbales de un sistema político diseñado para sus propios intereses, los representantes de la oligarquía han dado el beneficio de la duda al plan anticrisis; pero han mostrado dudas sobre el programa de generación de empleos y el de la inversión productiva, de donde han obtenido sus enormes márgenes de ganancias en todo este tiempo. Las polémicas y las posiciones entre los "analistas" y los teóricos son, todavía hoy, inevitable consecuencia de las contradicciones que afloraron al conocerse los resultados de las elecciones presidenciales pasadas y, por supuesto, de las producidas al interior de la misma oligarquía y de su aparato político llamado Coena-Arena. El partido FMLN ha capitalizado su triunfo recordando muchos de los graves errores de los regímenes areneros, afincados en la corrupción, el contrabando, las licitaciones amañadas, el nepotismo, el tráfico de influencias, los privilegios y el haberse reservado todos los campos de acción para favorecer a la minoría dominante y a todos los amigos y familiares del "señor presidente", así como a funcionarios del anterior régimen derechista. En el escenario actual, Arena busca por todos los medios ubicarse como partido de oposición, recomponer sus cuadros de dirigencia, sus mandos medios y su expresión territorial; una labor muy difícil, no sólo porque todavía no ha superado la derrota electoral y su salida del gobierno, sino porque arrastra tambien una vergonzosa estela de corrupción, conocida y documentada hasta por los mismos gobiernos amigos (en primera línea los Estados Unidos) que anteriormente le brindaron apoyo militar y económico. La agresividad mostrada por los siempre acaparadores de la riqueza, para dar a sus huestes algo de populismo primitivo y reivindicar ciertas propuestas anteriormente esgrimidas por la izquierda, no logran calar en el ánimo de sus bases, mucho menos en la población salvadoreña que está, hasta el día de hoy, todavía cargando con el sufrimiento y las calamidades heredadas por los cuatro regímenes corruptos areneros y por los ciento ochenta y ocho años de explotación, vilipendio y de derechos pisoteados. En el terreno de las formulaciones políticas básicas, el gobierno de izquierda ha llamado a enfrentar la crisis económica y de seguridad ciudadana con una decidida unidad de todos los sectores de la sociedad; con todo, lo mejor de los esfuerzos rectificadores es invertir desde ya varios millones de dólares en programas de reactivación de la economía, de promover obras de interés social para generar fuentes de empleo y en el combate frontal contra la delincuencia, que en un primer momento se ha centrado en seis municipios donde se generan el mayor número de asaltos, homicidios y puntos de concentración de pandillas y maras. La creación de los Consejos Comunales con participación de los gobiernos locales, es algo novedoso y muy distinto de los "comités de vigilancia vecinal" que en su momento propuso el nefasto gobierno de Antonio Saca. Los planes de reactivación económica no han sido aprobados tácitamente por la iniciativa privada, en tanto no ven qué partida puedan sacar de ellos; tampoco han dado muestras de mantener su plataforma de empleos o generar más fuentes de trabajo, pues en el fondo esperan el fracaso de toda iniciativa del gobierno de Funes y del FMLN, para justificar aquello de que "no tienen experiencia ni cuadros preparados para mantener a flote la economía y el aparato productivo del país". Los políticos narcoderechistas y sus testaferros pseudo-analistas también mantienen sus contradicciones y continúan empleando el lenguaje de rutina de las campañas electorales y de los descarados ataques y calumnias de los que en su momento dirigieron el proceso electoral de Arena. En estos últimos días, esa contradicción evidente entre los hechos y las palabras ha terminado con el estallido de la crisis y se advierten preocupaciones profundas al interior del partido Arena que, tratando de capear la tormenta, ha llevado "nuevos rostros" a la dirigencia del Coena. Por supuesto, el circo es dirigido por el Capo Alfredo Cristiani. Pero, en verdad, para cambiar, no se trata de "mantener la unidad" y refrescar a ese decadente instituto político con nuevos elementos, sino de hacer cambios de fondo, de que ellos mismos expulsen a todos los corruptos y que los entreguen a la justicia para deducir responsabilidades legales o penales. Pero, claro, sería difícil hacerlo porque se quedarían, prácticamente, sin dirigentes, pues la mayoría de sus cuadros están señalados como partícipes en el gran banquete de la corrupción y en el despilfarro de fondos del Estado, en los últimos veinte años. En nombre de las "libertades públicas" y de "la democracia", los anteriores regímenes llevaron a la práctica un política obsesionada por el desarrollismo, los privilegios y la exclusión de las mayorías poblacionales; por el contrario, fueron sumisos y partícipes de los proveedores internacionales de capital y de una supuesta tecnología, factores que los dirigentes de este país consideraron insubstituibles para ese desarrollismo que, fatalmente, ha conspirado contra nuestra identidad, pues nos quitó a cuentagotas la poca salvadoreñidad que todavía nos quedaba (menos mal que el propagandista de CONCULTURA, Federico hernández Aguilar, mantuvo los "festivales de la pupusa"! Semejante mediocre!). Lo más grave de todo es que mientras el grupo privilegiado, la minoría dominante, acrecentaba su fortuna, construía sus modernos y lujosos centros comerciales, sus quintas, sus mansiones y sus autorutas para el transporte de productos*, se incrementaba la brecha de las diferencias económicas y se agudizaban las tensiones sociales internas. Los actuales dirigentes de Arena, con el capo narcotraficante del Alfredo Cristiani a la cabeza, hicieron y continúan haciendo caso omiso de tales aberraciones; nunca profundizaron el análisis de esta debacle y, sencillamente, le echan la culpa del desastre al mentiroso Saca y al triste y descolorido payaso que pusieron como último candidato presidencial. Reiteramos una vez más que esa desvergonzada corrupción, ese repartición de los bienes del Estado, el nepotismo, el compadrazgo y la prostitución de todas las instituciones de gobierno, los ha llevado al punto sin retorno; porque por más apuestas de liderazgo, o fingida unidad que aparenten, nunca más podrán levantarse ni volver a dirigir los destinos de esta nación; sólo errores garrafales e impensables de Funes y del FMLN les podrían abrir un pequeña rendija, o quizás también ese analfabetismo político que caracteriza a miles de compatriotas. Los desvíos de sus apóstatas son, curiosamente, los que ahora se disputan cargos de dirección, pero son también los ecos de evidentes culpas y de un sonoro fracaso político. Esta confusión ha llegado a sus límites máximos. Hoy vemos que el signo característico y la apuesta de Arena es "hacer una oposición vigilante y constructiva". Paradójico! Los que en veinte años nunca permitieron o aceptaron rectificación de muchas desviaciones inconsultas (mencionemos dos: la aprobación del aumento al IVA y la dolarización), ahora pretenden encender los cirios en la iglesia, cobrar la limosna y señalarle el rumbo o el destino de la patria a los salvadoreños. Por el contrario, nosotros esperamos que el gobierno del FMLN vaya al fondo de la cuestión, que no sólo rectifique muchas de las medidas nefastas de los gobiernos de Arena; que no se detengan en la maniobra política y en la audacia verbal, y que vayan hasta una tarea efectiva. En esa medida el gobierno dirigido por Mauricio Funes y el FMLN, estará contribuyendo a fijar su imagen en la Historia de nuestro país, como el presidente y el partido que al devolver a la acción gubernamental la mística de Justicia y Dignidad que buscaron tantos patriotas en el pasado, puso a prueba la capacidad política del salvadoreño para desistir de la violencia revolucionaria como único motor de cambios, ajustes y nuevos equilibrios sociales. Si se queda sólo en palabras la acción regenerativa, será quizás inevitable que este país se vea obligado a vivir otra etapa de violencia y tempestades de una guerra civil. Pocote

5 comentarios:

  1. Anónimo8:50 a. m.

    El mejor cambio que he escuchado se va a llevar a cabo en el aparato del estado, los cambios viene, en la entrevista que les hiciera el peridiodista Ernesto Lopez a los DDrr. Oscar Kattan y Cea Ruanet, este dia, el Dr. Kattan dijo que nunca mas se le volvera a llamar cliente a los pacientes del ISSS, felicito a ambos DDrr. por la decision tomada, para mi era una ofensa el que les llamar clientes a los enfermos, ellos no llegan vendiendo una enfermedad o llegaban comprando una salud ellos llegaban en busqueda de la recuperacion de su salud y al denominarles clientes, estaban comparandolos con mercancias, por esa razon felcito el haber tomado la decision de eliminar ese vocablo ofensivo en el ISSS, proveniente del mas rancio Neoliberalismo, los enfermos son pacientes que nesecitan darles un trato humano, con todo el sentido del amor fraternal, y no con el sentido del amor comercial, asi de esta manera se debe de ir desmontando de la mente de la gente ese nefasto sistema empebrecedor que es el Neoliberalismo globalizador. Incluso deberia de eliminarse la palabra gerencias y volver a la de jefaturas.

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  2. Anónimo8:58 a. m.

    el coena y la oligarquia perdieron las elecciones y el control del ejecutivo y del poder politico,aunque ellos siguen teniendo el poder economico, estan heridos de muerte y Dios quiera que nunca se vuelvan a levantar,sino solo sera para hacerle daño al pueblo pobre y marginado.

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  3. Anónimo9:32 a. m.

    El FMLN no puede incidir profundamente en las medidas económicas de este gobierno, ya que si te fijas en la composición del gabinete, las decisiones gruesas en la Economia las harán y las estan haciendo el equipo de amigos de funes y aliados de otros partidos, en particular el CD y otros aliados de la clase media y empresarios que lo apoyaron.

    Parece que asi fue la negociacion que los dirigentes del FMLN hicieron con Funes.Es más, hasta hoy no se perfila un "corte" de tajo con el neoliberalismo, Funes ha declarado que los tratados de "libre comercio" siguen tal como los firmó arena.Pero a medida que la crisis continúe tarde o temprano se verá que con paliativos superficiales será dificil salir de la crisis.

    Este pais se debate en un serio reto porque ni puede pretender "industrializarse", porque en china , India y otros paises la abundante mano de obra es más barata, no podemos seguir de agricultores porque los campesinos que se han quedado tienen mas incentivo recibir remesas. Tampoco la salida de educarnos más porque ¿adónde podremos aplicar lo mal aprendido en bachilleratos y Universidades mediocres?
    Hay que entrarle al diente a estos problemas

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  4. Anónimo10:40 a. m.

    Todos sabemos que Cristiani es un narcotraficante. Pero existe la forma real de probarlo?.... eso sería excelente darle en la mera cabeza pelona a este tipejo que se hizo los bigotes con el abono donado por Japón el cual desapareció de las bodegas del MAG y se vendió en Cristiani Burkard, S.A.

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  5. Es dificil para la gente mercantilista y neoliberalista darse cuenta que los trabajadores son la verdadera base de la economía nacional. Sin estos no existe producción y mucho menos comercialización. Es lamentable que en lugar de potenciar a sus "empleados" como bien lo cita el viejo liberalismo; lo destruyen pagandole mal, maltratándolo y haciéndoles víctimas de múltiples vejámenes.
    Eso es lo que sucedió en los últimos 20 años y que al parecer la actual oposición aún cree que debe hacer. Es bueno saber que los salvadoreños hemos despertado y nos dimos cuenta de los múltiples atropellos. Cuántas veces he visto a gente que no le dan permiso en las empresas para ir a ver al médico cuando están enfermos e incluso despedir personal por estar incapacitado de salud. Los nuevos cambios se irán viendo poco a poco, pero lo importante es que se comiencen a sentir.

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