El oligarca preocupado por sus millones.

Ricardo Poma está preocupado por el destino de El Salvador, por “el futuro de nuestros hijos” por “la libertad y la democracia”, y afirma que “el salvadoreño ahora tiene acceso a bienes y servicios que hace años eran limitados…” y, paradójicamente, advierte que “en lo social hay que alcanzar la seguridad ciudadana y avanzar en las áreas de educación, salud y vivienda. Sólo un gobierno con demostrada vocación democrática puede lograr este proyecto de unidad nacional”. Ricardo Poma, contésteme unas preguntas sencillas: Arena representa un gobierno con demostrada vocación democrática? Por qué, si tenemos los logros económicos y sociales que han reducido la pobreza extrema, como dice usted, hay dos millones 854 mil salvadoreños que viven en la pobreza, no pudiendo cubrir sus necesidades más esenciales de alimentación, vestuario, vivienda y servicios? El ejemplo que le he citado representa el 43% de la población total, estimada en 6 millones 638 mil personas, según el Banco Central de Reserva. Además, el 18% de la población (un millón 195 mil personas) está en extrema pobreza, pues ni siquiera consume la canasta mínima de alimentos requerida. Estos compatriotas sobreviven con menos de un dólar al día. Asimismo, 23 de cada 100 niños y niñas padecen desnutrición, de acuerdo con datos de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL) y Médicos por el Derecho a la Salud. Usted habla más como un propagandista de Arena que como “un empresario con sensibilidad social”, que piensa que en las próximas elecciones presidenciales “nos estamos jugando el futuro de nuestros hijos y el avance o retroceso de una generación de salvadoreños”. Usted agrega tambien que “están en juego miles de empleos que son el sustento de la familia salvadoreña”. Déjeme decirle que las condiciones en que viven millones de salvadoreños son precarias e infrahumanas. Le cito algunos datos: de cada 1000 niños y niñas que nacen, 33 mueren antes de cumplir un año. El 21% de la población en edad escolar es analfabeta y 500,000 familias carecen de vivienda digna. Estos son datos del Programa Mundial de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Humano y de la Cámara Salvadoreña de la Construcción (CASALCO). En el campo la situación es peor : de cada 100 personas 60 viven en la pobreza absoluta, y de éstas, 31 están en la pobreza extrema. De cada 100 hogares, 57 no reciben agua por cañería y 45 no reciben energía eléctrica. El 30% de la población es analfabeta y el 80% no supera los niveles de educación primaria. Estos son indicadores de FUSADES y Médicos por Derecho a la Salud, que usted mismo puede comprobar. Si con estos regímenes areneros “hemos tenido avances en muchas áreas y caminado a un ritmo mucho más rápido”, como usted arguye, por qué, entonces, 70 mil salvadoreños emigran anualmente hacia los Estados Unidos y otros países? Por qué existen tanta delincuencia, crimen organizado, pandillas, contrabando y corrupción? Por qué tanta concentración de la riqueza en pocas manos? Por qué la multiplicación de la miseria en las mayorías poblacionales. Y para ir redondeando estas cifras y poniendo las cosas en su justo lugar, ingresemos a sus dominios, señor oligarca. Su familia controla 30 grandes empresas, entre ellas centros comerciales, distribuidoras de automóviles, bienes raíces, ventas de repuestos de vehículos, gasolineras y, hasta hace poco, accionistas de financieras internacionales. Ya en anteriores comentarios las hemos citado, pero refrescamos la memoria de nuestros estimados lectores: Didea. Empresa distribuidora de automóviles; Repuestos Didea. Venta de repuestos para vehículos; Solaire. Fabrica productos de aluminio; Unimetal. Industria que produce láminas de acero y aluminio; Poma Hermanos. Compra y vende bienes inmuebles; Inversiones Roble. Compra y vende bienes inmuebles y construye centros comerciales, hoteles y multiplazas; Metrocentro. Centro comercial; Lexus. Empresa distribuidora de vehículos; Autokia y Autofácil. Empresas que venden vehículos. Le hemos dicho que en El Salvador hay dos millones 340 mil personas que sobreviven en la pobreza (datos de la Dirección General de Estadística y Censos, del Ministerio de Economía). En el extremo opuesto, los grupos financieros más poderosos acumulan 15 mil 970 millones de dólares en activos. Esta escandalosa e intolerable diferencia no es casual. Mientras un grupo de grandes empresarios se hace cada vez más rico, históricamente se han opuesto a que se aumenten los salarios de los trabajadores y se queda con buena parte del dinero de los impuestos. Desde luego, aquí hay mucha riqueza, pero está mal distribuida. Sólo el valor de 20 grandes empresas alcanzaría para resolver los principales problemas sociales del país y elevar en buena medida la producción y los ingresos de la pequeña producción campesina. En palabras simples: si ustedes fueran sensibles y se preocuparan por “el destino y el futuro de nuestros hijos”, podrían contribuir a reducir la pobreza de una parte considerable de la población. Le recuerdo que a monseñor Oscar Arnulfo Romero lo asesinó la oligarquía de este país, de la cual usted forma parte activa, porque dijo que “el gran mal de El Salvador es la riqueza, la propiedad privada como un absoluto intocable”.

Sigamos con el dedo en el renglón. Qué podría haberse hecho con los más de 25 mil millones de dólares evadidos por los grandes grupos económicos en los últimos 20 anos? : 1. Con parte de ese dinero se hubiera podido construir 500,000 viviendas de $10.000.00 cada una, con lo que se estaría resolviendo el problema habitacional del país. 2. Con parte de ese dinero se hubiera podido duplicar el gasto de educación y cubrir todas las necesidades educativas de los próximos diez años. Es decir, se hubiera podido erradicar el analfabetismo en diez años. 3. Parte de ese dinero hubiera sido suficiente para eliminar la desnutrición en 12 años y para atender las necesidades de salud, agua y saneamiento de toda la población. 4. Con 15,970 millones de dólares se hubiera podido financiar el gasto actual de salud durante 66 años. 5. Con parte de ese dinero se hubiera podido eliminar, al mismo tiempo, el déficit de viviendas, el analfabetismo y la mortalidad infantil. 6. Con parte de ese dinero se hubiera podido multiplicar por casi veinte la inversión del gobierno. Es decir, se podrían construir muchos caminos rurales y dotar de agua y energía eléctrica a buena parte de la población rural. 7. Con el 0.5% se hubiera podido multiplicar por 30 los recursos que el gobierno le otorga al Ministerio de Medio Ambiente. 8. Con el o.5% se hubiera podido subsidiar la mitad del costo de producción de todo el maíz y el frijol que se produce en el país. 9. Con el 5% se hubiera podido construir muchas empresas públicas que procesen y comercialicen los productos de los pequeños productores del campo. La oligarquía se ha valido de diversas maniobras para hacerse de los bienes muebles e inmuebles que actualmente posee. La historia no miente al respecto. Voy a refrescarle su memoria : en los años 1881 y 1882, durante el gobierno de Rafael Zaldívar, se aprobaron dos leyes que prohibieron las propiedades comunales y los ejidos de campesinos e indígenas. La ley de 1881, decía: “La existencia de tierras bajo la propiedad de las comunidades, impide el desarrollo agrícola, estorba la circulación de la riqueza, debilita los lazos familiares y la independencia del individuo. Su existencia contraría los principios económicos y sociales que la república ha adoptado”. Le ruego consultar el Diario Oficial del 26 de febrero de 1881. En el caso de los ejidos, el 73% de la tierra pasó a manos del 5.68% de los nuevos dueños, mientras que el 50% de los menos afortunados tuvieron que “buscarse” su parcela entre el 3.45% de las tierras más ingratas del país. Las propiedades mayores (14% del total), tenían el 81% de las tierras. Todos estos datos los puede confirmar, señor burgués, en “Acumulación Originaria y el desarrollo del capitalismo en El Salvador”, de Rafael Menjívar, y ”La Economía de El Salvador en el siglo XIX”, de Héctor Lindo Fuentes. El proceso de despojo y represión para controlar el poder es largo y sangriento. Nada más déjeme decirle que para mantener el dominio sobre el pueblo, los cafetaleros se apoyaron en las dictaduras militares. En 1932 el dictador Maximiliano Hernández Martínez asesinó a no menos de 25 mil salvadoreños. Como usted es un “estudioso” y un “académico”, sabrá que desde el siglo pasado los cafetaleros utilizaron las enormes ganancias provenientes de las exportaciones del grano para crear otros negocios. Se dedicaron al cultivo del algodón, crearon las empresas de cemento y calzado, negocios de textiles, de construcción, de papel, de cartón, de plásticos, de aluminio, de bebidas alcohólicas, de bebbidas gaseosas y otras. Demos un salto en la historia y aterricemos en el año 1989. El gobierno del partido Arena, con el señor Alfredo Cristiani como presidente (cuya riqueza se inició con su abuelo, el obscuro e implacable usurero Juan Burkard, quien prestaba dinero a los campesinos en San Miguel, a cambio de tener una garantía hipotecaria de sus tierras). Alfredo Cristiani empezó a privatizar los bienes del Estado, o sea , a venderles a los empresarios negocios que eran patrimonio de la nación. Esta misma política la siguieron los regímenes de Armando Calderón Sol, de Francisco Flores y del incapaz de Antonio Saca. Bancos, ingenieos azucareros, fondos de pensiones, exportaciones de café, telecomunicaciones, empresas distribuidoras de energía eléctrica y hasta 180 millas marinas de las 200 que le correspondían al país, fueron a parar a manos de las transnacionales y de los actuales grupos económicos de poder, entre los cuales se encuentra usted, Ricardo Poma. Muchos grandes empresarios también violan los derechos laborales. Usted bien sabe que en la mayoría de almacenes, empresas de maquila y de servicios, no pagan el salario mínimo ni las horas extras e incumplen otras normas laborales. Otra práctica común es la evasión de impuestos. Se estima que los grandes empresarios se quedan cada año con cerca de tres mil millones de dólares del IVA y del impuesto sobre sus ganancias que deberían trasladarlos al gobierno. Esa cifra es igual al Presupuesto Nacional presentando por el gobierno con ligeras variaciones en los últimos años. Según el Equipo Maíz. Todas las fortunas que los “grandes ricos” acumulan en sus arcas son el producto de una larga historia de robos al Estado, despojo de tierras, explotación de seres humanos, de leyes injustas, de fraudes electorales (como el que ya preparan para estas elecciones presidenciales del 15 de marzo próximo), escandalosas privatizaciones, corrupción a todos los niveles, evasión de impuestos y la fuerza represiva y asesina del ejército y los cuerpos de seguridad, por largos años conocidos como “aparato de dominación de la oligarquía”. Es apenas un rápido recuento, pero suficiente para refutar sus mentiras y afirmaciones sobre el “carácter benefactor de Arena” y de la oligarquía a la cual usted pertenece. Son estas las libertades que ustedes dicen están en peligro, de llegar el FMLN al gobierno? Del futuro de cuáles niños e hijos hablamos? Yo entiendo que usted se se refiere a los descendientes de la burguesía, porque los cipotes de El Salvador, los pobres, los choreados y descalzos, hace años sobreviven comiendo tortillas con frijoles y sal, cuando tienen algo que comer. Ustedes mienten e impulsan una campaña de terror, utilizando la prensa infame y manipuladora de la verdad, como el diario de hoy, La Prensa Gráfica, El Mundo y TCS Noticias, para asustar a los salvadoreños y conducirlos una vez más al matadero para que voten por el continuismo, el que les ha permitido a ustedes, por más de 185 años, conservar el poder político, económico y social. Si usted es cristiano, si domingo a domingo se da golpes de pecho y deposita un dólar en el canasto de la iglesia, le pido leer a Lucas 12 y el ejemplo puesto por Jesús sobre el hombre rico, y las opulencias; deténgase en la lectura de El Sermón de la Montaña y también comparta con otros burgueses a Santiago 3:3. Le menciono el texto bíblico porque a cada momento los escucho “invocar” el nombre de Dios y atacar a “comunistas y blasfemos”. De tal forma, señor oligarca, si está renuente a revisar los documentos históricos y los tratados oficiales que demuestran y ratifican el saqueo y robo que ustedes han perpetrado contra el pueblo salvadoreño, al menos lea el Libro Sagrado y verá de qué lado estuvo el Rey de Reyes. Tenga usted feliz provecho y siga disfrutando de sus ganancias, esperando que su conciencia, si es que tiene, no lo haga sufrir. PS : por cierto, Cristiani todavía le pagó más de 80 millones de colones a la familia Regalado Dueñas por la finca El Espino, tierras que pasaron a su propiedad con la extinción de los ejidos municipales y las tierras comunales. Sus abuelos y tatarabuelos, como Tomás Regalado, fueron presidentes de este país y, junto con Rafael Zaldívar, impulsaron leyes para “legalizar” el robo de las mejores tierras de El Salvador. Pocote REENVIA - IMPRIME - COMPARTE - HAZ PATRIA...