El vendedor de “mechas”.

Me fui al oriente del país con la múcura, a conmemorar a mis parientes fallecidos; aprovechamos el impulso de los "enflorantes" y de un mi compadre que me invitó a acompañarlo al mismo panteón donde descansan los restos de mi difunto padre y demás familiares. El compadre llegó a la casa de ustedes con el primer canto del gallo; agarramos nuestros maritates, unas flores de plástico, agua y nos dispusimos, con la múcura, el compadre y la comadre, hacia el oriente del país. Ya montados en el pichirilo, nos pusimos a conversar de política con el compadre, y a elucubrar sobre las posibilidades que tienen los demócratas de llegar a la Casa Blanca. Según mi compadre, el negrito tiene más posibilidades que el viejito. Dice el compadre que el hijo de Caín, si bien le va, va a llegar vivo a la toma de posesión del prietito. Argumenta que se le ve más para allá que para acá. El compadre afirma que la inminente llegada de Obama a la Casa Blanca, será la gota necesaria que colme el vaso latinoamericano, para que la región consume el giro obligado hacia la izquierda solidaria y libertaria. Personalmente no estoy tan seguro de esa tésis, pero al menos los gringos demócratas son menos injerencistas y jodedores que los gringos republicanos. El tema político lo dejamos por un rato y nos pusimos a escuchar un par de rancheras de Chente. Luego del KM 51, la tripa comenzó a chillar...que jode!! Nos paramos un momento a comer carne en el desvió que lleva a San Vicente. Da gusto observar a las señoras vendedoras que se rebuscan desde horas tempranas, para hacer el nombre de Dios y llevar a sus respectivas mesas el pan de cada día. Mi compadre, que es jodedor, les dijo a las vendedoras: "Yo sólo les compro a las personas que son simpatizantes y votan por el FMLN". No tardó en aparecer una señora bien pollona, con una camiseta roja del futuro presidente Mauricio Funes. "Funes se mira bien contento en medio de esos dos grandes cocos" -me codeó el compadre -; yo me hice el mareado, ya que me puedo los zapes espontáneos de la múcura al escuchar este tipo de jodas. El compadre comenzó a bromear, preguntándole a la vendedora : "usted sí que está en la jugada; de casualidad no es usted Sonsonateca?" La vendedora lo negó con una sonrisa que dejaba entrever dos coronotas, de esas en las que se puede estampar hasta un amor y paz. Luego de entregarnos las porciones de carne con las respectivas chengas, le dijo al compadre: "Mire Don, esa cachimbiada ya no se la quita Avila! " Y culminó diciendo, la amable y lista vendedora: "Por acá pasa a cada rato el cuilio, hace como una hora pasó una caravana bien puyada de los areneros engañados ; dicen que van para Morazán". En ese instante me puse a pensar :"capaz el carajo del dundo tricolor lo vamos a encontrar en el panteón hacia donde nos dirigíamos". Le dije a mi compadre : "Mire compadre, seguramente el dundo le va a ofrecer pintarle o limpiarle su tumba". Y, corrigiéndome en la jodarria, me dijo: "No joda compadre! La tumba de mi madre, la tumba de mi santa madre"! Desafortunadamente, al dundo tricolor no lo vimos en el panteón, pero sí llegó al pueblo a realizar un modesto mitin que derivó en una jodarria donde salió con el apelativo de "el cuilio pelón". Por qué será? Según me comentó un mi primazo, en medio del mitin donde llegaron un par de pueblerinos a buscar sus respectivas camisetas, un maestro de billetes, a quien conocemos en mi cantón como "Don Foncho", se acercó al dundo tricolor y le preguntó: "Mire, Don Rodrigo, no tendrá a la venta un par de peches trinis? Viera que la delincuencia y los cuatreros ya no se aguantan por acá". La gente comenzó con la jodarria y las carcajadas, luego de que Don Foncho le preguntara al dundo tricolor por un par de mechas. La Silviona, entre risas y gritos, expresaba que era culpa del cuilio pelón que estemos tan jodidos con la delincuencia. "Ese viejo pelón sólo mechas sabe vender." "También sabe tartamudear", gritó el cara de uña! Se acercaron un par de carajos de seguridad del dundo tricolor a intentar calmar la jodarria y a pedir calma. La Silviona, que no es chiche, les dijo: "Yo acá estoy en mi pueblo y aquí nadie me va a callar; que viva Funes, que viva el FMLN!!", terminó. Kvernicola REENVIA - IMPRIME - COMPARTE - HAZ PATRIA... .