Tengo que admitirlo : Me echaron a la bolsa!

Por el Pastor Chamagua Radio Cadena Mi Gente. Tenía seis años de edad la primera vez que mis padres "me echaron a la bolsa". En resumen, en la navidad de aquel año, me hicieron creer que había sido Santa Claus, el símbolo mercantilista de los llamados países del primer mundo, quien me había regalado la hermosa bicicleta, como recompensa por haber cursado mi primer grado de escuela con buenas calificaciones. Naturalmente, la realidad fue otra. Fueron mis padres, con su propio sudor de la frente, tal y como lo manda la palabra de Dios, quienes habían comprado el juguete que preñó mis pensamientos y emociones de niño con fantasías inigualables. Mis padres, como les cuento, "Me echaron a la bolsa", y no fue hasta años más tarde que descubrí que todo aquello había sido un engaño inocente. Todos nosotros, desafortunadamente, no nacemos con el conocimiento debido, ni mucho menos con la experiencia necesaria para tomar las decisiones correctas que afectaran la dirección de nuestras vidas. Y es por esto que, al cabalgar en el lomo de los años, son muchas las ocasiones en las cuales seres humanos deshonestos nos echan a la bolsa y nos toman el pelo. Desafortunadamente, no todos los engaños que sufrimos son inocentes, la mayoría de ellos son destructivos, diseñados con la mente del mismo Diablo, destinados a mantenernos en la miseria y el sufrimiento, viviendo bajo los mugrosos caites del dolor, del desempleo, del abuso de autoridad, y del destierro inmerecido que, francamente, destruye a nuestras familias y a nuestro pueblo. Como personas y como nación se nos ha echado a la bolsa, se nos ha tomado el pelo en múltiples ocasiones; es decir, se nos ha engañado en todos los campos : en el campo de la religión, en el campo de la política, en el campo de la empresa privada, en el campo de la educación, en el campo de la medicina, en el campo de la seguridad; en fin, se nos ha echado a la bolsa en todos los campos. Esto ha traído como consecuencia un país violento, sin paz, y que vive prácticamente en la anarquía, ya que la gente que está al mando, sólamente han tenido el talento para mentir, pero nunca para cumplir. Alexis Enríquez, escribiendo para elfaro.net, en relación a las promesas de campaña que hizo el actual presidente de la Republica, el Sr. Elías Antonio Saca, después de ganar las elecciones del 2004, bajo el tema de "Saca promete gobierno incluyente en celebración arenera", nos dice : "Yo voy a ser un presidente con todos y para todos", enfatizó Saca. Será El Salvador dirigido por un país seguro expuso, recordando otro de los más publicitados slogans de su campaña. Aunque en su discurso habló de haber derrotado al populismo en las urnas, Saca hizo un llamado a dejar atrás la confrontación y ofrecer "una política sana de diálogo y entendimiento", agregando que en su gobierno no le cerraría la puertas "a nadie, venga de donde venga". Y es que Saca, aseguró hace dos semanas que, de llegar a la presidencia, crearía una "mesa de gobernabilidad" en la que sostendría un diálogo permanente con el resto de fuerzas políticas del país. "Es más, al hablar de la oposición, el candidato arenero los invitó a participar en su "gobierno incluyente". "Estoy dispuesto a asumir una actitud de entendimiento con todos los sectores laborales. Discutamos los métodos, pero siempre procuremos los acuerdos mínimos que nos permitan a todos trabajar por un El Salvador estable y seguro", exhortó. Hoy podemos ver claramente que lo que el Sr. Saca hizo fue "ECHARSE A LA BOLSA AL PUEBLO SALVADOREÑO", de la misma forma que sus predecesores, los señores Cristiani, Calderón Sol y Paco Flores hicieron en elecciones anteriores : "echarse a la bolsa a nuestra gente", sólamente para después castigarla sin misericordia. El resultado de todo ese engaño y toma de pelo fue que terminamos con un país ingobernable, con un promedio de 63,000 muertos en sus 20 años de gobierno, desabastecimiento medicinal en nuestros hospitales públicos, una educación sin futuro, abogados y periodistas vendiendo frutas en nuestros mercados para poder sobrevivir, y millones de nuestros hermanos siendo desterrados a tierras lejanas para mantener con vida a sus familias... eso para mencionar sólamente algunos de los miserables males inyectados en las venas de nuestro pueblo, por estos señores del mal. Se nos engañó, y se nos echó a la bolsa. Hoy el Ing. Ávila está tratando de hacer lo mismo con el pueblo, tratando, al igual que sus predecesores, de echarse a la bolsa al pueblo. Lo interesante de esto es que, según soplan los vientos, finalmente el pueblo salvadoreño parece ya no estar dispuesto a que le tomen una vez más el pelo" (...) Es por lo tanto necesario aprender, pueblo salvadoreño, entender, abrir los ojos. La política es importante, y es por medio de ella que nosotros tenemos la capacidad de construir o de destruir la nación que queremos. Informémosnos, convirtamonos en un pueblo analítico, y recordemos las palabras de Jesucristo : "Por sus frutos los conoceréis". REENVIA - IMPRIME - COMPARTE - HAZ PATRIA... .