Los payasos de la Asamblea Legislativa

La Asamblea Legislativa sigue siendo el gran circo nacional donde los payasos se turnan para ofrecer las mejores actuaciones; con el perdón de estos abnegados trabajadores de la cultura popular, debo decir que los diputados no son más que cómicos baratos, simples marionetas de los que en posiciones de autoridad manejan los hilos y los hace bailar con la música más acorde a sus intereses, en los difíciles momentos que vive nuestro país.

Días atras pudimos observar por televisión la actuación decadente, risible, absurda de los diputados de Arena, Donato Vaquerano, Milena Calderón y otro de apellido Angulo. El tema principal era tratar de poner en el banquillo de los acusados al FMLN por supuestamente permitir que algunas personas en el departamento de Cabañas, extendieran carnet a supuestos activistas de su partido para tener derecho a los paquetes agropecuarios entregados a los agricultores por el Ministerio de Agricultura y Ganadería. No me interesa defender a los políticos de izquierda, ellos tienen sus propios mecanismos y recursos, pero sí poner las cosas en perspectiva, en orden y tratar de poner en el centro del debate, del imaginario colectivo, hechos que ya colman la paciencia de la población. Un hecho evidentemente politizado para tratar de introducir entre la población que “los del FMLN también son corruptos”, frase que por lo demás indica que los anteriores funcionarios areneros hicieron de la corrupción una manera práctica y cotidiana de vida. En el colmo de la insensatez, de la perversidad, de la falta de pruebas, el diputado Angulo mostró una noticia aparecida en el diario de hoy, como la evidencia, la constancia del delito, de que “los denunciados eran militantes del FMLN”. Ya de por sí los políticos de Arena están totalmente desprestigiados y pesa sobre ellos el profundo atraso y el deterioro económico y social del país. En cuanto al medio de publicidad citado para reforzar sus argumentos, no goza de ninguna credibilidad y la mayoría en El Salvador sabe de su tendencia política e ideológica es claramente favorable a los grupos económicamente poderosos y siempre en contra de las fuerzas de izquierda. En el colmo del cinismo y del total absurdo político, en esa misma plenaria, los diputados de la derecha reaccionaria aprobaron la publicación de un comunicado para brindar su “solidaridad con el Congreso Nacional de la hermana república de Honduras y con todos y cada uno de sus miembros”, al tiempo de “condenar las agresiones de que han sido víctimas nuestros hermanos hondureños, representantes de su pueblo, guardianes de los sagrados bienes universales de la democracia y la libertad, suscitadas el día 12 del presente mes y año”. La derecha reaccionaria protesta de manera irresponsable y parcializada sobre un hecho aislado que se produjo en contra de un diputado, pero se abstiene de pronunciarse y condenar los graves hechos que condujeron al golpe de Estado del pasado 28 de junio que depuso al presidente legítimamente electo José Manuel Zelaya Rosales y rompió el orden constitucional en Honduras. Qué más pueden pensar los salvadoreños de esta nueva y vergonzosa actuación de los payasos de la Asamblea Legislativa? Sencillamente que son unos serviles, unos peleles y demás adjetivos y calificativos que se le ocurran a la sabrosa creatividad e imaginación de nuestros compatriotas. En la población se tiene la absoluta convicción e impresión de que en ese llamado Primer Poder del Estado no se está legislando a favor de las mayorías poblacionales y que por el contrario se sigue una línea perversa, el mandato de las fuerzas oscurantistas de siempre, de la omnipresente oligarquía, de esos grupos económicamente poderosos que a estas alturas del siglo XXI, caracterizado por notables avances científicos y tecnológicos, se aferran a códigos y consignas de la prehistoria, tal y como ha ocurrido con Honduras. Fuerzas perversas y retardatarias que todavía ven en las protestas populares, en el clamor de justicia, la mano del comunismo. El primer problema nacional es, por el momento, detener el alza de los artículos de primera necesidad, entre ellos, el costo excesivo de las medicinas. Por qué entonces los diputados narcoderechistas se empecinan en tirar cortinas de humo en contra de “la corrupción”, cuando han sido ellos los abanderados y encubridores de toda la inmundicia, con mayor énfasis en los últimos veinte años? Por qué pierden el valioso tiempo en debates estériles, cuando la población salvadoreña padece diariamente el flagelo de la delincuencia común y el crimen organizado? Se pierden en la atmósfera de la confusión cuando han pasado cuatro meses, lo que permite el marco de la ley, y todavía no han elegido al Fiscal General de la República. A qué vamos a atenernos? Cuál es el verdadero horizonte que guía o debe guiar el trabajo de la Asamblea Legislativa para los próximos tres años? Por qué no tenemos leyes justas y acertadas sobre la explotación minera, de la construcción de presas hidroeléctricas, geotérmicas y eólicas? Qué impide a la Asamblea Legislativa emitir una ley definitiva sobre el arrendamiento, concesión o administración compartida del puerto de La Unión? Nadie se atreve a vaticinar cuál será la consigna, cuál será el camino o el rumbo del Congreso Nacional. Es triste ver la actuación de estos payasos, cuando el país sufre grandes calamidades, sin fuentes de empleo, violencia y homicidios diarios, con pandemias y miles de salvadoreños emigrando diariamente porque su país no les ofrece ninguna oportunidad. Los salvadoreños deben observar atentamente el proceder de los diputados, reflexionar sobre el papel de los funcionarios, saber distinguir dónde están los que dignamente los representan y quienes únicamente cumplen un papel de marionetas y simples comparsas. Los que diariamente destilan odio y veneno y únicamente piensan en poner piedras en el camino para dificultar el normal tránsito hacia mejores escalones de vida. Las próximas elecciones serán en tres años, sí somos capaces de darle seguimiento al trabajo legislativo y al municipal con objetividad y realismo político, estaremos en condiciones de emitir un veredicto justo y apegado a los hechos. Las elecciones no son el único camino, pero al menos aprovechemos con ventaja esa vía ofrecida, paradójicamente, por el mismo estado burgués. Pocote REENVIA - IMPRIME - COMPARTE - COPYLEFT