El Encuentro con el Cipitío (Cuento)

Asigún algunas leyendas mayas, el Cipitío es hijo de un amorío prohibido de una cipota, Sihuehuet (mujer hermosa, en nahuatl), conocida tambien como la Siguanaba, la Siguamonta, la Siguampera, la Sihuampocha, Sihuelut o, simplemente, la Llorona; quien engañó a su marido, el dios Sol, con el dios Lucero de la Mañana, y fue así que quedó panzona de su amante. De esa quemada de canilla nació ese bicho. El tata de la jóven (el dios Tlaloc), al darse cuenta del engaño, dejó caer una maldición sobre madre e hijo. A la Sihuamonta se le condenó a errar y penar por barrancas y quebradas, con un físico de vieja "bien feya", algo así como el de la alcaldesa de Antiguo Cuzcatlán. Al bichito se le condenó a vivir por siempre con la misma edad. Nunca crecería y sus "pisuñas" serían al revés, como símbolo del torcido amor de sus progenitores.

El Cipitío se caracteriza por comer cenizas que sobran de los hornos en los pueblos. Cuentan que cuando se quemaban algunos pastizales, no era raro encontrar al siguiente día rastros de un niño "chuña". Muchos han intentado seguir sus huellas, pero las siguen al revés, sin saber que el Cipitío tiene sus pies deformes, porque cuando va... parece que viene y cuando viene... parece que va. Es un cipotío que no envejece, es simpático y agradable; con apariencia de un bicho de aproximadamente 12 años, moreno, cabello negro, piel "neshna" como la del Norman Quijano, estómago un tanto abultado, descalzo; le gusta pasear y silbar por los ríos, riachuelos, barrancas y quebradas, donde "ispeya" a las muchachas que se bañan en camisón o chulonas; se alimenta de frutas de la campiña y de ceniza que encuentra bajo los comales y sobre los polletones (cocinas de nuestros campesinos). El nombre viene del nahuat "Cipit", que significa "Niño", de donde se deforma la palabra "Cipote", utilizada para nombrar a los bichos en El Salvador.

Yo ya había leido la entrevista que se tiró don Memo (un querido ídolo de este bloguero) con la Sihuanaba. Pero me decía a ayo, que "faltaba algo más", que qué interesante sería si alguien tuviese un encuentro con el Cipitío, para saber lo que piensa la juventud de los jodidos tiempos que estamos viviendo en el país.

Pues en una de esas estaba y que se me escurre de la mente que talvez, a lo mejor, que ya que las condiciones se prestaban, pues que debía lanzarme a la aventura y tratar, por lo menos, de ver si podía ponerle una carnada a este bicho panzón. Y qué creen? Pues que me digo: "Achís, hace ya un pijazo de tiempo que no me he dado una vuelta por San Vicente, ciudad donde va toda la gente, y más precisamente por Amapulapa. Que ya va siendo tiempo de ir por esos lares. Que mi novia es bien galana y como voy a andar por esos valles, pues que ella sería la carnada perfecta para atraer al Cipitín, ya que este baboso es bien novio y le gusta miguelear a las bichas...".

Pues sin más trámites ni diligencias, que me organizo el viajecito. A ver...a echarle diesel farabundista al perolito, la hielera con una que otra polarizada, que las calzonetas, que la tiendita para dormir, que la camarita, que el micrófono, que esto, que lo otro...Decidido a dormir al aire libre, por ahí, cerca del turicentro chentino...y a ver qué sale, vedá? "

Y juímonos! Lo vergón es que mi noviecita es de arranque y no se anduvo con tanta babosada. Que qué "agradecida por sacarla a orearse", que "qué chivo que vamos a conocer al Cipitío", que qué fino mi Zopito, que la vamos a pasar bien bonito y bien galán, etc. etc. Todas las muestras de ternura de una mujer enamorada. Y yo qué culpa si soy tan fino?

Y el desvío y alto obligado por Cojute-Cojute, para mercarnos unas salchichas alemanas y darnos un buen almuerzo, así como lo dicta el protocolo nacional. Ya juntada el hambre con el apetito, pues que los frijolitos fritos con manteca de cuche, que butifarras bien asaditas, que pupusas formato "long-play" de loroco fresco en la pupusería de la Mariyita, que el juguito de naranja, etc. etc. Y sentís que te vuelve el alma al puerco! Ya tenía ratos de no venir a la ciudad mercado.

Y llegamos a San Vicente, con la tradicional compra de los famosos dulces, para más tarde comerlos con un jarrito de café de palo. En el turicentro la pasamos bien, entre chapuzones y una media "tecniquita". Bueno, ya en la tardecita, como por ahí por las seis y media, cuando comienza la oscurana, ya habíamos terminado de instalar la tiendita de campaña, cerca del río-cascada que alimenta de agua a las piscinas.

Ya como a las siete de la noche me puse a alumbrar un fogón para que cualquiera nos viera con facilidad. Pensando estaba: "y si este hijuelacha no se nos aparece ?". "Redepente", escuché unos ruidos que venían de detrás de unos palotes de mango que estaban cerca. Eran como ruidos de pasos de niño que camina en chiriviscales… y yo me dije a mí mismo : "qué vergón, ya la hice, al fin se apareció este baboso !". Bueno, y que me meto a la tienda de campaña como para dejar que este panzón se "enculara de ojo" de mi chava, como para no hacerle clavo. Y ahí estaba yo, "ispiando" y esperando que el bicho panzón se acercara, cuando…Plocosh! Plocosh !, tiraron dos piedritas al río…Placash, Placash!, otras dos piedritas cerca de la fogón…

Mi novia, ya sabida de eso, me voltea a ver y, sonriendo, me guiña un ojo. Y yo desde detrás de la puerta de la tiendita, le digo quedito :

-Shhhh! Dejalo venir…!

-Sí! -me responde ella, bien suavecito-.

Pués en un "pispileyo" rápido-ligerito, el hijuerrota ya estaba a un ladito de ella. Y le dice cantadito y viéndole el nalgatorio:

-Hola mamacita! Querés que cantemos juntitos los dos? Prestame la guitarra y te voy a tocar la "Cucaracha", o sino te la toco a pura lenguita ?… Estas más buena que esos mangos de ese palo que están chorriando miel…Si la belleza fuera pecado, no tendrías perdón de Dios!

Y mi novia :

-Ji, ji, ji!

Y yo pensando: "Ya mordió el anzuelo este hijodesesentamil !"

Pero yo, de la gran hartada que me había recetado ese día, y más por los frijoles refritos con manteca de cuche y los chorizos de Cojute-Cojute, que me había "zambutido" en el desayuno, que me había "soplado" un poco de la barriga. Y con la acumulación de gases, por eso de no querer hacer ruido esperando al Cipi, pués que se me había organizado tremendo pedo en las tripas...Tremenda Pedro-Herrera!!... Yo ya sentía que el gas quería nacer, y apretaba las nalgas para no tirarmelo y no hacer ruido. Pero ya no aguantaba y pensé en jalarme una pestaña con una mano para que saliera sopladito. Ni había bajado tan siquiera la mano a nivel de la bolsa de atrás, cuando : RANGÁN !, se me escapa tremendo y furibundo trallazo.

El cipitío se pone a mearse de la risa y me dice :

-Ji,ji,ji! De esas ranitas come mi culebra ! Que feo pedís, Zope hijodesesenta!

-Achís! y cómo sabías que era yo? -le pregunto bien sorprendido-

-No vés que te he estado ispiando desde que encendiste el fogón, pués?

-Ah ! entonces ya sabías que yo estaba por aquí?

-Yes pitinglish monglish calaverin coclish!!

Y le pregunto : Íjole!, hablás pitinglish, man?

-No vés que estuve cuatro años en los yunais, maje?

-Si, ahuevo... Eso le dijo tu nana a Don Memo!

Ya cuando nos quedamos solos los dos, mi novia estaba cansadita, le pregunto al bicho panzón :

-Y qué ondas ? No querés que te haga una entrevista tambien a vos, así como Don Memo se la hizo a tu ruca?

-Vapué, anda sacate el equipamiento pués man, pero dejame que me lave la jeta en el río, porque le he entrado a unos poquitos de ceniza !

-Sí, porque andas bien neshno y el pelo con ceniza. Ya parecés el hijo del plante de puro apagado, futuro perdedor de la alcaldía de Sivar, te hablo del Tamagaz Quijano…

-Pedos me tirás con el...

Lo dejé "chabacaniar un rato" y, ni corto ni perezoso, instalé mi set, con cámara, luces y todo.

-Vergón pué, le digo, démole fuego al cuete que la mecha está pelada...Cuál es tu gracia?

-Tirarme pedos "en seguidilla" y entonar la marcha arenera con el cu...

-No seas patán, baboso -lo interrumpí-, te preguntaba por tu nombre...Tu verdadero nombre, pués?

-Achís, si yo no soy de Santa Rosa de Lima, sólo por esos laredos te pregunteyan "cuál es tu gracia"...Mirá, no te encachimbés! Yo me llamo Cipitío Terrón, del maya "Cipit" que significa Cipote, aunque tambien me llaman Xzipitl y Cipitín ; y de apellido "Terrón por la madre". Nací muchos años antes de que llegaran los españoles al Valle de las Hamacas, así que tengo una tanatada de años. Pero me mantengo jóven y pollón, gracias a las hojas de jocote con limón que me echo de vez en cuando y a los trotes matinales por el volcán Sihuatepec…Estuve arrejuntado durante un tiempo con Tenancín, una bicha bien birusca y aguja, que me dejó cuando me safé para los yunais....Pero ya ando taloniándola otram vex!

-Es verdad que comés ceniza, asustas a los niños y cuentiás a las cipotas ?

-Ahuevo, así debería de ser!, pero dada la situacíon de deforestación que han provocado los ricachones de este paicito, con eso de las construcciones de residenciales y urbanizaciones por doquier, cada día hay menos árboles y menos madera, carbón y cenizas. O sea que la ando "berriando" porque la gente ya casi no cocina con leña ni carbón, sino que ahora cocina con gaz propano, de esa compañia que se baja a la mara, provocrando escases artificial para poder zamparlo caro! Mirá, Zope, yo ya probé entrarle a los chiriviscos, pero me joden la panza, y por las agujitas del chichicaste y del pica-pica ando el culito color rábano yodado, y bien desfloronado...Por la segunda pregunta : yo ya no asusto a los bichos, son esos babosos los que me asustan a mí. Lo único que me queda es cuentiar a las cipotas, pero las bichas ya no le hacen caso a los gorditos-sin pisto como yo, a menos que les comprés unos regalos en Metrocentro, les soltés billetes, tengas un buen nave o las invités a unos buenos bacilones…

-Decíme Cipitío, por qué decidiste irte pa'l norte?

-Pues por la misma situación que te estoy comentando, me entiendes Méndez o te explico Federico? No ves que ya van más de dieciocho años de que nos están desgobernando con sentido inhumano? Así que me fui pa'l norte para ver si me podía hacer de un mejor porvenir, y para poder prosperar, ganar mis "dolyares" y regresar con la cartera bien "pupusa" de pisto y con "chicotes" de anillos dioro. Pero ni quiero arrecordarme de eso, ya casi me dan ganas de chillar, al arrecordarme todo lo que sufrí en los yunais!

-Y cómo te agarraron y te deportaron?

-Fijate que fue de pura guaza, es que estaba reemplazando a un bicho en la lavada de platos. Ese dia no tenía que echar riata. Pero así es la suerte. Lo vergón que me encaramé en un avión. Vergón fue! Ya me sentía como estrella de "Jolyivud".

-Sufriste igual que aquí?. Cómo sufren los salvas y los latinos por allá?

-No, ese es otro tipo de sufrimiento porque medio-medio se puede vivir confortable y la "majada" tiene los tres golpes asegurados. Pero la situación de la mayoría de guanacos, allá en los yunais, es bien yuca…Dejame contarte lo que me pasó y lo que ví…

Para poder llegar a los yunais pasé hambre, frió, camellé durante días y noches, me encaramé al tren de la muerte, fui asaltado, sentí sed, ansiedad... crucé el rió grande, me encerraron en un contenedor, tuve pesadillas, encontré la barrera del idioma y el miedo a lo desconocido...sin embargo las ganas de llegar y ponerme a trabajar para enviarle unos "dolyaritos" a mi nana, la Siguanaba, me hicieron seguir adelante. Dejé el olor de los cerros y el de la ceniza fresca, dejé el café de palo, dejé el mar en Semana Santa, dejé aromas, dejé lugares y gente...

Fijate, Zope, que los "mojarras" llegan a los yunais y saben que muy probablemente ya nunca más podrán ver a sus seres queridos. Al despedirse dejan atrás a sus rucos, murucas o mariscales, así como a la marimbada de cipotes. Lo jodido es que muchos saben que, a lo mejor, será la última vez que los mirarán. Razón por la que, una vez en los yunais, se ven peleando entre la tristeza y el deber de trabajar y quedarse. No les queda diotra que echar la soca, men. Llegan a ese país para "quedarse un tiempito", asigún dicen, solo el tiempo de matarse echando riata como burros, y poder regresar al valle siendo "alguien", con la cartera pupusa de billetes. Pero, ya allá, el volado cambia. El "tiempito" se convierte en toda una vida; así se les va pasando el tiempo hasta que ya no recuerdan su promesa y se "acomodan".

A pesar de que ganan buenos billetes, en comparación con lo que ganarían aquí, nunca es suficiente. "Si me quedo otro año más me compró una casita...mando un carro... tendría para poner mi negocio", piensan. Continúan así hasta que nunca regresan. Agarran nueva mujer y hacen una nueva familia, con nuevos hijos. Algunos se acompañan del alcohol para combatir la tristesa y la soledad. Entonces, en nuestros pueblos y en nuestros países, en las comunidades, se quedan los cipotes, las mujeres y los ancianos. Cada uno con su historia... los hijos con esperanzas de ver algún día a sus padres y madres, con resentimientos, con preguntas sin contestar, pero eso sí, bien vestiditos, bien chainiaditos, con su pantalón de marca y sus tenis nuevos, gastandose las remesas en los centros de compras de los Areneros. Las esposas se quedan igual o peor, pues se quedan con la vana esperanza de que sus mariscales volverán, o que las mandarán a traer. Entonces viven el día a día, cuidándose del "qué dirán", pues, como el esposo no vuelve, no se sienten libres de rehacer sus vidas. Los ancianos, los padres y las madres de los emigrantes, quedan con resignación... resignados a no volver a ver más a sus hijos, pero quedan bien acompañados, pues, en la mayoría de los casos, son ellos los que terminan de criar a sus nietos...

Y así los mojarras se reúnen allá en los yunais a recordar el valle, el fin de semana con una carnita asada y unas amargas... a recordar y añorar lo que ya no está más a su alcance. Recuerdan y lloran, porque, al fin y al cabo, no pueden hacer otra cosa. Así llega el lunes... y otra vez a trabajar como burros.

-Púchica, qué dificil esa onda -le digo-

Y el Cipi, continúa diciéndome:

-Los yunais es el país que se levantó con la inmigración, pero nosotros no somos ingleses, irlandeses, chinos, italianos o franceses... somos salvas, inditos, somos latinos. Y ahí vamos levantándolo también, como una de las más grandes fuerzas trabajadoras, como el que le limpia las casas a los gringos, o el que se las pinta, o bien el que está en la cocina de un restaurante, lavando platos y cocinando, así como me tocó a mis huesos. O aquellos que se revientan el lomo en las cosechas. Hacen los trabajos más ingratos y pesados en ese país, mientras viven con temor a ser deportados; ellos están levantando ese país que promete "libertad de expresión y religión", el que nos ofrece el Sueño Americano; pero ese sueño se convierte en pesadilla y ese país te trata con desprecio, como criminal, y te corretea la migra. Muchísimos son deportados y, al regresar al país, el gobierno arenero ya no te considera un hermano lejano remesero, sino un criminal.

Y la cosa se va a poner más yuca. Para decirte que hasta un muro construyen en la frontera, como si nosotros a hueviarles algo fueramos! Aguantás? Si a lo que vamos es a poner el lomo! Y lo último...hasta una ley para convertirte en criminal quieren pasar... el proyecto propone que cualquiera que no tenga papeles, sea considerado un criminal : así sea la madre de cuatro hijos dejados en su país, el esposo que sustenta a su familia trabajando como burro, el hijo que estudia en una escuela gringa, la abuela que manda remesas a sus hijos y nietos; todos ellos, según la nueva ley, serían criminales. Nombé, Zope, no hay derecho...!

Yo ya me estaba poniendo bien sentimental, lo que este bicho me contaba me estaba pegando bien duro en el alma...Y casi sin querer, las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojitos de pacunes, y tambien de los míos...El cipitío se limpió las lágrimas y continuó diciendome:

-Yo pude ver la diferencia entre los hijos de latinos nacidos en Estados Unidos y los bichitos pobrecitos que se mueren de hambre y diarrea aquí. Jóvenes y niños con el estilo de vida "gringo". Ellos no tienen las mismos recuerdos que yo, no conocen el Valle, no han visto la pobreza, esa misma pobreza que condujo a sus padres a emigrar para brindarles una vida mejor. Sin embargo, sí tenemos algo en común, tenemos los mismos valores, especialmente el de la unidad familiar. Y aunque a veces se les traba la lengua para hablar español, o inglés, la lucha es la misma, el sentimiento es el mismo, con diferentes puntos de vista pero con la misma alma cuzcatleca... eso nadie lo quita...

He visto la barrera del idioma en vivo; he visto a viejas gringas agarrar sus carteras con más fuerza cuando un latino pasa cerca; he visto las borracheras del fin de semana, tratando de ahogar las penas; he visto a los niños luchando por aprender inglés en la escuela, ya que en la casa sólo se habla español; he visto el miedo en los ojos del inmigrante cuando ven pasar a un policía; he visto la frustración de no poder salir del país, la frustración de extrañar y añorar a su familia y a su propio país... yo me pongo a pensar cómo hacen ellos para resistir tanto sin ver a sus seres queridos; pués a mí, con sólo recordar la voz y los alaridos de mi nana, se me quebraba la voz y no dejaba de sentir deseos de llorar, y quería regresarme, entonces no me imagino cómo los que llevan años allá pueden resistirlo. Talvez porque quiero mucho a mi nana...!

Y en un impulso de ternura, lo tomo en mis brazos, así, chiniado, y lo abrazo con todo el cariño que mi corazón puede expresar. Con este abrazo yo quería abrazar a todos mis hermanos de la diáspora que están desperdigados alrededor del mundo, y que partieron hace mucho tiempo, buscando un mañana mejor para ellos y para sus hijos, pero quienes, aún hoy, más de dieciocho años después de que la guerra terminó, aún añoran la tierra que los vió nacer...

-Ya no llorés, cipote, ya te va a pasar –le digo-...

-Puta, Zope!, ya nos pusimos bien sentimentales, va-á?

-Si mi barrigón, pero no le hace, así sacamos las tristezas y lo malo del alma...Pero decíme, y ya esta sería mi última pregunta, qué pensás hacer para asegurarte de un mejor futuro, aquí en el Salvador?

-Pues que más nos queda, sino seguir echando riata para cambiar toda esta injusticia? Trabajar, estudiar macizo y ser gente, como dice la canción. Además, un filósofo dijo que "la vida no es más que un chispazo entre dos tinieblas. El único sentido de la misma es lograr que ese chispazo se vuelva una llamarada que perdure en las retinas de las mujeres y los hombres de buena voluntad, cualquiera sea su ideología". Fijate Zope que la guerra terminó pero las injusticias siguen, entonces la lucha sigue y hay que ser pacientes…y le vamos a ir con todo en el 2009, papá!

-Esuesverga mi panzón, esuesverga!!

Las horas habían pasado "echas un pedo"...Ya casi amanecía y nuestro amigo tenía que irse a refugiar a su cueva, allá en el volcán Sihuatepeque, y, desde este balneario, le esperaba una buena "camellada". Así que nos despedimos con un gran abrazo, con la promesa de volvernos a ver en el 2009 y celebrar la victoria del pueblo...

-Tuanis pués mi Zope...te me portás bien, vedá? Cuidate y cuidame a esa bicha tan chula. Ahí me llevo las cenizas del fogón...

-Vergón mi barrigón, andate por la sombra, ahí nos vidrios pués man!

-Ahí nos guishtes, azacuán!

Rápidamente zampó las cenizas en las bolsas de su calzón de manta y se fue en guinda. Yo me quedé con una mezcla de tristeza y de alegría, con el pensamiento anclado en la esperanza que está naciendo y la promesa del cambio para este mi sufrido pueblo...

Les gustó la pasadita?

reyzope

José Roberto Cea (Entrevista a SIEP):

"Hay que rescatar la tradición del Cipitío. Es parte de nuestra identidad nacional. Es importante rescatarlo para enfrentar la ofensiva de la derecha. Me puse a pensar en como mi abuela me contaba historias. Fíjate que estuve en mi pueblo Izalco para el 73 aniversario de la masacre del 32, por primera vez hubo un acto relacionado con el levantamiento y el etnocidio. Y organizado por los sobrevivientes, por la Fundación Ama de familiares de José Feliciano."

"La gente quería escuchar los testimonios, escuchar la voz, había mucha gente, llena la actividad. Considera que es en Izalco donde la derecha ARENA inicia sus campañas políticas. Me impresionó lo participativo. Me impactó la lluvia, la siembra y la cosecha. El Cipitío es la eterna juventud. Es el eterno rebelde popular. Es símbolo de resistencia. Como la Sihuanaba. El Cipitío es diferente a los demás. El come ceniza mientras ellos, los otros, comen chucho. El Cipitío tiene los pies al revés y ellos tienen la cabeza al revés. La eterna rebeldía de nuestro pueblo contra sus opresores. La religiosidad popular no ha sido sustituida, sino se ha integrado..."

SAN SALVADOR, 10 de mayo de 2005.

http://www.ecumenico.org/leer.php/375

Cuento inspirado de:

-Soy latina en el país de las maravillas (Revista Raices).

-Entrevista con la Siguanaba, de Don Memo R. Diaz -El Garrote- (Revista Cuzcatlán).