Altamirano calumnia al padre Jon Cortina.

Desde el momento que el FMLN oficializó las candidaturas de Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén, para la presidencia y vicepresidencia de la República, el diario de hoy y su extremista director, conocido por los salvadoreños como "el dinosaurio", no han cesado sus calumnias, propaganda negra y sucia para restarle méritos a la fórmula efemelenista, con el objetivo de levantar el ánimo de los correligionarios de Arena, en torno a la figura de su descolorido candidato, el fracasado policía Rodrigo Ávila. El diario de hoy, pues, se ha constituido en el primer órgano oficial de la larga lista de medios al servicio de Arena. Triste papel para un medio que, cínicamente, ha pretendido "defender" su independencia informativa y el derecho a la libertad de prensa. En su afán desmedido de atacar al partido de izquierda, ha confundido la información con la propaganda, el comentario con la defamación, y, tristemente, se ha relegado a ser una simple caja de resonancia del partido en el gobierno. Al fracasar la propaganda electoral de Arena (hablo de la correcta, la limpia, la que se caracteriza por presentar los objetivos de un programa de gobierno, las bondades de su partido y la transparente y capaz imagen de su candidato), sus patrocinadores se han dedicado a regalar banderolas, lápices, lapiceros, delantales, camisetas, balones, juguetes de plástico, y gallinas, tal y como lo hicieran los conquistadores, quienes intercambiaban espejitos y vidrios de colores por el oro y el poder. Últimamente se han puesto a ofrecer casas y empleos, como si estos cayeran, por obra divina, del cielo. En esta "feria de la demagogia", también utilizan diversos métodos de corrupción, más o menos velados, que los más pobres aceptan, conscientes de que las elecciones presidenciales son una etapa de cortejo sentimental en la que el candidato seductor da y ofrece todo lo inimaginable, para que, después de conseguido su propósito, se convierta en el más olvidadizo de los cónyuges del subdesarrollo. O creen ustedes que en cinco años podrán crear 250 mil empleos, o entregar 300 mil viviendas a igual número de familias? El diario de hoy y su extremista director saben que en 20 años de dictadura arenera no se han creado ni 50 mil empleos, y que tampoco se puso en marcha una política de vivienda popular. Por el contrario, el IVU fue eliminado de un plumazo y se entregó a la empresa privada el negocio de casas, apartamentos y complejos habitacionales. En las últimas semanas, la campaña sucia, la propaganda negra y la guerra psicológica han arreciado. Hemos sido testigos de que no sólo han falsificado fotografías, manipulado las noticias, tergiversado los hechos o multiplicado cínicamente las mentiras, como eso de vincular al FMLN con los problemas de hacinamiento y revueltas de los reos en las penitenciarías, o mostrando el rostro de una niña en una protesta contra el candidato arenero, cuando ya es públicamente conocido que una reportera de TCS Noticias le entregó una bandera del FMLN y luego la filmaron, según testimonio de su madre, vendedora en el parque en Cinquera. Ambos hechos constituyen delitos y sus responsables podrían ser acusados y llevados ante los tribunales. Qué dice el Código de Menores sobre la publicación de fotografías de niños? Y el Código Penal sobre la calumnia y la difamación? Si ustedes revisan el diario de hoy del viernes 20 de febrero del año en curso, verán noticias manipuladas, sesgadas y cargadas de propaganda donde se acusa al FMLN de utilizar una imagen del presidente Obama en su campaña proselitista; se destacan informaciones donde "Mena y Salgado ya hacen proselitismo para Arena"; lo mismo que "El PCN hace oficial su apoyo a la fórmula tricolor". Tambien agregan que "Ex patrulleros apoyarán a Rodrigo Ávila"; o que "reiteran viejos vínculos del FMLN con las pandillas". Eso es propaganda o información? La primera puede usarse como nombre y como adjetivo, o como verbo, porque describe una especial actividad política; pero en este caso es sinónimo de exageración, falsedad y abuso. El diario de hoy y su jurásico director no distinguen entre lo estrictamente legal y ético y lo que cae en el campo de la difamación, de la manipulación y la carga emotiva y conceptual. Eso, en lo referido a la información. En cuanto a los editoriales y a los comentarios, la situación es más grave, puesto que Altamirano llega al ataque y a la calumnia directa al mencionar, con nombre y apellido, a ilustres salvadoreños que a lo largo de su existencia se distinguieron por su servicio humanitario para con las personas más desposeídas de esta sociedad, su entrega a los más humildes y su contribución al fortalecimiento de los derechos humanos y la promoción social. No debe extrañarnos tal actitud de este siniestro personaje, pues desde siempre ha sido un enemigo irreconciliable de monseñor Oscar Arnulfo Romero, reconocido mundialmente por su firme apostolado y su defensa de los más pobres de El Salvador. Sin embargo, Altamirano se declara, cínicamente, "admirador, defensor y seguidor del mayor Roberto D´Aubuisson", fundador de Arena y de los Escuadrones de la Muerte, responsable intelectual del magnicidio de Monseñor Romero, de acuerdo con la Comisión de la Verdad, y testimonios de reconocidos funcionarios y periodistas de los Estados Unidos. Altamirano, en su paroxismo y estado senil, llega al extremo de acusar al padre jesuita Jon Cortina de "indoctrinar a jóvenes hasta su muerte, como de otros de igual calaña que lo hacían desde cátedras y púlpitos". Lo hace faltando a la verdad, acudiendo a "fuentes" de dudosa reputación y tratando de vender calumnias y rumores (recuerden las campañas propagandistas de Goebbels o la estrategia más utilizada por los ingleses en la Segunda Guerra Mundial, al destacar la crueldad de los alemanes, con relatos espeluznantes de soldados que cercenaban las manos de los niños y hervían los cadáveres para fabricar jabón) con el objetivo de crear temor en la población, e, indirectamente, favorecer el voto del partido Arena. En el periodismo hay limitaciones penales relativas al derecho a la información; Altamirano y el diario de hoy no tienen patente de corso para actuar con impunidad y difamar a personas naturales o jurídicas. La tradición de este medio ha sido injuriar y tergiversar los hechos, sobre todo los de carácter político, tal y como lo estamos viendo en la actualidad. La propaganda derivada de sus noticias y comentarios es como un "castigo impuesto" por sus patrocinadores, la oligarquía, a pesar de que las personas y el mismo pueblo afectado no sean los culpables. En una democracia real, la justicia está en manos del Poder Judicial. Las condenas deben ser impuestas por los juzgados y jueces respectivos y a su discreción; por lo tanto es impropio, atentatorio y perverso que un medio como el diario de hoy se arrogue tal prerrogativa y pretenda juzgar, acusar e imponer castigos y condenas. No es dependencia gubernamental ni parte de la maquinaria judicial destinada, específicamente, para ocuparse de los transgresores de la ley, muy a pesar de su carácter confeso de órgano oficial de propaganda del partido Arena. Lo que hace Altamirano es un verdadero atentado contra la vida privada y el derecho a la información. Las sociedades se gobiernan por leyes, pero cuando el autoritarismo se impone al orden jurídico y se actúa más por intereses privados y oscuros que por colectivos y honestos, todas las normativas y ordenamientos legales fracasan; lo hemos visto aquí en innumerables casos y, últimamente, en el caso de la violación y asesinato de la niña Katy Miranda, cuando el fiscal Félix Garrid Safie se negó a reabrir el juicio y redoblar las investigaciones. La situación es tal que sus familiares han tenido que acudir a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, de la cual, por supuesto, es signatario el gobierno de El Salvador. En una plena democracia, también el desenvolvimiento tranquilo y ordenado de la sociedad depende del clima de la opinión pública, y esta regla rige, además, para los gobiernos, tanto nacionales como locales. En este sentido, hablando estrictamente del panorama político actual, el elector necesita de la información, no sólo como fuente para sus decisiones electorales, sino còmo mantenerse dentro del campo de las leyes. El diario de hoy, sin embargo, no cumple con el auténtico legado de hacer un periodismo serio, profesional, ético e imparcial. No sólo manipula y forma contexto y matrices de opinión con las noticias sesgadas, sino que, además, denigra y difama a los adversarios políticos. Entra, así, al juego de la campaña sucia, de la propaganda negra y de la guerra psicológica. En el caso señalado, Altamirano cae en un grave delito al acusar, sin "respaldo de pruebas", como dicen los abogados, al padre Jon Cortina. Mayor perversidad no se puede encontrar. No sólo es sensacionalista en su contenido, sino que cae en el campo penal, argumentos suficientes para que los miembros de la Compañía de Jesús lo acusen por los delitos de difamación y calumnia, ante los juzgados respectivos. Al recelo del pueblo salvadoreño sobre "la veracidad" de las noticias y comentarios publicados por el diario de hoy, debe sumarse con todo rigor la Compañía de Jesús, porque calumniando tan perversamente a uno de sus ilustres miembros, se está atacando y difamando toda la labor pastoral y humanitaria realizada por el padre Jon Cortina, así como a la comunidad receptora de su trabajo; ante semejantes hechos, debe ser imposible para este periódico librarse, ante un juzgado, de la acusación de publicar falsedades y difamaciones, aunque el señor Altamirano, en su tosudez y extremismo ideológico incurable, esté convencido de que publica la verdad. Lo reiteramos: un periódico serio tiene la obligación de abstenerse de publicar declaraciones irresponsables, o de abrir sus páginas a la calumnia, a la difamación y a los ataques gratuitos. En el caso de el diario de hoy, sucede todo lo contrario : en su afán de contribuir a la campaña sucia del partido Arena, siente que debe ser ensalzado y felicitado, pues su extremista director cree estar contribuyendo a mantener nuestras "libertades y la democracia, al no permitir que los comunistas accedan al gobierno, pues sería la última vez que usted acudiría a elecciones libres". Ver para creer, palabras dignas de un hombre de Cromagnon. POCOTE . Leer "Jon Cortina : El padre de los desaparecidos"